(Por Senecio Losermann)
Demasiado viento para estar contento:
estoy decidido -sólo estoy decidido-
aunque no comparta mi decisión.
estamos: los poetas nunca están
solos,
no obstante la imagen construída del
poeta solitario.
Un poeta se debe a sus fantasmas, que
nunca lo abandonan. Aún cuando crea
que su aventura es única e
irrepetible:
Ningún poeta es lo que cree, ni lo
que
hace, ni lo que dice:
nadie decide lo que es
ni es lo que decide.
¿estamos?
nadie decide lo que es
ni es lo que decide.
¿estamos?
Los poetas nunca están solos
-a diferencia de aquellos que se
creen poetas, sólo porque están
solos-
creen poetas, sólo porque están
solos-
Estamos: yo tampoco creo
(Pero estamos decididos: somos sólo
consecuencia de decisiones ajenas,
no se puede sino permanecer ajeno)
Va contra el viento
el perfume del sabio,
escribió un poeta:
¿estaba solo?
¿sabía que no lo estaba?
¿y el perfume del poeta, contra dónde
iría?
Sabemos:
los poetas no son sabios,
sólo pueden ser poetas.
Los sabios no son poetas:
dicen poco, suelen decir menos
de lo que saben, a diferencia de
los poetas.
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