(Tomás Lovano)
La relación de necesidad
resiste los avatares
de la intemperie óntica,
las condiciones de reproducción
del deseo y el avance de la fibra óptica.
Uno decide, otro dispone
y hay quienes sólo necesitan
sentirse necesitados.
Un necesitado, nativo o por opción
debe saber que no está solo.
La relación de necesidad
explica la mayor parte de las conductas
y vínculos entre mamíferos vertebrados.
¿Me explico?
Le pregunté a un picahueso que picaba
y picaba, concentrado como un participio
(picaba y replicaba soberano
sobre un poema de Picabia)
Lo importante es el ritmo
compañero
me dijo sin dejar de repicar y sin
dejar de sostener el suyo, el resto
es accesorio.
¿Quién oyó?
Me pregunté en silencio
(un silencio de corchea con puntillo)
Oíd el paso de los puntos suspensivos…
Oíd el paso de la necesidad
por el agujero negro del sentido
Oíd el canto del ruiseñor.
Oíd el vuelo del avutarda,
el movimiento del tardígrado…
Oíd como todo se reduce:
Oíd el canto de los pichones en sus nidos.
Oíd el canto de los emprendedores empedernidos.
Oíd el canto del reciclador urbano
Oíd el canto del ruiseñor
Oíd el canto del reducidor
empoderado…
(Oíd: No hace falta un oído absoluto
para volver a ser original
Siempre se vuelve
al odio primordial)
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