(Asensio Escalante)
Los animales no necesitan dioses,
por eso el sacrificio les es ajeno.
No esperan recompensa ni dan para recibir.
No dividen la vida: es inútil hablarles de vida útil
ó de población económicamente activa
ó de nichos ó bolsones de riqueza
ó de producción y consumo.
Sólo consumen tiempo, pero desconocen su
mayor utilidad: un término que sirve para
calcular el interés.
No tienen capacidad de diferenciar
entre lo que "es" y lo que "debería ser"
No tienen necesidad de justificar
ni de hacer justicia (ni saben lo que significa
el bien común)
Ninguna especie animal contiene "pueblos elegidos"
No conocen los valores democráticos,
ni la función social de la propiedad.
Por eso su evolución es lenta, cuando no nula;
no tienen voluntad de superación, no tienen
inquietudes ni capacidad de acumulación
e inversión: Carecen de objetivos
a mediano y largo plazo.
Desconocen el desarrollo sustentable, lo que
les impide acceder a los beneficios del progreso.
Necesitan poco, viven como pueden y no
se muestran interesados en cambiar su condición:
No tienen aspiraciones, no tienen ambiciones, y no
tienen la menor idea de lo que significa una
unidad funcional.