(Carlos Inquilino)
Zonificar las cavidades
libres y ocupables.
Ozonizar los huecos
o nichos
aptos para la ocupación.
Espacio y tiempo vacantes,
recursos necesarios
para el ejercicio de cualquier
ocupación.
La materia que nos ocupa
incluye el vacío (lo)
y la necesidad secuencial de
ocupar y desocupar
(Dejo este espacio libre)
La ocupación plena no existe
como tampoco el perfecto vacío
ni el reposo absoluto
(Pero existe la muerte: una certeza
que además es la única)
II
Entre estar ocupado
y ocuparse
hay un abismo
Ahora estoy ocupado
en emitir este enunciado:
emitir es una ocupación temporal
-como todas-
(es necesario emitir algo
para poder volver a incorporar)
Es tan natural incorporar
como ser incorporado
(la voz pasiva nos permite
detectar el objeto directo.
Cada objeto emitido ocupa
un espacio)
III
Librados a emitir signos vitales
sentimos, conocemos, buscamos
el sentido en la función.
Gozamos emitiendo su residuo
y gozamos del sentido residual
¿Quién es más libre:
el ocupado o el desocupado?
No hay que preocuparse:
ocupamos un lugar transitorio
y toda ocupación es relativa.
Zonifiquemos el futuro:
toda cavidad es una oportunidad
para ocupantes venideros.
Hay que estar disponible,
no es lo mismo ocuparse
que estar ocupado.
Supe nacer desocupado
y supe más:
Provenimos de esa acción,
y al desocupar ese cuerpo
generamos nuevas oportunidades
de ocupación. Luego, podemos emitir
esta verdad: La vida no es más que
un tránsito entre sucesivas ocupaciones
y desocupaciones, con o sin pasión,
estamos en condiciones de afirmar:
La desocupación es una fuente
de oportunidades.
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