(Aquino Lamas)
El poema pude contraerse,
dilatarse, contraer sentidos
miembros y contagiar a otros.
Puede autolimitarse
en volumen y extensión
para ganar intensidad y altura.
Puede ser medido, evitar excesos
y reducirse a un mínimo de voces aspiradas.
Puede concentrarse en una sola idea
o menos: en la sola emoción que emite
una palabra aislada del rebaño.
Puede observar límites, desafiarlos
o reproducirlos a voluntad
hasta obtener la consistencia deseada.
Puede dar un salto al vacío
y pedir tres deseos,
dos,
uno
o esperar otra vuelta
-todo vuelve-
Puede saltear algunos pasos
para apurar el fin
evitando el colapso de la propia
contracción a aspirar en vano y repetir
la falta sistemática.
Puede abrir un compás de espera
o vacilar ante la presencia
de un vacío legal.
O recurrir a un asesor letrado.
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