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martes, 30 de marzo de 2021

Credo

 

 

(Horacio Ruminal)

 

Creo en la suspicacia y en la paronomasia.
Creo en la producción subrepticia
de objetos, sujetos e intersticios.
No paro de creer.
Creo en la eficiencia y en la eficacia
en las ciencias y sus deficiencias.
Creo en la injusticia y en la diplomacia.

Creo en el principio adulterado
precursor del participio futuro
(el futuro es pura alteración)

Creo en el epífito
y en la vida parasitaria
como expresión superadora
de las necesidades individuales.

Creo en los entes autárquicos, autónomos, autógenos
y en la libre determinación
de los pueblos destinados.

Creo en la predisposición positiva
y en la suma de todos los dispositivos
disponibles.

Creo en la movilidad social descendente,
en el transporte público y laico
y en los discursos intrascendentes.

Creo en el libre ejercicio de la autoridad,
en la autoridad moral de las nuevas
aplicaciones y en el derecho de autor
de los autores intelectuales.

Creo en el dominio y el autocontrol,
y en la naturaleza de la función dominante.
Creo en el dominio estéril, la posesión
intrascendente y la falta de definición.

Creo en el libre juego
entre dominantes y dominados.
Creo en el juego y en la mesa
y en las tradiciones familiares.

Creo en las familias de palabras
en los juegos prohibidos
y en los movimientos espasmódicos.

Creo en la movilidad propia
de los organismos y los órganos
competentes: creo en el intercambio,
en el tráfico de órganos y en el cultivo
inorgánico. Creo en todos los órganos,
incluso en los oficiales.

Creo en la multiplicación de los panes
en la división de poderes, en el sermón
de la montaña y en la multiplicación
por división.
Creo en la división indefinida,
el crecimiento infinito , la reproducción
automatizada y el desarrollo sustentable.

Creo en el plan perfecto y el diseño divino.
Creo en el vino y en el sistema binario.
Creo en la homofonia y en la polisemia,
en las relaciones intrínsecas, endógamas
y empáticas con las externalidades
que se desarrollan.

Creo en el ahorro forzoso,
en la reconciliación obligatoria
y en la libre determinación.

Creo en la aspiración excesiva
y la ambición desmesurada
(para ser puta y no ganar nada
más vale ser mujer honrada)

Creo en las reservas morales
de los sectores marginales
y en las virtudes residuales
de las relaciones virtuales.

Creo en la función social de la propiedad.
Creo en los elementos probatorios,
en la inversión de la carga de la prueba.
Creo en los retretes y los mingitorios,
creo en la reinversión y en la contraprueba.

Creo en la libre circulación, en el libre juego
y la sana competencia, creo en la abstinencia
y en la alternancia, en la necesidad  y en la
abundancia.

Creo en el emprendedurismo
Creo en el empoderamiento
y en los nuevos emprendimientos
de los recursos semánticos.

Creo en la recomposición, la reconfiguración,
el reperfilamiento, la reformulación, el recambio,
la redistribucion, la reconversión, la remarcación
y la reencarnación.

viernes, 26 de marzo de 2021

El poema autóctono y el eje del mal

 

 

(Carlos Inquilino)

 

Hay que importar menos
y exportar más,
oye el poema autóctono
sin correrse de su eje

(Todo poema tiene un eje,
 en este caso autóctono)

No hay que importar más
de lo necesario
aunque resulte útil

¿Qué importa un poema?

¿A quién le importa que aumente
o se retraiga la importación o la
producción de poemas?

¿Qué hacer si se disparan los insumos?

¿A quién le importa que se cierre
la importación de poemas?

(Hay poemas de ultramar, que aún
esperan ser leídos…)

¿A quién le importa si el poema se cierra
sobre sí, sin sumar?

¿A quién le importaría, si todos los poemas
bajaran la persiana y se quedaran ahí atrás,
en la primera persona?

Nuestra lengua autóctona, nativa y en pleno
desarrollo, no deja de importar nuevos
vocablos, que se adaptan y adoptan sin más
trámite, ni siquiera el mero trámite aduanero.

¿eran necesarios?  ¿Hay que volver a cero?

El poema autóctono, nativo y opcional
no es quien para emitir juicio, ni es
esa su función.

(debe mantener su eje, y asumir los costos
de sus insumos, absorbiendo y observando
el horizonte que se avecina, ante la falta
de recursos genuinos)

Quien importa lo que no necesita
acaba incorporando necesidades ajenas.

El poema autóctono y autónomo
no necesita importar:
Se cierra preventivamente.

(Hay que engrasar el eje)

miércoles, 24 de marzo de 2021

Dios y el error no forzado

 

 

(Abel A. Borda)

 

Que cada uno sea capaz
de generar sus propias deudas,
a partir del pecado original.

Lo que nace del pecado
no puede engendrar nada
que no sea negativo.

Observó Dios
y vio que era bueno
lo que observaba:
Una buena observación,
como todo lo divino.

-Debe haber un error,
observó un verificador independiente.

-Es posible, me puedo equivocar: no hay
nada que no pueda.
Soy fuente de toda razón y justicia,
me reconozco.
Se cometen excesos en la Justicia Divina,
no escapa a mi conocimiento  (nada
escapa), pero son sólo desprolijidades
de gestión. Mi plan divino es perfecto.
Claro que Uno no puede estar en todo…

-¿No puede?

-Sí, se puede, pero es trabajoso, y hay otras
cosas de que ocuparse para un dios…
Ya bastante trabajo fue crear todo lo que
existe, que no es poco…

-Noto que abandonó la primera persona,
ahora habla en tercera, como Maradona…

-Puedo usar y abandonar a cualquier persona,
singular o plural. Todas me pertenecen, todas
me deben todo.  Es palabra de Dios.

-Hay otras cosas de que ocuparse, decía…
¿Cuáles son, si se puede saber?

-Sí, se puede. Pero mejor ocúpese de las suyas.
Menos averigua Dios y perdono…
Sepa que el ejercicio de la divinidad tiene sus
bemoles, no es moco de pavo. Hay que estar
capacitado para mantener todo bajo control
y velar por el bien común.

-¿El bien común?


-Bueno, es una licencia poética, un recurso
retórico y metáfora divina, de múltiples
aplicaciones.  Por ahora no se pudo, lleva
su tiempo, pero estamos bien encaminados.
Hay que saber esperar, estamos trabajando
para generar las condiciones que permitan
hacer real el contenido de esa metáfora.
Es una cuestión de tiempo, y si algo sobra,
aquí en la eternidad, es el tiempo.
Por lo demás, quien quiera justicia, sólo tiene
que esperar el Juicio Final, que no tardará
mucho  (aunque reconozco que estamos con
alguna demora).
Es cierto que tuve que crear el trabajo, como
castigo por haberme desobedecido  (y vi que
era bueno, castigar).  Les dí la culpa, y la
conciencia pero no alcanzó:  siguen pecando,
pecando y repitiendo en pleno uso del libre
albedrío… ¿Qué puedo hacer?  Yo, un simple
inmortal, póngase en mi lugar (sé que es
trabajoso, porque estoy en todas partes al
mismo tiempo).  En fin, uno se cansa, dan
ganas de volver a cero, barajar y dar de nuevo.  

Es cierto que el trabajo es Creación Divina,
y tal vez sea cierto que el trabajo eleva y
dignifica.  Pero los dioses no necesitamos
elevarnos y somos tan dignos como se puede
ser dentro del Orden Sobrenatural.


Además, la Condición Divina es mayormente
ociosa.

martes, 23 de marzo de 2021

Los nuevos desafíos

 

(Ricardo Mansoler)

 

¿Sabías que este es un año de desafíos?
Sí, ya hubo otros…
Bueno, todos los años hay desafíos,
ahora, sobrevivir ya es un desafío.

Pero estamos ante una oportunidad histórica.
¿Cómo?
Ah, sí, también hubo otras, pero ya pasaron
y no las pudimos aprovechar…

Ahora, se presenta una nueva oportunidad
Se trata de lograr consensos
para enfrentar el desafío de resistir y rechazar
todos los discursos de oportunidades,
desafíos y consensos.

domingo, 21 de marzo de 2021

El ojo y la viga inajenable

 

 

(Asensio Escalante)

 

Veo vigas
yendo y viniendo
por la órbita del ojo

El ojo pasa
de un estado a otro
sin perder de vista
la vigencia

Vi vigas
entrantes y salientes
vi órbitas
vigencias que se vencen

Vi gente correr
en busca de sus órbitas
Vi corroborar,
verificar en vano

El ojo pasa
de uno a otro estado

El estado es un participio transitivo
(por eso los estados suelen entrar en
crisis, y el estado de bienestar
siempre vuelve a fracasar)

Pero las crisis son oportunidades
y el fracaso, una oportunidad de
crecimiento, amén del mejor
maestro:  sólo se aprende del
fracaso.

Aprendimos a quererte:
Hay que emprender con entusiasmo
el fracaso, redefinir el déficit epistémico
sobre guarismos sustentables
y  avanzar en la reconversión de recursos
renovables y valores ajustables, mientras
gozamos de la utilidad residual de los
cuerpos excedentarios y los intereses
devengados por el exceso de entusiasmo
y los remanentes disponibles del reciclamen.

Somos parte de la creación divina
damos fe
descendemos de ratas
pero podemos prorratear
y redistribuir las pérdidas
con un sentido útil

Hay alicientes suficientes:
Con una conciencia dudosa
todos somos capaces
de cualquier cosa.

miércoles, 17 de marzo de 2021

El buen poema

 

 

(Ricardo Mansoler)

 

Un buen poema, nunca termina
antes de tiempo,
ni antes de la última palabra,
aunque puede prescindir:  
no necesita tener la última palabra.

Un buen poema, es más
que un paisaje de términos.
Es más:  nunca es igual a la suma
de los elementos que lo componen.

Un buen poema, nunca ofrece
todo lo que es en una sola lectura.

El lector de poemas
puede no saber que es
un buen poema,
ni qué es un poema.

Hay lectores que no saben.

Un buen poema
no necesariamente obedece
ni satisface las expectativas
del lector.

Sabe:
no es necesario ni posible
complacer a todos.

Todos los poemas
tienen algo que falta.

No hace falta saber
qué es un poema
para que sea el poema.

Un buen poema
no sabe que es
un buen poema.
 

Recreo

 

 

(Horacio Ruminal)

 

Creo en lo que crece.
Creo en las creaciones que crecen.
Creo en cualquier creencia que acredite
un crecimiento histórico.

Creo en la selección natural
y en la selección sobrenatural, fuente
de todo crecimiento justo.

Creo en el poder de la reconversión
y en la reconversión del poder:
el poder corrompe
pero la corrupción empodera.

Creo en los ciclos que se cierran
y en la apertura de los mercados.
Creo en la salida negociada
del mundo del intercambio.

Creo en la neuroeconomía,
en la neurofilosofía y en las buenas
prácticas epistemológicas.

Creo en la normatividad, en la
multiplicidad de los disciplinamientos,
en la diversidad como fundamento
y en los entes autónomos.

Creo en los metabolismos superiores,
en las metas de la manipulación
inteligente y en la autosuperación.

Creo en la ecuación costo – beneficio,
en las opciones disponibles para agregar
valor y ampliar los servicios.

Creo en la vocación de crecimiento.
Creo en todo lo que crece
por propia voluntad o de terceros.
Creo en la tercerización de todo
como fuente de oportunidades.

Creo en la igualdad de oportunidades
para todos los sectores del oportunismo.

Creo en el poder sanador de la palabra
y en la contaminación sustentable
de los recursos semánticos.

Creo en el verbo encarnado
y en la ciencia neurocognitiva.
Creo en la gestión positiva
de nuestras emociones y emisiones.

Creo en el diseño inteligente,
en el poder de la concentración
y en la concentración de poder.

Creo en la iniciativa privada,
en los modelos inclusivos
y en la capacidad de decisión
de los más capaces.

Creo en el trabajo de la empatía
como generador de liderazgos positivos.

Creo en la utilidad de reciclar, en las
utilidades que se reciclan
en modelos replicables, proyectables y
escalables.  

Creo en las nuevas escalas de valores
que impone la evolución, y junto al
desarrollo de consensos empáticos
nos permitirá crecer a valores impensados.

Creo en la libre circulación
de mercancías y sujetos.
Creo en las economías circulares.

Creo en la voluntad de crear y recrear.

La Neuropoesía libera endorfinas,
y nos libera de los malos hábitos poéticos,
como el uso recurrente de la repetición
y el vicio de repetir en forma recurrente,
fuera de los patrones apropiados.

Es más:  Nos libera de las aspiraciones
indeseables y neurotóxicas
y del ocio mal tramitado

lunes, 15 de marzo de 2021

El libre ejercicio de la ocupación

 

 

(Carlos Inquilino)

 

Zonificar las cavidades
libres y ocupables.

Ozonizar  los huecos
o nichos
aptos para la ocupación.

Espacio y tiempo vacantes,
recursos necesarios
para el ejercicio de cualquier
ocupación.

La materia que nos ocupa
incluye el vacío  (lo)
y la necesidad secuencial de
ocupar  y  desocupar

(Dejo este espacio libre)

La ocupación plena no existe
como tampoco el perfecto vacío
ni el reposo absoluto

(Pero existe la muerte: una certeza
que además es la única)


II

Entre estar ocupado
y ocuparse
hay  un  abismo

Ahora estoy ocupado
en emitir este enunciado:
emitir es una ocupación temporal

-como todas-

(es necesario emitir algo
para poder volver a incorporar)

Es tan natural incorporar
como ser incorporado

(la voz pasiva nos permite
detectar el objeto directo.
Cada objeto emitido ocupa
un espacio)



III

Librados a emitir signos vitales
sentimos,  conocemos,  buscamos
el sentido en la función.

Gozamos emitiendo su residuo
y gozamos del sentido residual

¿Quién es más libre:  
el ocupado o el desocupado?

No hay que preocuparse:  
ocupamos un lugar transitorio
y toda ocupación es relativa.

Zonifiquemos el futuro:
toda cavidad es una oportunidad
para ocupantes venideros.

Hay que estar disponible,
no es lo mismo ocuparse
que estar ocupado.

Supe nacer desocupado
y supe más:

Provenimos de esa acción,
y al desocupar ese cuerpo
generamos nuevas oportunidades
de ocupación.  Luego, podemos emitir
esta verdad:  La vida no es más que
un tránsito entre sucesivas ocupaciones
y desocupaciones, con o sin pasión,
estamos en condiciones de afirmar:

La desocupación es una fuente
de oportunidades. 




sábado, 13 de marzo de 2021

Para aburrirse con ganas

 

 

(Onésimo Evans)

 

El aburrimiento es un signo vital,
le escribo a un compañero (*)
que se aburre, después de un infarto.

No sé si es ocurrente.  Para ser sincero,
antes se me ocurrió:  No hay aburrimiento
sincero.

No sé por qué la descarté,
es lo normal, pienso, descartar.
Siempre hay algo que descartar.
Elegir es descartar:  una función natural,
como escribir  (descarto otras palabras
para escribir éstas)

La vida es un continuo descarte
que sucede, mientras nos vamos
volviendo descartables, podría cerrar:
¿Cómo aburrirse, habiendo tanto por
descartar?

Pero no, no descarto nada
y a riesgo de aburrir a algún lector
ocasional  (que descarta al aburrimiento
como motivo o recurso poético)
vuelvo a cero, para ser sincero:

Descartar es un signo vital.

Opción 1:  No hubiera sido adecuado
inquietar al compañero operado
poniendo en duda la sinceridad
de su aburrimiento.

Opción 2:  La descarté, por no poder
recordar al autor de la frase  ¿Lacán?
¿Barthes? ¿Nietzsche? ¿Sócrates?
¿Descartes?

Podría averiguarlo…, sí, pero cuando
esté aburrido.

Ahora descarto todo, compañero!

***


(*) compañero:  dícese de aquel que descarta
      más o menos lo mismo que uno

jueves, 11 de marzo de 2021

Víveres

 

(Asensio Escalante)

 

Vi víveres enhiestos
adláteres, mucílagos

Vi válvulas, binomios,
vestigios y vetustas
virtudes en las márgenes

Vi hojas y cadáveres
creciendo entre guapísimos
guarismos

Vi esporas en las vísperas
y efímeras vigencias

Vi turgencias declinar
en tiempo y forma
alimentando el sueño
vermiforme

Vi pasar al participio agusanado
y al gusano sano
en plena ocupación, indiferente
a los fermentos
del trabajo humano
sin reclamar su condición de prójimo

Vi vertir y vi invertir,
vi verificar, clasificar y envasar

Vi catafalcos, cataduras y catéteres

Vi cuerpos resignándose
al futuro de ser víveres
orgullosos de ser aptos
para el consumo humano

Vi consumir y celebrar
sin preguntar:  Ud. preguntará
por la continuidad del canto:

¿Ud. preguntará por qué cantamos? 

 

(Su pregunta no molesta, siempre

 que sea en horario de atención

 al consumidor y no interrumpa

 nuestro consumo)

martes, 9 de marzo de 2021

No todo es nítido ni azul

 

(Ricardo Mansoler)

 

Toda palabra es sospechosa
dice el poema que no empieza

Podría empezar, pero vacila
en el epígrafe, como puede leerse
y aceptarse más arriba,
antes de empezar a descender y
cobrar cuerpo, observando el movimiento
de las formas que lo contienen, para
resolver en el vacío.

El vacío no empieza
ni sirve como epígrafe, es pura
continuidad sin solución, ausencia
de tensión:   A falta de tensión,
conviene detenerse.  

No hay poema posible ni pensable
sin la necesidad de resolver.
Un poema puede resolver en cualquier parte,
incluso en el vacío, pero el movimiento
acéfalo no conduce ni produce sentido,
ni emoción poética o materia aprovechable,
ni utilidad reciclable:  ningún reciclador
calificado ni reducidor ontológico
sería capaz de hacer nada con eso.

El movimiento necesita un cuerpo,
y el cuerpo necesita, al menos, un sentido
para mantener su propia tensión
respecto del vacío, y emitir su propio
movimiento en condiciones normales,
o incluso naturales:  

Estamos en condiciones de naturalizar,
no hay motivos para alterarse
ni tampoco para no hacerlo:

No somos naturalezas inalterables,
pero cualquier alteración empieza
por despertar sospechas…

“Quien no se mueve, no siente las cadenas”
Podría empezar citando,  un epígrafe apto
para cualquier poema.

Toda palabra en movimiento, es sospechosa
¿qué busca?  ¿por qué no se queda donde está?

Hecha la salvedad, podría empezar por ahí,
el poema, y extenderse como un salvoconducto
para descender hacia el futuro.

Pero el poema vacila:  
se consume en el tiempo,
tiene una línea de conducta,
no ofrece ninguna seguridad,
no atrae inversiones y despierta sospechas.

Toda palabra es sospechosa.

Este poema, podría no ser lo que parece,
pero es lo que es.  En cualquier caso,
nunca será un lugar seguro. 

Creamé

jueves, 4 de marzo de 2021

El sueño del nicho propio

 

(Horacio Ruminal) 


Hay nichos de libertad
bolsones de equidad
y sensatez, donde cultivar
la dignidad aspiracional.

Hay nichos de altruísmo
y otros anacronismos.

Pero hay, también, nichos
más populares, una tendencia
que crece:  El nicho se perfila
como una inversión segura.

La proliferación de nichos
es un signo vital
en las sociedades modernas, libres,
dinámicas, en avanzado estado.

Hay nichos de democracia:
Los funcionarios en ejercicio
buscan consensos, estimulan la
movilidad social y procuran
el bien común  (los recursos retóricos
son un nicho de gran utilidad para la
política)

Hay nichos para todes

El nicho, como la propiedad, objetiviza
la libertad individual:  cada cual es libre
de elegir su nicho de pertenencia.

La disponibilidad de nichos
es capital para mantener el orden.

La naturaleza de los nichos es variada,
un nicho puede ser temporal, ocasional,
virtual, polifuncional, etc.  respondiendo
a la diversa necesidad:

Donde hay una necesidad, hay un nicho


II
Hay focos de resistencia, son pocos,
pero en cambio surgen nuevos nichos
de resiliencia.

El nicho es una buena oportunidad
para desarrollar el sentido de pertenencia
y cultivar nuestros altos valores residuales.

Hay nichos para cultivar la empatía,
aprender a gestionar  emociones,
pulsiones, adicciones y contradicciones,
así como proponerse desafíos, alcanzar
metas, generar nichos de trabajo empático
en franca camaradería en un ambiente sano,
para liderar el nicho propio y luego liderar
nuevos nichos.


III
Gracias a la tecnología
disponemos de nichos de última
generación, nichos de diseño inteligente
autosustentables y autosuficientes:

Quien  entra en ellos
no tiene nada que hacer, ni que pensar
ni que desear.  Puede olvidarse de su propia
conciencia y gozar de las propiedades
de su nicho y las nuevas aplicaciones
disponibles que se instalarán en forma
automática.

La vida útil de los nichos, es variable,
ajustable y reprogramable en algún caso,
pero no hay nada que temer, con vistas
al futuro:  los nichos parecen tener más
futuro que nosotros.


IV
Hay nichos de libertad,
bolsones de riqueza,
túmulos de acumulación primaria
y reservoreos para los efluentes.

Hay cuencos de sensatez.
Hay cuévanos donde abrevar
en virtudes residuales.

Hay nichos de dicha,
ergástulas de regocijo
y espernáculos de goce.

Hay latebras y escondrijos
donde refugiarse
en busca de la propia alegría interna.

Hay aguantaderos
oficiales y suboficiales.

V
Hay nichos

Afuera es noche,
adentro es nicho,
escribo en mi nicho seguro
con propiedad y sin premura.

Adentro no anochece a las ocho
ni a las doce:  el nicho nos protege
de la intemperie y sus peligros.

Adentro, el poema sueña su nicho
y se rebela a revelar lo obscuro:  

La poesía puede ser más o menos pura,
puede ser seca y dura,
puede, ya madura,
reconocerse como materia obscura.

Pero nunca será un nicho
de la literatura

(ni un extravío del canto
del ruiseñor empoderado
por generaciones perdidas
que buscaban en vano,
su nicho en medio de la noche)
 

martes, 2 de marzo de 2021

Efemérides II

 

 

(Carlos Inquilino)

 

En el día del enriquecimiento ilícito,
después de llamarme a silencio
y no obtener respuesta
volví sobre mis pasos
y contemplé mi hoja de ruta:

estaba ahí, como otros días,
idéntica a sí misma.

Que lo posible no nos oculte
lo pensable.  Escribí en mi diario.

Que las altas aspiraciones
no conspiren contra las otras,
menos imposibles y más populares.

Que las bajas pasiones
sean reconocidas como tales
en el marco de la igualdad
de oportunidades y el derecho a
la biodiversidad de todo ser
apasionable

Elevo una oración
por la elevación de esta causa,
por los elevados altamente
y por los elevadores

Elevo una oración
por las preguntas sin respuesta
por las respuestas evasivas
y por las causas perdidas.

 

 

 
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