(Serafín Cuesta)
El peso de la ley
cayó sobre las víctimas.
Bajo una lectura correcta,
no importa cuál sea
ni cuando se ejecute,
no será la última vez.
No hay nada nuevo, más allá
de la repetición: Estaba
previsto en la letra chica.
Nadie legisla sobre ese tamaño
y es natural que se vaya achicando:
Todos nos achicamos con el tiempo,
un proceso que obedece a las leyes
naturales.
Victimizarse no sirve de nada:
Las víctimas son siempre las mismas,
se puede observar.
Las leyes están para observarse
y ser observadas, aunque la letra
chica sea invisible a los ojos,
como todo lo esencial.
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