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miércoles, 30 de junio de 2021

Prefijo

 

 

(Remigio Remington)

 

En la sala de espera, uno espera,
todos esperan;  una condición aceptada
por propios y extraños:
Pacientes, consultantes, visitantes y
asiduos frecuentadores de salas de espera.

Hay que saber esperar, y respetar el orden
de llegada y del azar:  algunos tienen suerte
y esperan  menos…

Pero la suerte está echada, siempre hay
algunos más favorecidos y siempre hay
algo que esperar:  esperamos que cambie
la suerte.

Hay un tiempo destinado a esperar.
Cuando no hay nada que esperar, se
espera la muerte:  Aunque mientras hay
vida hay esperanza.

En la sala de espera, los que esperan
no se conocen (ni lo esperan). Se saluda
por educación, a personas que acaso
nunca se vuelva a ver.

Después de entrar y saludar, guardamos un
silencio cómplice: sabemos que todos
esperamos lo mismo, el momento en que una
voz nos haga saber que terminó nuestra
espera.

Que pase el subsiguiente…

Perdón, pero antes de pasar quisiera preguntar:
¿Hay algún motivo que explique por qué,
después de haber repetido desde hace más de
una hora la misma fórmula, y habiendo visto
pasar a todos los siguientes precedentes, ahora
cambia a subsiguiente?

No voy a responder esa pregunta. No estoy acá
para dar explicaciones, sólo hago mi trabajo, y
no tengo por qué aceptar que alguien que está
de paso, un subordinado como Ud. me diga
cómo hacerlo.  Todos estamos sujetos a cambios.
Si es su turno, pase.

No quiero interferir en su trabajo, voy a pasar.
Sólo pretendo saber por qué, después de haber
esperado con paciencia que pasaran todos los
pacientes que me antecedieron, al llegar a mi
decide agregar ese prefijo, de signo negativo:
sub, algo que está por debajo, algo que pude
interpretarse como discriminatorio…

Vea, si quiere, le puedo cambiar el turno…
Pero si subsiste con ésto, voy a hacer pasar
al siguiente.
 

lunes, 28 de junio de 2021

Emisiones libres de material dudoso

 

 

(Tomás Mercante)

 

Hay dadores y receptores
- debe haber -
Hay predadores y deudores
solidarios, hay prestamistas,
prestatarios.

Hay emisiones dudosas
y silencios cómplices.
Hay remilgos y escarceos,
hay misiones silenciosas
y riesgosas.

Y hay omisiones ominosas.

Hay un riesgo al emitir
un juicio, una palabra,
un punto de inflexión.

Hay quien vacila
ante el riesgo de excederse
en su emisión, vacila con
premeditación y sólo
emite dudas.

Entre emisor y receptor
queda la duda:  
un comercio dudoso.

Hay dudas de distinto signo,
todos somos receptores y dadores,
el tráfico de dudas es intenso.

El intercambio genera deudas,
dudas, creencias y acreencias,
pero poca o ninguna certeza.

Sin duda, lo más seguro
a la hora de emitir
son los puntos suspensivos
...


viernes, 25 de junio de 2021

Los juegos venenosos

 

 

(Asensio Escalante)

 

La mancha venenosa,
un juego que jugamos todos:

En algún lugar de la memoria
está la mancha.
La memoria son manchas,
registros discontinuos,
tenues o intensos:
muchas manchas
que no se tocan entre sí
¿o sí?

El juego asociativo hace que fluya
la memoria:  Pocas cosas nos
maravillaban como el mercurio,
el metal líquido que brilla y fluye
a la velocidad de la contradicción.

Era una fiesta cuando se rompía
un termómetro.  Juntar las bolitas
gotitas esparcidas, a ver quien
armaba la más grande.

Si te lo tragás te morís,
decían como si fuera previsible
que quisiéramos probarlo.
Era veneno, y acaso saberlo
aumentaba el misterio y la atracción
por ese brillo líquido.

La bolita de mercurio...
La sensación de tenerla en la mano,
sentir ese contacto venenoso y
percibir su peso  (el metal líquido,
es también el más pesado ¿otra
contradicción?)

Lábil, como todo líquido, la bolita
responde al menor movimiento de
la mano, oscila, buscando el centro
de gravedad.

También se asocia al lujo, el brillo
del mercurio: El vecino ostentoso
del barrio que sacaba a pasear su
coupé Mercury, V8, tan brillante e
impecable como envidiable…
Agresiva, potente y penetrante…
¿Cuántas mujeres podrían resistir
a algo así?

La imaginación infantil, nos lleva
a pensar un mar de mercurio, puro
brillo. Y a fascinarnos con ese
lejano planeta hecho de mercurio,
que a pesar de su peso se mantiene
en órbita.

La mancha venenosa…
La memoria, manchas que brillan
más que otras, venenos buenos
y malos que persisten en emitir
su brillo, más tenue o más intenso.

La memoria, esa mancha
que persiste, indeleble a veces.

El tiempo y sus saberes
desterraron al mercurio de la vida
cotidiana.  Aunque no del todo:
El mercurio, sigue contaminando
aguas, cuerpos y memorias.

¡ Mancha !

¿Quién no soñó, de niño, brillar
como el mercurio?

(o al menos como Alfredo)

martes, 22 de junio de 2021

Responso

 

 

(Tomás Lovano)

 

Ha partido nuestro hermano
Asco Miceto.
Un buen hongo, cuya alma
despedimos con esta sencilla oración.

Un hongo humilde, que supo sufrir
y gozar como cualquier mortal
y después de haber agotado
su condición efímera, abandona este
valle de lágrimas, sangre, y otros
fluídos residuales que no es atinado
enumerar en esta hora.

Rogamos por la paz de su alma,
Ascomiceto ya no está, es sólo
un tenue registro en la memoria
de quienes lo conocimos.

Su alma ha emprendido el viaje
postrero, ya no podrá pecar
entre nosotros.

Pero nos deja sus esporas,
como prenda de fe y esperanza.

Adiós, hermano… Que tu alma sea
acogida por el Amor infinito del
Supremo:  Oremos…

Ahora, en un acto de contrición,
reflexionemos en silencio
con nosotros mismos y en comunión
con Asco, mientras nos respondemos:

¿Has cosechado lo que sembraste?
¿Somos amos de lo que cultivamos,
con o sin amor o viceversa?
¿Qué cultivar en esta época del mundo?
¿Somos fungibles al amor?
¿Somos aptos para el cultivo?
¿Merecemos todo lo que necesitamos?
¿Somos aptos par el consumo divino?

Asco ha abandonado el mundo material,
ha trascendido su condición fugaz
y ahora se eleva hacia los planos
superiores, cumpliendo el plan
divino.

Nos encontraremos con Asco
cuando la voluntad divina lo disponga.
Hombres y hembras, hongos y hongas,
en las diversas expresiones de la libre
autopercepción genérica, todos somos
parte de un diseño superior:

Nos une un destino común, somos
emanación divina y todos somos
biomasa.

Practiquemos la humildad
como Asco, un hongo humilde,
un semejante, un prójimo, un hermano.

Hasta siempre, Asco...

domingo, 20 de junio de 2021

Arma tu propia armonía, en silencio

 

 

(Horacio Ruminal)

 

Somos plurales, abiertos, inclusivos.
Somos objetivos,
pero no imparciales.

Cuando el silencio fue salud
mantuvimos el saludo silencioso
observando la parte saludable:

emitir lo necesario y justo.

Somos objetivos pero no imparciales,
nuestra misión indeclinable es
contribuir a la Historia del silencio,
un silencio justo, libre y soberano.

El pueblo está solo.
Es lo que hay que saber
para avanzar en lo posible.

La producción de silencio
no puede interrumpirse
ni detenerse:

No se detenga, el centinela abrirá
fuego, leemos en silencio.

El pueblo no se equivoca,
guarda silencio.
La soledad inclusiva no descarta
a nadie.

El silencio cómplice
- táctico o estratégico -
es sólo un momento del movimiento,
una parte del silencio que aspira
a ser salud.

Saludemos a los nuevos integrantes,
participantes, contribuyentes, auspiciantes,
compañeros aspirantes.

Somos objetivos, pero no imparciales.
Las parcialidades son siempre arbitrarias.

Los adictos al silencio
no necesitan cómplices

sábado, 19 de junio de 2021

El arte sano

 

 

(Onésimo Evans)

 

El arte de empalmar
los pólices erectos
pasando por los dígitos
del tejido asociativo
del portador implume,
comprometido o sano,
avieso u avezado,
docto y ungulado,
conecta y recompone
los destinos más adversos
y diversos en soluciones
isotópicas y mágicas.

El arte puede estimularte,
enriquecerte, empobrecerte:

Puede
revelarte o rebelarte,
arengarte o estandarte:

No le creas demasiado,
no hay un arte sano
-el artesanado sólo expresa
un momento en la historia
de la producción-

Sé pulcro con tus emociones
y deseos, evita los excesos
y desmadres.

Protege lo que tejas.

Vive tu vida,
bebe tu bidú.

Sírvete a ti mismo
y no codicies el ajenjo ajeno.


Líder positivo

 

 

(Epifanio Webber)

 

Creo que no merecimos ganar,
el resultado es engañoso, no
refleja lo ocurrido en el campo
de juego, donde fuimos claramente
superados.

Pero el fútbol es así, imprevisible,
injusto, y eso es lo bueno:
no respeta méritos ni lógica, no se
impone necesariamente el mejor.

Es lo que hace que nos apasionemos:
es lo suficientemente injusto como
para ser un sentimiento, un juego,
una pasión, un espectáculo, un
negocio y el deporte más popular
de las mayorías humanas.

Las pasiones no son justas,
son arbitrarias, son pasiones.

Tenemos derecho a festejar 

 

Es posible que lo injusto se festeje más,
tal vez lo único que podamos celebrar
sea la injusticia.





viernes, 18 de junio de 2021

la comprensión excesiva

 

(Ester Miño)

 

Lectura e Interpretación del texto:



Tomemos una frase conocida, de
apariencia inocua y pretensión aforística,
celebrada por muchos como feliz
y pedagógica:

           No le des pescado,
           enséñale a pescar.


Como suele ocurrir con estos artefactos,
hay más de un sentido, como también
ocurre en la publicidad y en la poesía…

Una lectura real y rigurosa, ajena al sentido
común, descubre el velo de la metáfora, y
revela la verdad oculta tras la cubierta
ideológica. Sin metáfora, aparece el sentido:

 

             No le des cadáveres,
             enséñale a matar.


¿Las metáforas nos hacen más humanos?

 

(Táchese lo que corresponda)

 

martes, 15 de junio de 2021

El problema de la ambición

 

 

(Tomás Mercante) 


La sana ambición
siempre llega a destino

(siempre o nunca, son opciones
intercambiables, adverbios funcionales
al orden temporal)

La sana ambición
nunca llega a destino

(Al orden sintáctico no le interesa
que llegue o que no, ni le interesa
el destino.  No tiene ambiciones)

Una ambición ambigua
puede terminar en un destino incierto.

Estamos destinados a observar
algún orden, si queremos acceder
a un destino.

Observar, obedecer, repetir:
los pasos para la producción de sentido
que animan la vida de cualquier mortal,
con o sin ambición reproductiva.

Obediencia sintáctica y energía genérica
(la energía debe servir a un orden, para
no dilapidarse: energía sin ética y orden
sintáctico)

II
¿Cómo saber que esta ambición es sana?

Hay dos vías:  Una, por el sentido
del movimiento aspiracional.  La ambición,
como es sabido, descansa en la musculatura
lisa y evoluciona hacia la flora neuronal
(otro movimiento involuntario)

La utilidad del movimiento acéfalo
es su propio goce: El goce, es ajeno
a los signos que producen sentido.
Es ajeno a la voluntad de contagio
del significante que nos ocupa  (todo cuerpo
es un significante)

El goce es ajeno por antonomasia
¿conocemos todos los antónimos?

Quien goza enajenando, acaba aislado
y solo o viceversa: no puede completar
el ciclo, ni reciclar su propia ambigüedad
intrínseca y endógama.

Quien solo goza en o de un sentido,
no busca otros y permanece ajeno al
deseo del Otro, y del otrO.

La ambición, expresa una falta.
La falta sólo pide obediencia.
Obedecer no es un problema,
el problema es no saber que se obedece,
ni saber qué se obedece.

III
Claro como el agua:

El agua, constitutiva de todo ser vivo,
es un compuesto, como el aire.
El fluído elemental, no es un elemento,
son dos  ¡Ohh!

El agua es ambigua,
la ambigüedad fluye y constituye.
Todo lo compuesto es ambiguo:
ambiguo es el sujeto todo.
Su pura ambigüedad le hace fluctuar,
fluir, desear, ambicionar…
Sólo puede obedecer.

Es sano saber obedecer, en cierta medida,
esos verbos.  Medir es sano, preserva al
compuesto de la ambición desmedida, que
rebasa el límite de lo sano. Los límites son
sanos, conocer y reconocer los propios, es
propio del sujeto sano.  Tanto como tener
aspiraciones: No es sano vivir sin aspirar.
Hay mucho por aspirar, el espacio de las
aspiraciones es tan diverso como ambiguo
y viceversa.

IV
Todos podemos aspirar a todo,
somos libres de emitir cualquier aspiración,
dentro de los límites que ofrece la propia
subjetividad, observar su comportamiento
y hasta trabajar por ella en casos extremos.

El problema, son las aspiraciones desmedidas,
una fuente de conflicto para el sujeto sano, bien
compuesto y tramitado:  O son de imposible
realización, o algo peor:  que hacerlo implique
el perjuicio de otres  (Aunque el aspirante, en su
condición de sujete  -nótese el uso del lenguaje
inclusivo para resaltar su esencia ambigua-  pueda
encontrar los medios para justificarse, y hasta ser
reconocido  -incluso por sus víctimas aspiracionales)

El sujeto sano sabe reconocer sus límites, no aspira
ni desea más de lo posible. Sabe limitarse y compartir
sus limitaciones, contribuyendo así a la evolución
común  -una evolución limitada-

Conoce que es tan vano abrazar causas perdidas,
como sostener ambiciones desmedidas.

Entre éstas, hay una que sobrepasa todo límite
sensato y constituye uno de los desvíos y desvaríos
más vanos que puede producir la conciencia del
aspirante ambiguo:

Aspirar a la unidad.



lunes, 14 de junio de 2021

El participio divino y los lazos de baba

 

(Dudamel Rambler)

 

 

Voy con el retruécano
preguntando por el anacoluto

Voy con el sentido desprovisto
y el deseo consentido por el ritmo
armónico del algoritmo

Mi tetracordio eréctil y retráctil
avanza sin patrón, a la sazón
entre conservantes naturales
y víctimas exitosas

Volviendo a la pregunta original
ante el colapso de las definiciones
el pulso se mantiene autóctono
versátil con respecto a la partícula
divina pero lábil ante los organismos
no binaries.

El sentido no pasa
al sopesar la vida del anélido superior
luego, volvemos a las fuentes, sin rodar
y sin rogar:  era cuestión de abrevar
y esperar al ritmo elegido
para subrogar y amortizar el coeficiente
de la pérdida provista.

¿es el amor que pasa?

¿es el pasar que aroma?

¿es la mora que demora?

¿cuánto pesa un átomo de éter
bien tramitado?

Si se pudo aislar una molécula
de espuma submarina  ¿por qué no
al virus que no acata el aislamiento
preventivo obligatorio?

¿Hay más preguntas?

Pasaría: si otros pasaron yo paso.
Hay que dejar que fluya...

El sentido es un fluído:
el gasterópodo es casi todo agua
pero puede mantener sexo por horas,
largas horas de desenfreno
y expansión libidinosa, señora
¿no es para envidiar?

Las comparaciones son odiosas,
hay que pasar de largo, hay que
pasar sin preguntar qué pasa.

¿Que es la vida, un pasatiempo?

Menos averigua dios y funciona,
hace tiempo,
más allá de la necesidad histórica

y la trazabilidad de la baba autóctona.

sábado, 12 de junio de 2021

La evolución de la carne

 

 

(Horacio Ruminal)

 

Hay estados que producen carne
para otros, exportan carne,
viven de su carne.

Otros prefieren importar carne
y dedicarse a otras producciones
más elaboradas, como la industria
del conocimiento.

Entre los consumidores finales,
el conocedor sabe distinguir
las distintas carnes y los mejores
cortes.

¿Cuántos tipos de carne conocemos?
¿Conocemos todas las carnes que
necesitamos?

Yo conozco dos clases de carne,
a saber:  viva  y  muerta.

Los animales humanos
la preferimos muerta,
somos parte de la fauna cadavérica
aunque supimos diferenciarnos:

Sólo nosotros la llevamos al fuego
-el fuego purifica-


II
Una vez obtenida la carne,
y la muerte,
sólo hay que saber si es apta
para consumo humano.

Luego, se cuece a gusto, se sirve
y a saborear:  ¡un aplauso para el
asador!


III
La digestión de la carne es lenta,
mientras metabolizamos, podemos
volver a ocuparnos del conocimiento.

¿Sabías que los productores de carne
están compuestos de carne, que se
reproduce y descompone a imagen
semejanza?

¿Sabías que la carne se produce sola?

¿Conocemos todas las propiedades
de la carne humana?

¿Sabías que tu carne, sólo contiene
un 10% de células humanas?

Conocemos poco de la carne,
el conocimiento carnal
es una buena inversión.

miércoles, 9 de junio de 2021

La insatisfacción histórica

 

 

(Carlos Inquilino)

 

Los jóvenes siempre quisieron
cambiar el mundo,
pero nunca lo consiguieron:
la juventud no dura lo suficiente

(y hay necesidades más urgentes,
como crecer e integrarse al mundo
adulto; dejar de ser jóvenes)

Es normal que los jóvenes quieran
cambiar el mundo.  No se resignan
a aceptar una realidad que no los
satisface, la resignación no es una
virtud propia de la juventud.

Es normal que los jóvenes
dejen de serlo y envejezcan.
Y natural: todo lo natural
es normal.

Es normal oír la queja de los mayores:
El mundo está hecho para los jóvenes,
la tecnología no contempla las dificultades
que los años incorporan a la vida, y
agregan  otras.

Es difícil estar satisfecho con este mundo,
donde aumentan las dificultades
todo el tiempo y donde el mero hecho
de vivir no ofrece ninguna certeza,
salvo el ritmo sostenido del aumento
del costo de la vida.

En un mundo dominado por la insatisfacción
es difícil estar satisfecho, hay que aceptar,
y resignarse a convivir con los insatisfechos,
cuya presencia insoslayable no parece algo
evitable.

La opción más sana y sensata
es aceptar y resignarse, adaptarse
a la insatisfacción reinante
e integrarse:  

Sabemos que la capacidad de adaptación
es un recurso evolutivo,  y adaptarse
es aceptar, aunque no nos satisfaga
la dirección de la evolución.

No, no estaba satisfecho con el mundo
heredado, cuando joven, y menos aún
con éste.  

Pero no me puedo quejar, reconozco.
Que si pudiera...

domingo, 6 de junio de 2021

Actitudes sospechosas

(Estanislao Del Signo)

 

Entré a una licitación
por un subsidio
para poetas pobres y seniles.

Fui rechazado, no reunía
las condiciones:

No puede acreditar suficiente pobreza
ni daba el perfil poético solicitado.

Volví a leer El solicitante descolocado
y en la obscuridad de mi ergástula
vi la luz, se abrió mi entendimiento:

Un verdadero poeta
debe poder justificar su pobreza
y saber:  ser pobre, no es suficiente
condición poética.  Y ser poeta
nunca es suficiente.

No existe el empobrecimiento ilícito.
No es una opción válida ser pobre.

Bienaventurados los pobres de espíritu
porque no necesitan habilitación provisoria
ni reconocimiento oficial, no necesitan
tener vocación ni vida interior.

Hay que saber prescindir de todo.

¿Cuántas palabras necesita un poema?
¿Cuántos poemas necesita un hombre
para no ser pobre?

¿Dónde se encontraba el sospechoso
al momento en que se cometió el poema?

No sabe, no contesta.

A falta de coartadas o argumentos
que sirvan de atenuantes, el autor
anónimo confiesa, con humildad:

Nadie más humilde que un poeta.
Y dice más:
Esta frase no me pertenece.

Pero pobreza y humildad
no son sinónimos, hay que
reconocer.

El poeta se reconoce autosuficiente
y con premeditación y alevosía,
procede a licitar un aliciente.

viernes, 4 de junio de 2021

El valor del abrojo

 

 

(Teodoro Losper)

 

Lo cortés no quita lo valiente.

Al calor del valor
se enarbolan valencias, velas,
velámenes, volúmenes.

Valoramos el arrojo
en virtud de la valía, la utilidad
del riesgo, la aventura de jugarse,
oponerse:  confrontar el propio
valor con otro, una oportunidad
de obtener reconocimiento
y agregar valor.

Hay valores más reconocidos.

La violencia es un valor:
dudoso o no, casi todos los valores
que cotizan y gozan de reconocimiento
oficial, público y privado, contienen
violencia o proceden de ella.

El intercambio de valores
es una práctica común entre sujetos,
que se reconocen tales, en función
de ciertos valores asignados.

Para ejercer el comercio, hay que
tener valores: algún valor intercambiable
(todos los valores lo son)

Ser valiente, es un atributo valorable
pero no es suficiente para tener valor.

Valoramos el arrojo
en virtud de la utilidad.
La condición de útil, es la virtud
más valorada en toda escala de valores
que se precie.

La utilidad es algo que se arroja,
sin ella no habría comercio, ni valor,
ni sentido, ni adjetivos útiles como éste
y como valetudinario.

Y algo peor:
Careceríamos de vida útil.

miércoles, 2 de junio de 2021

El poema de amor

(Luis Espejo)

                    A mi amiga Imelda

 

 

Por vos mataría un monstruo:


Autor anónimo, poesía callejera.
Luce saludable, pensé, la idea de llevar la
poesía a la calle, dar vida a las paredes
y hacerla llegar al transeúnte, al viandante
o al hombre de la calle, figura genérica
si las hay, que nadie conoce mucho pero
seguro no cultiva el hábito de frecuentar
lecturas poéticas.

Claro, el poeta debe acotarse al espacio,
extremar la concentración en su capacidad
de síntesis:  pocas palabras, una línea o dos.
Algo que pueda leerse a paso de hombre,
mujer y todas las opciones de autopercepción
genérica conocidas y por conocer.

También hay que considerar los riesgos,
como que el muro elegido lo sea también
por quienes hacen pegatinas de afiches
publicitarios ó políticos, siempre a la busca
del consumidor incauto.

O peor, que el dueño de la pared no comparta
la idea poética, y responda con violencia que,
como sabemos, es la partera de la Historia.

¿Cómo asociar: parto, monstruo, muerte..?

Sí, falta el amor, que contiene la frase
sin nombrarlo.
El amor, su concepción romántica simbolizada
en esas cinco palabras: Por vos, mataría…
Matar a alguien como prueba de amor, es algo
muy antiguo. Hace siglos que venimos matando
por amor, y funciona… Juntar las pulsiones
opuestas por el vértice y convertirlas en ofrenda.


¿No es perfecto?


No, el monstruo es imperfecto, representa eso,
la imperfección, la alteración, lo anómalo
que debe morir, para que triunfe el amor
sobre lo amorfo.

Pero no, no pensé todo esto cuando leí al pasar,
después lo pensé. Y dado a pensar, encontré una
versión alternativa y superior:

Por vos mataría esta mosca…

 

Puede que luzca menos ostentosa y ambiciosa,
pero sin duda es más real, realizable y verosímil:
A todas luces, una mosca es alguien más accesible
y molesto que un monstruo, y el cambio del artículo
determinante “un” por el pronombre demostrativo
“esta” resuelve en forma concreta la aspiración
del amante por completar su prueba de amor, y
ahuyenta o espanta cualquier duda.

Por vos, mataría esta mosca…

Aunque hay otra forma de mantener la idea
original y no suprimir al monstruo, que es ajeno
a las demandas del amor, y evitar derramamientos
de sangre  -aunque sea de mosca-

Por vos crearía un monstruo.


 

L.E.

 
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