Translate

lunes, 29 de junio de 2015

La quintaescencia del amor

(Ricardo Mansoler)



No se puede vivir sin amar nada;

somos conscientes de la necesidad

de ejercitar,  de profesar

algún amor a algo.


No se puede no amar nada, 

ni se puede amar todo: 

el amor segrega (hay secreciones

internas, no tenemos conciencia de

la cantidad de hormonas comprometidas

en el amor -amor es compromiso- “Yo

tengo tantas hormonas, que no las puedo

contar” -cantó el poeta enamorado:  hay poetas

hormonales y poetas ornamentales-

Hay hormonas femeninas, hormonas masculinas,

y hay hormonxs que resisten su incorporación

al sistema binario)


El exceso de hormonas, como el exceso de amor,

es peligroso (todos los excesos son nocivos) 

y suele producir efectos indeseables u objetos

dudosos, como los poemas de amor.


Hay que desconfiar de los que usan el amor

como bandera (“lo hizo por amor” es justificación

recurrente de actos injustificables) tanto como de

aquellos que afirman no amar nada : No se puede

soslayar la importancia del amor en el desarrollo

del sujeto; no podemos prescindir, hay que amar algo:

un alga, un animal, un ángel, un vicio, una palabra.


El amor puede reconocer y adoptar distintas formas

y diversos objetos; se puede amar casi todo: 

adjudicar a algo la calidad de amable, no depende

sino de la percepción individual de cada sujeto.


Es tan aceptable amar la música como amar el

silencio, la soledad, el éxito -la soledad del éxito-

amar el riesgo, la aventura, la rutina, el sol, amar a

un dios, ó a otros animales. 


Desde muy temprano nos inculcan el amor 

en sus distintas formas: filial, fraternal, sexual,

amor a la patria, al barrio, a la divisa, al prójimo

ó a la camiseta.


Entre las opciones dudosas están el amor al arte,

al deporte, el amor platónico y el amor al trabajo.


También: el amor desinteresado, aunque el más

dudoso es el amor propio, donde objeto y sujeto

se confunden (el estado de confusión puede derivar

en situaciones azarosas:  hay quienes no conciben

el sexo sin amor -algo que puede ser opinable- ni el

amor sin sexo -en toda manifestación amorosa hay 

una carga de erotismo, dicen- Pero cuando este

sentimiento se instala en individuos que sólo conocen

el amor propio, es natural que la contradicción se 

resuelva en el autoabastecimiento amoroso, la práctica

onanista, condenada por todas las religiones, dado que

representa el peor de los pecados, el mayor desvío:

la negación del comercio, que es la esencia del amor). 






No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Licencia Creative Commons
http//ahoraqueestasausente.blogspot.com se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.