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lunes, 29 de agosto de 2016

Medir

(Tomás Lovano)

                        "No midas tus palabras, mide
                                          más bien la orina del conejo"
                                          Alvaro Mutis


Medir es conocer: necesitamos medir,
medirnos, conocernos;  conocer la medida de
todas las cosas para entender sus causas, captar
sentidos y poder reproducir.
No sabemos cuál fue la primera medida humana,
pero sin duda ha sido ese el momento en que
comenzamos a diferenciarnos de los otros
animales.

El futuro se mide, conocemos:
Sólo en la medida en que sepamos
tomar las medidas adecuadas, podemos
aspirar a algún futuro (nuestro futuro
depende de las medidas que adoptamos
en el presente)

La medida, es un medio para obtener
previsibilidad: medir permite repetir, y la
repetición es lo único seguro.
Sólo cuando podamos medir todo
estaremos seguros, habrá un futuro seguro.
Por el momento debemos ser mesurados.


La vida es un estado de la materia,
que se manifiesta en la verificación de
distintas funciones mensurables.
Los cuerpos animados constituyen una
forma de organización de la materia. La
vida es la expresión de esa organización
provisoria.
La unidad de un cuerpo, está dada por la
cohesión de sus componentes (o bien, la
relación entre sus células, la densidad de
sus moléculas) Todas relaciones mensurables.
Las propiedades de un cuerpo, responden
a diversas medidas: peso, volumen, masa, etc.
En los organismos altamente organizados
existe la conciencia, y aún la autoconciencia:
somos conscientes de ser seres vivos, de tener
conciencia, y de sus limitaciones: si bien la
conciencia puede expandirse, la conciencia
plena no es posible: conocemos límites.

(Aunque dentro de los límites, podemos adoptar
algunas medidas y obtener un resultado a partir
de la cantidad de medidas adoptadas)

Pero hay que ser mesurados: la medida es sólo
una referencia.

Midamos las palabras, mientras podamos.
Midamos con pasión, midamos sin mesura,
midamos nuestras emisiones y emociones
ya que sabemos que la carne se descompone
y no es posible leerlo todo: midamos nuestras
lecturas, así como nuestras voluntades y deseos.
Lo que se escribe sin medida es sólo literatura.

Midamos al azar, midamos con pasión,
midamos lo que hacemos,
midamos lo que somos, aunque resulte triste.
Midamos cuanto podamos, midamos a sabiendas:
Lo que no se puede medir no existe.



miércoles, 24 de agosto de 2016

Ritmo y evolución

(Asensio Escalante)



Los expertos vacilan,
la experiencia acumulada pareciera 
suficiente para no insistir con la 
acumulación.

Pero la realidad es otra,
somos reincidentes, solemos repetir:
hay que mantener el ritmo productivo,
sostener el ritmo: ningún ritmo es tal
si no puede sostenerse.

El sujeto está hecho de ritmos,
tanto un sujeto productivo como uno
vacilante (sostener un ritmo vacilante
no es menos trabajoso que mantener el
ritmo productivo)

Un ritmo puede producirse, replicarse,
obedecerse, sostenerse, transmitirse y
hasta alterarse. Pero no puede crecer:
el ritmo no crece, es siempre idéntico
a sí mismo y permanece ajeno a la idea
de crecimiento sostenido (su evolución
está sujeta a la práctica repetitiva y
secuencial: producción, reproducción.
El ritmo no se negocia ni evoluciona.

Los expertos vacilan,
hay voces disidentes, posiciones encontradas:
No se puede mantener el crecimiento sostenido,
ni sostener el crecimiento indefinido:

No se puede sostener un ritmo indefinido
(ni se puede definir el ritmo)
Las voces se dividen: voces discordantes,
asonantes, consonantes, convergentes,
divergentes, concurrentes, y voces embozadas,
trabajadas, enviciadas, emergentes, tributarias,
subalternas, solapadas y voces que no llegan a
destino.

Las voces se dividen: (toda voz es divisible)
Las que afinan y las que no afinan.

El destino de una voz, no siempre es la afinación
(afinar es sólo un medio para obtener afinidad)

El sentido de una voz, no es afinar ni aspirar
a alguna afinación para ofrecer afinidad a otras.

La afinación es una relación: “Sólo desafino en
relación a otros” dijo una voz popular (hay voces
populares y voces que no gozan de esta condición,
cuyo valor es cada vez más dudoso)

Es bueno oír todas las voces:
Los expertos vacilan en distintas tonalidades.

Pero la realidad es otra:
La experiencia acumulada, será negociada:
 
Todo lo que producimos es para obtener otra cosa.

Se debe sostener el ritmo productivo,
estimular y subsidiar la producción rítmica, junto
a la producción de nuevos eufemismos, nuevos
giros y nuevos neologismos:   se necesitan
más recursos ideológicos para impulsar
el desarrollo de nuevas tecnologías y
nuevas patologías.

Se necesita obtener mayor utilidad de la economía
(la esencia de la economía no es económica,
avisaba Lacán. Y la esencia del ritmo no es idéntica
al tiempo)

Pero el desierto crece, observó el filósofo
(cuánto se puede decir con tres palabras)
y sigue creciendo a un ritmo sostenido.

Los expertos vacilan,
sobre la conveniencia de mantener el ritmo,
de mantener el orden; vacilan por sus propios
medios: el ritmo no tiene ideología, y sin
ideología no hay utilidad, no hay sentido:
las palabras carecen de valor.

Los expertos vacilan
con su propio ritmo
(el ritmo es anterior a la palabra)


viernes, 12 de agosto de 2016

Ninguna contradicción


(Abel A. Borda)



Ninguna contradicción
entre la ventana y el viento.
Formas previsibles, formas provisorias.
Soy lo que creo, lo que invento
-formas provisorias para aventar la duda-
Crear, enajenar: los límites sostienen
la necesidad para mantener el orden
previsible: mantenerse dentro, a buen
resguardo de intemperies peligrosas:
Todo lo que es aufera es extraño.

Ninguna contradicción que interpele
lo que pienso: soy lo que creo, nada
contradice la dirección del pensamiento.
Formas de existir, de resistir, de entablar
la soledad que evoluciona en argumento:
Lo que es afuera es adentro.

Ninguna contradicción
entre el animal que escribe
y los bacilos que trabajan
en el seno de su intestino humano,
para el futuro de la especie
y el presente del poema.

Emitir sirve, enajenar libera,
pero el sentido viene desde afuera:
se incorpora como el hábito
y la palabra hábito.

El hábito evoluciona en instinto
-evoluciona por repetición-
y el instinto sirve a la conservación
-que es el fin de la evolución-

Emitir sirve: para generar argumentos
y producir contradicciones.

Ninguna contradicción me es ajena
-sin contradicción no hay evolución-
Desde mi ventana, veo pasar el viento
norte sin contradicción, y veo otras
ventanas abiertas o cerradas, con o sin
persianas y personas viendo el viento
pasar, como parte del paisaje natural.

Es natural que haya ventanas
y vientos y versiones encontradas
que sirven a la continuidad
del hábito evolutivo y del cuerpo
del poema.

Natural como aspirar y vacilar
ante la evolución del hábito.

Ninguna contradicción me es ajena:
evoluciono -la repetición es un
instrumento evolutivo-

Podría gritar a los cuatro vientos,
ó podría permanecer ajeno
detrás de la ventana
y bajar la persiana
sin contradicción:

sólo los enajenados viven
sin contradicción.

sábado, 6 de agosto de 2016

El verdadero valor

(Ricardo Mansoler)



El valor no es algo natural.
Los animales no tienen valores,
sólo necesidades y sentimientos.
Los animales humanos, sentimos la
necesidad de establecer valores, para
poder agregar valor.

(Algunos no se conforman con el valor
de estos verbos, y pretenden “poner en
valor”, perpetrando un artificio retórico
de dudoso valor, cuya circulación impune
testimonia que asistimos a una profunda
crisis de valores)

El valor, suele ser difícil de sostener
en el tiempo (hoy rigen otros valores
y surgen nuevos valores, pero valores
eran los de antes)

Para profundizar en el concepto de valor
habría que recurrir a la filosofía (pero la
filosofía no produce conocimiento, sino
dudas. No da respuestas, pero genera
nuevas preguntas: un valor que algunos
ponen en duda)

La producción de conocimiento, es útil
en tanto ese conocimiento sirva a la
producción de utilidad.

La utilidad no sólo otorga valor a un
producto, sino que lo hace apto para
agregar valor.

El valor se divide: subjetivo y objetivo
(esta división es subjetiva)
El valor objetivo se divide: valor de uso
y valor de cambio.

Hay distintas teorías del valor, y distintas
escalas de valores: se puede deducir que
la esencia del valor es subjetiva.

Entre los sujetos, algunos gozan de una
mayor valoración social que otros:
un hecho de la realidad (Pero la realidad
es algo subjetivo, cada cual tiene su propia
percepción y en su intimidad inallanable,
el sujeto se reconoce a sí mismo: “Sólo
yo sé lo que valgo”)

La naturaleza del valor es subjetiva.
No hay valor sin medida: El hombre
es un animal que mide, mide y aspira:
aspira a medirlo todo.
Un animal que aspira sin medida y
necesita medir fuerzas a cada paso:
Medir es útil, medir es conocer (tal el
mandato genético o divino que impulsa
al humano a relacionarse con el mundo
midiendo y conociendo, estableciendo
medidas y entablando relaciones útiles,
relaciones de utilidad)

La utilidad es un valor, un valor relativo
que se ajusta a la necesidad.
Las necesidades cambian, como la realidad.
La única verdad es la realidad, dijo el líder
popular: muchos creyeron, le creyeron y
adoptaron esa verdad, esa realidad.

Pero el filósofo nos advertía:

“Sólo los idiotas creen en la realidad
del mundo, lo real es inmundo y hay
que soportarlo”


 
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