(Ricardo Mansoler)
El futuro es
incierto,
como siempre,
pero no parece
preocupar
a las mayorías, ni
a quienes
las gobiernan.
Sólo un grupo
marginal: los
ambientalistas -o
ecologistas-
vienen advirtiendo
sobre las consecuencias
del “desarrollo”
, el impacto de la actividad
humana:
Cuidemos el planeta,
es el único
que tenemos:
Alertan estos pretendidos
defensores de la
Naturaleza, que suelen
ser descalificados
por las voces oficiales
como ecotalibanes,
fundamentalistas
ambientales,
conspiranoicos, etc.,
mentes trasnochadas
que dan rienda suelta
a su imaginación
para oponerse al progreso…
“es el único que
tenemos”
¿Tenemos?
Algunos creen que
les pertenece,
y obran en
consecuencia.
Otros creen en
sentido inverso: le
pertenecemos, somos
hijos de la tierra.
(Las creencias
pueden invertirse, como los
sentidos: hay
quienes creen en la inversión
como sentido único)
Por último, hay
quienes admiten que nuestro
futuro en el planeta
es incierto, pero confían
en encontrar otro:
no conviene atarse a nada,
todo cambio genera
oportunidades, hay que
creer en la ciencia, todos los problemas tienen
una respuesta tecnológica.
creer en la ciencia, todos los problemas tienen
una respuesta tecnológica.
El planeta ¿es nuestra casa?
Hay opiniones divididas:
Hay opiniones divididas:
Algunos sienten que
les pertenece,
otros sienten que le
pertenecemos.
Pertenecemos a una
especie que cultiva
(somos casi la única especie que cultiva)
Una especie que necesita
(somos casi la única especie que cultiva)
Una especie que necesita
cultivar el sentido de pertenencia:
Hay que pertenecer.
Hay que pertenecer.
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