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sábado, 31 de agosto de 2013

Artificios naturales

(Vicente Narioh)


Doblegada la duda
en tiempo y forma, queda
el apego a la experiencia 
previa:  en vísperas de dudas
nuevas, consumimos

Consumimos experiencia
deseada e indeseada: la vida
-la consistencia deseada nunca
dura- no presupone ni requiere
una conciencia del consumo

Más sin necesidad no hay consumo
ni deseo. Es poco lo que puede
obtenerse del deseo: hay dudas,
decepción, desasosiego...

Algunos se mantienen a resguardo
aferrándose a la fe, amparados en la
sumisión a dudosas divinidades, u
observando las prescripciones del
asceta: “no desear en lo posible, nada
que deba obtenerse”

Se sabe: sin siembra no hay cosecha,
sin duda, sembrar dudas es un arte:
el arte nunca es un cultivo seguro -el
arte verdadero es tributario de la duda:
arte es tensión, es riesgo, nunca condición
segura.

Los sistemas de riesgo y aventura
radican en el conocimiento estricto
de unas formas dudosas:  el artista
crea formas, aún desde experiencias
cuestionables.

(El objeto de arte nos inquieta, interrumpe
el continuo fluir de los sentidos en la
percepción consciente e inconsciente, los
pone en duda haciéndonos dudar: nada es
lo que parece.)

El objeto del arte no es complacer, gustar,
buscar complicidades ó adhesiones, sino
objetar, reflejar, contradecir.

Pero sabemos: Sin deseo no hay arte,
la sublimación torna en objeto de consumo
al deseo más inconfesable...

Hay artistas y artesanos, pero no hay
un arte sano: los sanos aceptan la realidad
tal como es -ó como creen que es- No necesitan
agregar ó cambiar, ni inventar otra.
Quien se encuentra cómodo, conforme con lo que
lo rodea y consigo mismo, no hace arte, ni suele
hacer nada que valga la pena: no necesita expresar
ninguna disidencia, no necesita decirle nada al mundo.

La necesidad de hacer arte es necesidad artificial.
Todo lo artificial, existe desde la condición negativa:
Negar lo natural.
Artefactos y artificios a los que recurrimos en la
vida cotidiana, proceden del vínculo negativo
entre el hombre y la naturaleza:

En condiciones naturales, el hombre necesita
superar las condiciones naturales, y las combate
con mayor ó menor violencia.

El sujeto viene a contradecir (el sujeto es una
construcción artificial él mismo, para construir
su mundo artificial debe destruir el natural)

Hay artefactos, artificios y artilugios.
El artificio más logrado, el artificio por antonomasia,
y el artefacto más perfecto que pudo idear el hombre
para erigirse en amo de la naturaleza, es dios:

Único autor de toda la creación, la naturaleza es su
obra, y el hombre su criatura superior: todo lo que
hay sobre la tierra, debajo de la tierra, bajo el agua
ó en el aire, está allí sólo para satisfacer necesidades,
deseos y caprichos humanos.

Un dios que no se ve, pero ha dicho lo que tenía que
decir de una vez y para siempre: le ha enseñado a
discernir el bien y el mal y sus múltiples usos y
posibilidades de desarrollo.

Un dios que le hubo dicho:
Mata y come; ordeña y bebe; destruye, desmenuza
y sírvete: todo lo que vive sólo está para satisfacer
tu apetito, todo cuánto crece ó se mueve está destinado
a tu metabolismo superior.

Para despejar cualquier duda sobre nuestra
condición superior, el Señor nos hace saber
que estamos hechos a su imagen semejanza.

El otro artificio, que junto a la aprobación divina
permitió que el hombre dispusiera a su antojo
y se apropiara de todo cuanto existe,
es el lenguaje, por medio del cual se accede
a la palabra divina -propiedad- y a los títulos de
propiedad, así como permite al hombre conocer la
voluntad de su dios, sus leyes y sus mandamientos:

“En un principio fue el verbo”


lunes, 26 de agosto de 2013

Remigio Remington: Diálogos especulares

Albedrío



-¿Ud. cree en el libre albedrío?
-Vea, que cada uno crea lo que quiera...
-No sé si uno cree lo que quiere, lo que puede,
ó lo que le hicieron creer: Lo que otros quieren
que crea...
-Sí, tiene razón, no hay que creer en los que creen.
-¿Ud. cree?
-Sí, soy un hombre de fe.
-¿Qué fe? ¿Profesa alguna religión?
-No, no creo en las religiones: sólo sirven para
mantener la estabilidad social, la gobernabilidad en
un mundo que se descompone, cosa que no hay que
menospreciar. La fe es la única esperanza de los débiles,
dijo alguien...
-Entonces... ¿en qué cree?
-En la naturaleza de los procesos acumulativos: Acumulamos
experiencias, conocimientos, información, sin todo lo cual
no sabríamos responder a los desafíos de una realidad en
constante cambio.
La propia naturaleza es un proceso acumulativo, en última
instancia: cada especie tiene su historia, y en ella está toda la
experiencia acumulada que fue incorporando a través del
tiempo a su información genética, para responder a las diversas
condiciones y adaptarse a los cambios para sobrevivir.
-Eso es parte del proceso evolutivo. La evolución es un hecho
 objetivo, y existe como tal más allá de que uno crea ó no
crea, conozca ó ignore, acepte ó rechace... Pero la fe es otra cosa
¿No cree?
-Sí, creo en el valor de la libertad.., y  en los valores acumulables:
creo en la libre acumulación; sólo la acumulación nos hace libres, y
siendo libres podemos elegir: algunos acumulan propiedades, otros
experiencia, conocimientos, deseos, frustraciones, necesidades...
-Contradicciones..., acumular por acumular, sin un fin que lo 
justifique es un despropósito...
-Toda evolución se basa en procesos acumulativos. Tenemos una 
historia que respetar, en ella acumulamos experiencia útil é inútil, 
hechos que podrían enorgullecernos y avergonzarnos, así también 
nuestra memoria acumula lo bueno y lo malo, lo útil y lo inútil...
-La acumulación que no es útil es nociva.
-Bueno, a veces se acumula en espera de alguna utilidad, siempre se
aspira a obtener utilidades. Es frecuente que la gente ahorre sin 
tener prefijado el destino de ese ahorro....
-El ahorro es la base de la fortuna, dicen.
-Habladurías.., sólo una frase hecha. La única base de la fortuna es 
el metabolismo, ó bien, la apropiación, que es la expresión última 
de la función metabólica: transformar materia ajena en energía 
propia, algo que ocurre todo el tiempo: un organismo incorporando a 
otro. Luego, un metabolismo sano realiza un buen aprovechamiento, 
e incluso puede acumular reservas...
-Aplicando ese principio biológico a la economía, tendríamos que lo 
sano sería un desarrollo que permitiera la apropiación, la 
acumulación y el aprovechamiento... Esa fórmula me resulta conocida...
-Pero la clave económica de todo metabolismo está en mantener un
equilibrio entre la incorporación y la emisión, entre lo que entra y
lo que sale. Ya hace bastante tiempo que Freud observó esa relación
entre el dinero y el excremento (acumular, retener, ahorrar... y la
asociación de avaricia con constipación)
-Por eso los estados que se exceden en la emisión de moneda 
terminan colapsando en medio de una inflación galopante...
-Claro, es como una tremenda diarrea económica que lo cubre todo, 
a causa de la emisión descontrolada. Hay que ser cuidadoso, no se 
debe emitir por emitir...
-Y teniendo en cuenta esa relación ¿No sería más adecuado que 
billetes y monedas reprodujeran, en vez de esas figuras de 
personajes históricos, imágenes de diversas clases de excrementos?
-Bueno, no deja de ser una buena observación.., aunque si 
quisiéramos profundizar comprobaríamos que en muchos casos es casi 
lo mismo...
-Una buena metáfora...
-Sí, la calidad de una metáfora suele ser independiente de los
 elementos que la componen.



lunes, 19 de agosto de 2013

Superficie cultivable


(Un fragmento del poema de Teodoro Losper)




Se cultiva.
El hombre es una especie que cultiva:
Casi todas las especies conocidas han
sufrido alteraciones por la acción humana.
El hábito del cultivo, ha modificado la
naturaleza, así como las condiciones y
hábitos del hombre, haciendo posible la
vida comunitaria, la interacción social,
el cultivo del sedentarismo, las relaciones
de producción, el desarrollo de la civilización
y el cultivo de campos de concentración.


sábado, 17 de agosto de 2013

Sentido Fiduciario


(Por Senecio Loserman)



Tenemos poco tiempo,
solemos ser veloces...
Y no hemos aprendido nada:
ni de los animales ni de los dioses.

No sabemos de quién descender
ni qué necesitar. No aprendemos
del error ni del fracaso.
(No aprendemos aún a fracasar)

No hemos aprendido nada,
nos contentamos con aspirar a
comprender, tener obligaciones,
observar leyes y confiar en las
autoridades competentes:

Repetimos:
No hemos aprendido nada,
y somos consecuentes

Un escribano puede dar fe,
autenticar, certificar en forma
fehaciente:

Los pueblos sin fe son más felices,
no necesitan escribanos

(En la antigüedad no había escribanos, no
existía tal vocación -había pocas vocaciones:
sólo escribas, amanuenses, guerreros,
bachilleres, religiosos, y sectores acomodados
que cultivaban el ocio, la filosofía,  ó abrazaban
la causa de las armas)

Los pueblos felices
no ahorran ni se aburren
Como los dioses, no necesitan
de seres superiores, no condenan
el ocio ni promueven su desprecio

El pecado es un buen negocio
Los pueblos que viven fuera de la fe
casi no pecan: pecan poco
y no necesitan obtener perdones ni
pagar para pecar

Quien es fiel a sus instintos
y deseos, no incurre en traiciones
ni conoce la culpa

Se debe distinguir -para poder pecar-
lo bueno de lo malo, lo verdadero de
lo falso, el hábito del vicio
No hemos aprendido nada
necesitamos recurrir a la dudosa
investidura de dudosas autoridades

(Hay investiduras y autoridades:
hay dudas, hay sospechas, y
autoridades de aplicación)



lunes, 12 de agosto de 2013

Leyes naturales

 

 (Carlos Inquilino)



Fueron indios, salvajes, razas inferiores,
culturas residuales, aborígenes...

Ahora son Pueblos Originarios.
Cambian los términos, la forma
de nombrarlos, pero la realidad
no cambia:
siguen siendo un problema,
un obstáculo para el desarrollo
sustentable.

Siguen siendo “otros”,
no quieren “integrarse”
y rechazan hasta las oportunidades
que les brindan los modelos inclusivos.

Pretenden mantener la misma relación
que tenían con la naturaleza
hace más de cinco siglos -antes de ser
descubiertos por la cultura verdadera-

Se pretenden hijos de la tierra -a la que
le adjudican propiedades maternales-
y pretenden que se le debe algún respeto
a las cosas naturales...

Pretenden respetar a la naturaleza
desconociendo su ley elemental:
la imposición del más fuerte.

Se oponen al progreso, y a los títulos
de propiedad emitidos por la autoridad
competente...

Se oponen al desmonte...
Defienden a los árboles...

Sin embargo, algún aborigen, encaramado
en lo alto de otro árbol,  bien podría
observar:

“Si no fuera por los árboles,
el hombre blanco no hubiera podido
construir sus odiosas naves,
y embarcar su odio,
su codicia y su
violento dios”


miércoles, 7 de agosto de 2013

Principios poéticos (2)



      (Robert O. Jara)



En un principio
todo era sentido
(no había necesidad
de buscar nuevos sentidos:
todo era nuevo)

En un principio
el hombre estaba solo,
sin conocer sentimiento
alguno ni  teorías
del conocimiento.

En un principio
no había sentidos
ni resentidos
ni participios pasados

En un principio
no había pasado
ni sentidos dados

En un principio
el hombre estaba solo
(sin que despuntara otro
sentimiento)
No podía erigirse
ni podía sumarse
ni siquiera encolumnarse

Ni repetir podía
Ni repetir podía

Luego formó comunidades
(como sólo había aborígenes
formó comunidades aborígenes)

En un principio sólo había
aborígenes: maleza y aborígenes

En un principio
el hombre estaba solo
(sin que despuntara otro
vicio)

En un principio
todo era sentido

Luego llegaron el sentido común
y los pueblos originarios.


 
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