La duda es una función de la conciencia.
Dudar, tener dudas, prueba la existencia de conciencia.
La conciencia es una propiedad de la materia orgánica
altamente organizada.
Los organismos más organizados dudan:
Hay que organizarse para dudar.
Todas las organizaciones contienen material dudoso.
(La autoconciencia es la conciencia de esa conciencia:
dudo de toda organización)
A medida que la materia evoluciona
cobra más conciencia:
- toda evolución tiene un costo.
No se puede dudar de la conciencia.
Quien no tiene dudas -volviendo al enunciado- no
puede probar (puede no tener conciencia, pero
no puede probarlo).
La falta ó la ausencia de conciencia
no es tan grave: la mayor parte de nuestros actos
no son conscientes (los otros son dudosos: la conciencia,
es sabido, reposa sobre el inconsciente).
Y aún una ventaja: sin conciencia no hay culpa,
sin culpa no hay pecado, y sin pecado no hay dios,
ni hijo de dios, ni desarrollo.
Muy bueno, como siempre Vicente Narioh va un poco más lejos, traspasa la medianía de los escritores dudosos para ubicarse en otra parte
ResponderEliminar(y luego otra) Pero no obstante, en el último verso hay una paráfrasis de Cesar Vallejo que creo que debería haber citado.
Es habitual en Narioh recurrir a esos juegos; es una especie de guiño con el lector que, por otra parte, él da por sentado que sus lectores conocen a Vallejo.
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