Translate

domingo, 30 de mayo de 2021

Alcanzo a fracasar

 

 

(Ricardo Mansoler)

 

Concentrarse en una palabra
es tan difícil, como
concentrarse en pensar sin palabras.


Yo fracasé, en una palabra.
Pero el sustantivo fracaso, es sólo
una palabra, como animal,
y sirve a otras como el verbo fracasar.

Los animales no suelen fracasar,
no saben, no fracasan
ni conjugan verbos como ser, fracasar,
reconocer.

Son ajenos a la utilidad del verbo
fracasar  (el fracaso es el mejor maestro,
sólo se aprende del fracaso…)

No perciben, no sienten que fracasen, ni
son capaces de capitalizar el fracaso.
Repiten experiencias de un modo natural,
sin producir evolución que valga la pena.

Son ajenos a las propiedades y servicios
de los verbos, e incapaces de gozar
del fracaso ajeno.

Bebo mi ajenjo, me concentro…

Las palabras son signos, abstracciones,
si nos abstraemos de ellas
queda la sensación, el instinto, los sentidos
como único argumento de la vida:

el animal desnudo

Pero los animales no piensan, pensamos.
No pueden abstraerse de su condición
animal, que acaso no merezcan superar.

No piensan:  tal vez sepan, no sabemos,
que si lo intentan pueden fracasar.

jueves, 27 de mayo de 2021

Corpus

 

 

(Asensio Escalante)

 

Hay cuerpos que revisten gravedad,
y otros que sólo revisten:  revistan
entre los que sólo sirven para vestir,
desvestir y revestir.

Hay cuerpos más razonables:
se incorporan a distintos centros y
grados de gravedad, y se adaptan
bien, como cualquier significante,
a la condición grave, esdrújula
o aguda.

(Los cuerpos esdrújulos extienden la
ilusión, sostienen la extensión de la
noción gravosa con cierto éxito)

Hay cuerpos que gravitan
con algún sentido y eficacia, y los hay
que satelizan, orbiculan, observando
una fidelidad envidiable  (Para los
cuerpos provistos de conciencia, cualquier
cosa puede ser objeto de envidia)

Hay cuerpos creyentes, excreyentes,
claudicantes, semovientes, replicantes.

Cuerpos que creen en la atracción
de los cuerpos, en teorías de cuerdas,
en la metempsicosis, en la serendipia,
cuerpos que creen en el desarrollo indefinido
de su masa encefálica, en la biomasa como
destino superior de los cuerpos, y en el
desarrollo de teorías aún desconocidas.

Hay cuerpos que sólo creen en lo que
no conocen, y cuerpos que no se reconocen
sino en relación a otros cuerpos.

Y hay cuerpos que son sólo metabolismo.
Entienden que la función central
de un cuerpo, es incorporar:  son propensos
a incorporarlo todo, y permanecen indiferentes
a todo aquello que no puede ser incorporado.

Hay otros cuerpos, que no parecen interesados
en producir rechazo ni atracción,
cuerpos extraños, cuyo centro de gravedad
puede estar en todas partes, es decir,
en ninguna. 

Se sabe poco de los cuerpos.

lunes, 24 de mayo de 2021

María Amelia

(Ricardo Mansoler)

 

María Amelia vive,
me escribe María Amelia
desde mi mano izquierda.

Escribimos sobre María Amelia
con María Amelia:

No está muerto quien escribe.

¿Escribir es vivir?

Tal vez no, pero es la función vital
de una lapicera  (en este caso, un
bolígrafo descartable de procedencia
china) y que creía extinta.

Tengo varias iguales, pero sólo
ésta tiene nombre:  María Amelia.

No suelo poner nombre a lapiceras
ni a otros objetos inanimados, que son
tantos…  Pero ella lo tenía, prolijamente
adherido a su cuerpo estilizado, cuando
la encontré en la calle, en la vereda de
un chino.  (Un bolígrafo chino, frente a
un comercio chino, no significa que su
dueña fuera, también, china)

Nunca sabré quien es la dueña
de María Amelia,
la verdadera María Amelia,
que tuvo la precaución de etiquetar
su lapicera descartable para no perderla:

Una tendencia de estos tiempos,
cada vez más nos aferramos a lo
descartable, y etiquetamos para ser
etiquetados.

La grafía cursiva, algo infantil, cuidada y
armoniosa, podría ser de una maestra, de
una profesora de solfeo, o de una alumna.
(María Amelia no parece un nombre de
alguien joven, las Amelias florecían hace
varias décadas: pienso en Amelia Bence,
y otras Amelias que conocí)

María Amelia, a quien nunca conoceré,
habrá aprendido, tal vez, que las precauciones
suelen ser inútiles, todo tiende a perderse,
más allá de la voluntad y sus recaudos.

Escrita o no, la ley se verifica
minuciosamente, y oponer resistencia
el perder el tiempo:  La pérdida natural
de todo, rige la vida de los organismos,
incluso de los más altamente organizados
y los que desarrollan el sentido de propiedad.

María Amelia, habrá olvidado a María Amelia,
pienso y escribo con ella.  Es probable que
haya descartado otras María Amelia después
de la que escribe ahora, estas que pueden ser
sus últimas palabras.

Nunca sabrá, María Amelia, que alguien
la encontró, y que escribió con ella
un poema descartable, como ella,
que se llama María Amelia.  



/ inédito

viernes, 21 de mayo de 2021

Víveres ajenos

 

 

(Remigio Remington)

 

Vi vencer
y vivenciar el propio
vencimiento
como fracaso y oportunidad.

Vi adalides aliades y enemigues.

Vi lo provisional
en su asidero vertical:
Vi al viandante feliz
en su visión binaria,
e infeliz.

Vi vigas resistiendo
el paso de los víveres
ajenos.

Vi más de lo que pensaba:
Ver para creer, pensé,
más no para pensar, barrunté.

Miré mi espada
y vi que amancillaba,
ya vencida y carcomida,
su puro óxido
en plenitud de funciones.

Vi acumular, dilapidar, clasificar:
ví más de lo que hubiera podido nombrar,
querido ordenar, deseado olvidar.

Fragmentos vigorosos
de humo puro,
filamentos gozosos
de un rumor acérrimo y vigente
entre dos signos circulares.

Vi cebar, antiguas sedes
con los restos diurnos
de un señuelo retráctil e inconsútil

Ví caer y celebrar.
Ví vertir por la ranura,
vi aprobar, vi invertir
la carga de la prueba.
Vi ver y vi callar.

II
Me volví,
para volver a verme
y en lo posible ser verificado
en tiempo y forma por
mis órganos competentes.

Ví verificar vencimientos
consensuar consignas
y elevar oraciones
ante el paisaje de términos
y el pasaje de fluído humano
a banalizar según protocolos
acordados.

Entreví:  ávidas aves rozagando
entre pólipos y pólices,
y entre jirones no binaries
entre sí.

Ví más de lo que podía pensar.
Miré mi espada, el óxido postrero.
Pensé en no verme y temblé….

Después se me pasó.
Tomé  vitagenol
y vi lo negativo.

miércoles, 19 de mayo de 2021

Los verbos negativos: dar

 

 

(Onésimo Evans) 


Hay que dudar de los sentidos dados,
de dadores y receptores,
deudores y acreedores.

Dadores, cuidadores, predadores,
preceptores y recepcionistas.

¿Por qué dudar del verbo dar?

Dar divide:

(y dada la división, surge la duda
fehaciente)

Para que haya un dador
tiene que haber un receptor.

Damos fe:  

Una vez iniciado este proceso,
no hay retorno;  todos somos
dadores y receptores, aceptamos
como algo natural, e incorporamos
la dependencia,
como elemento común a toda relación,
y propio  de la organización:

Lo dado.

Luego, observamos complacientes
como todo parece depender
de la oferta y la demanda
de dadores y receptores.

Yo dudaría del verbo dar, de su participio pasado
y de todos los sentidos dados



¿No sería mejor barajar y dar de nuevo?

martes, 18 de mayo de 2021

Hacia la plena ocupación

 

 

(Carlos Inquilino)

 

Venimos a ocupar:
ocupar espacios y disputar
con otras especies.

Hay una ocupación genérica
y otra específica.

Luego, la disputa evoluciona,
hacia adentro de la propia especie
ocupante:  los más aptos, ocupan más
y mejores espacios.

Esta disputa no tiene fin,
la distribución de espacios y propiedades
nunca es definitiva, está sujeta a evolución
y le asignamos el valor de un orden.
Aceptamos: la sociedad es dinámica.

Desde la conquista de la conciencia
y el acceso al Orden Simbólico, nos
reconocemos sujetos, portadores y productores
de conocimiento, y únicos productores
de sentido.

Esto nos diferencia de los otros animales,
incapaces de diferenciar, de valorar, de acumular
y de justificar su presencia con ocupaciones dignas
y producir alguna utilidad.

Habitan un plano inferior, sin aspiraciones, regido
por el instinto, un mandato biológico de evolución
tan lenta como dudosa  (una hormiga actual, es casi
idéntica a las originarias de hace un millón de años)

El conocimiento acumulado, nos indica que no hay
evolución sin orden.  El Orden Natural, si existiera
tal cosa, limitaba nuestras aspiraciones evolutivas:
Era algo que merecía ser superado.

Lo hacíamos, pero sin conciencia, de un modo natural,
tan solo por la necesidad de ocupar espacios: la
expansión es propia de la evolución, así como la
expropiación y la usurpación.

Ahora adquirimos conciencia.
Somos plenamente conscientes de nuestro mandato
evolutivo  (aunque la conciencia es algo que siempre
puede expandirse) y disponemos los recursos para
dar respuesta a ese hecho biològico.


Venimos a ocupar,
a conquistar, usurpar, desalojar y producir
nuevos sentidos.

Venimos a instalar otro sentido:
el verdadero sentido productivo, sostenible
y escalable a valores evolutivos confiables.

Sabemos que todo lo que existe en forma natural
nos pertenece. Son recursos naturales para nuestra
evolución, que es la del mundo sensible y de la vida,
desde que la evidencia científica nos confirma
como vanguardia evolutiva.

Todo lo que existe merece ser superado,
llámese Orden Natural, biomasa o sujeto
histórico.

Venimos a ocupar, creemos que el estado
de ocupación es el único capaz de dar respuesta
a todas las necesidades.

Sabemos que todos los Estados actuales
proceden de la ocupación.  Tenemos fundamentos
para expandir nuestra ocupación y combatir la
desocupación en todos sus frentes.

Venimos a ocupar y venimos a invertir,
la ocupación histórica es un hecho irrefutable
Hasta hoy, la ocupación se mantiene al tope
de las inversiones más atractivas.

Estamos en condiciones de afirmar:
la ocupación es la mejor inversión.

Sin inversión no hay desarrollo
ni evolución posible.

El estado de ocupación
es la más alta expresión
de la carrera evolutiva:

Venimos a ocupar espacios
y a disputar con otras especies
y otros ocupadores:

La sana competencia, es lo único
que impulsa la evolución.  Es natural
la necesidad de aumentar nuestra
competitividad:  Debemos mantener
lo conquistado y sostener el ritmo
evolutivo.


lunes, 17 de mayo de 2021

El arte de improvisar

 

 

(Dudamel Rambler)

 

Hay que acabar con la improvisación
en todos los ámbitos del conocimiento
conocidos.  Así como en el ámbito de la
función pública, privada y fisiológica.

En todos los ámbitos conocidos
hay improvisados.  Se debe poner límite
a la expansión descontrolada
de la improvisación en todas
sus expresiones:  

La improvisación genérica
genera más dudas que certezas:  
Nadie sabe
de lo que es capaz hasta que fracasa.

Hay que tercerizar la duda
para reducir el margen especulativo
e impulsar el conocimiento genuino o
verdadero, y su circulación.

Hay tres tipos de duda circulando:
Genérica, específica y cíclica. 


No confundir. Estamos cansados de los
improvisados que emiten juicios y conceptos
que no tienen fundamento teórico:

Para improvisar, hay que saber.
Nadie nace sabiendo improvisar
ni nace sabiendo:  se nace sin saber
y sin querer:  hay que improvisar.

Hay quienes llevan años aprendiendo
a improvisar, y aún no completan su
formación como improvisadores acabados.

Y hay quienes llevan años  improvisando,
sin haber aprendido nunca.  Son los llamados
improvisadores improvisados, y es fácil
detectarlos: siempre se repiten, no poseen
más recursos que los necesarios para
producir repeticiones y reproducirse.

Debemos actuar antes que sea demasiado
tarde, y procurar los medios y acciones
para reducir el área de circulación del
virus de la improvisación.

Pongamos un freno a la producción
automatizada de improvisadores,  
improvisaciones e improvisados
que sólo buscan la reproducción
de su modelo replicable…



(Este texto es de libre reproducción

y libre de contaminación ideológica,

según verificadores independientes)

 


domingo, 16 de mayo de 2021

La tortuga es torpe

 

 

(Ricardo Mansoler)

 

Todo el que escribe
busca reconocimiento
o busca placer
o busca cómplices.

Hay que reconocer:
todos sabemos o supimos
ser cómplices.

En otros tiempos, se buscaba
la gloria, la fama, acaso
la fortuna o bien, la trascendencia:

Aspiraciones enfocadas en
sustantivos femeninos…

II
La tortuga es torpe.
Ahora baja el escalón, percibo
el sonido de su cuerpo golpeando
contra el suelo  ¿es su peso lo que
le confiere esa torpeza?

La tortuga es un tortugo:  
Una torpeza que puede justificarse
en la arbitrariedad de la lengua,
que a algunas criaturas les asigna
el género femenino por capricho
(la araña, la mosca)  o masculino:
el mosquito tan mentado y combatido
es siempre hembra.

Esta tortuga es un tortugo, puedo dar
fe. La lengua, está signada por la
arbitrariedad.  El lenguaje que habitamos
y nos vincula con tortugas,  y otros
semejantes más o menos antiguos ,
menos o más evolucionados, se sostiene
en la arbitrariedad del signo, algo ya
estudiado y aceptado.

La evolución, responde a condiciones
arbitrarias, como la adaptación:

Evolución y adaptación
pertenecen al género femenino,
como la torpeza.

Tengo mis dudas sobre esta relación:
Me parece una torpeza
asignarle condición femenina
a la torpeza. 

lunes, 10 de mayo de 2021

El sentido experimental (27)

 

 

(Luis Espejo)

 




Creo en el ensayo y el error.
Creo en el error no forzado
y en la falta sistemática
como experiencia superadora.

Creo en la fortaleza que procede
de la acumulación histórica
de experiencia.

Creo en la sistematización
de la acción.

Todo sistema se sostiene
en la repetición, podemos repetir.

Hay que armarse una rutina
que pueda ser reproducida libremente.

Me peino,
después del baño matinal.

Repito:

me peino siempre igual.

Me miro al espejo:

La experiencia es un peine.

Me miro:   me identifico
pero no me reconozco.

Reconozco mi peine:  es éste,
puedo reconocer. El mismo peine,
el mismo espejo, dispuestos a
la práctica de rutina:   reproducir
el mismo peinado ya adquirido
y aceptado como experiencia
repetible y reproducible.

Ensayo y error:
El peinado no está logrado, puedo
reconocer y repetir el error
al infinito…

(No, me reconozco finito, no puedo
aspirar a repetir ese número, pero
puedo establecer una cantidad
y repetir: catorce)

La experiencia es un peine
al alcance del miembro,
de cualquier miembro, en sentido
genérico, capaz de manipular
el objeto-peine.

Me identifico pero no me reconozco.
Comparto pero no acepto:

Miro mi peine, me miro mirarlo en
el espejo.  Evalúo la situación:
el peine es exacto, está intacto, con
todos sus dientes en su sitio…
Se mantiene idéntico a sí mismo
a pesar del tiempo.

Reinicio mi peinado,
rectifico esa raya vacilante, corrijo:
reemplazo y anulo, hasta obtener
mi propio reconocimiento.

Con una mirada aprobatoria
del espejo, concluyo el ensayo
tantas veces repetido.

El poema no va a mover un dedo.
Al poema no se le mueve un pelo,
ni se despeina el poema, verifico,
ante el ensayo de una mueca vacilante
que el espejo reproduce:

El poema es un ensayo, se puede repetir:

La experiencia es un peine
-sentenció el filósofo-

Uno se peina en un sentido,
gracias al peine me siento peinado
en un sentido determinado.

Me autopercibo en el sentido
que verifico en el espejo:
Soy yo, Luis Espejo, peinado
con sentido y en pleno uso de sus
facultades especulativas.

Siempre es bueno tributar a un sentido
aún cuando sea perfectible:  

Soy el que peina
Soy el peinado

Peina tu metáfora
con cuidado y esmero y,
de ser posible, con pasión.

Hay un sentido en el peinar,
en el peinado escogido como sentido
y en la fidelidad debida a ese
peinado dado que se desea repetir.

Hay un sentido en la acción de peinar,
en la palabra peinarse, en el verbo
que torna en adjetivo al concluir
la acción del sujeto peinable.

Complace frecuentar ese sentido
que se reproduce como mecánica:
Restablecer el orden
como último deseo.

El sentido provée orden:
el peinado puso orden,
sentido y peinado,
dos participios pasados
tributando al nuevo orden.

Peinamos el sentido.

El Orden hace posible
la repetición metódica y sistemática
y la ilusión de evolución por
repetición.

Repetimos la metáfora divina:

La experiencia es un peine
-reproducción parcial-

Podemos compartir:

Si hay algo que no se comparte
es el peine.


miércoles, 5 de mayo de 2021

Exacto

 

 

(Ricardo Mansoler)

 

Para ser más exacto
habría que extenderse más allá
de estos límites
o extralimitarse hacia los centros.

Para ser más exacto
habría que abandonar el poema
presente, correrse al interior,
salir del modo presencial
-siempre dudoso-  hacia la
quintaesencia precisa de los modos
y formas exactos que
que pueden rastrearse en el pasado.

Al presente,
no hay adjetivo exacto.

Para ser más exacto,
habría que abandonar el Presente,
desandar dudas y deseos brumosos
y observar inmóvil el reflejo
de la propia máscara de proa.


II
Dejar reposar
el poema, en su cultivo natural
y extinto,  y volver a la prosa
en busca de mayores precisiones
para ser más exacto.

Aprovechar la zozobra de las horas
y en el tiempo excedente
corregir el derrotero
con un movimiento firme, dudoso,
imperceptible.

Para ser más exacto
todo movimiento  tiende al pasado,
donde reposan los cuerpos exactos
e inexactos.

Para ser más exacto
habría que esperar que pase
el temporal, aspirar al silencio
y alivianar la carga, arrojando
el lastre por la borda…

Para ser más exacto
habría que limar los bordes
y bordear los límites
que progresan a babor.


Para ser más exacto
habría que abandonar la nave
cargada de presentes
y amaromar los vientos
que vienen del pasado.

 

martes, 4 de mayo de 2021

Cápsulas autóctonas

 

 

(Luis Espejo)

 

Gráciles cápsulas,
sus vértices versátiles
eméritos emergen
al margen de órdenes simbólicos
y esfínteres vernáculos.

Gráciles cápsulas,
sin ejes y sin válvulas
cual púbises impúberes,
ofrecen sin escrúpulos
como dóciles dátiles,
sus múltiples decúbitos. 



domingo, 2 de mayo de 2021

El Ser Selectivo II (texto parasitario)

 

 

(Tomás Mercante) 

 

Hay que ser selectivo,
pensaba para mi mientras leía
una selección de poemas
de autores escogidos.


La propia Naturaleza es selectiva
y se encarga de darnos pruebas
a cada momento:

Por algo recogí este gato, y no otro.
Por algo este gato me adoptó a mi.

Por algo sale y siempre vuelve,
por algo acaba de capturar este pájaro
y no otro:  una paloma torcaza, cuya vida,
sin que ella pueda saberlo, ahora depende
de mi, que sin creer demasiado en el destino
(¿sería ese el suyo?)  abandono el poema
para rescatarla de las fauces de su predador,
mi gato, al que después le pediré perdón
como dios manda…

No, no creo en dioses, pero él obedecía un
mandato biológico. No eligió ser gato, y la
torcaza era su presa, la obtuvo en buena ley,
le pertenecía. ¿Quién sería yo para alterar el
Orden Natural y sus sentidos de pertenencia?
¿Qué autoridad me cabe para proceder contra
el instinto animal, natural y popular?

¿Hay más preguntas?

Puede haberlas, pero gracias a la Selección
Natural, esta conciencia superior, propia de
un metabolismo altamente organizado,
puede ofrecer disculpas al gato y,
sin esperar saber si las acepta, volver
al poema altamente organizado, 

en condiciones naturales...



El Ser Selectivo

 

 

(Tomás Mercante)

 

Hay que ser selectivo
si se quiere tener algún futuro.
Si llegamos hasta acá
los que llegamos, fue por
la selección natural.

El Ser Selectivo
no teme al futuro:  el futuro
siempre fue incierto
para los que vacilan.

El Ser Selectivo no lo ignora
ni vacila:
Sólo ignoro lo que necesito,
selecciona.  

Lo único necesario es adaptarse
a la realidad conocida, adoptar
pensamientos amigables, elegir
la opción correcta y tomar buenas
decisiones.

La adaptación es una buena decisión,
incluso cuando no se eligió la opción
correcta y se sufren las consecuencias
de decisiones deficitarias.

La adaptación resuelve cualquier
contradicción:  este destino no es
el que hubiera querido ni deseado,
pero pude adaptarme con éxito.

En cualquier caso, el Ser Selectivo
sabrá adaptarse a las condiciones
y tendrá oportunidades para seguir
seleccionando.


El Ser Selectivo, siempre tiene futuro:
Sabe que el futuro no es para cualquiera,
es para algunos elegidos.

La aptitud de adaptación, permite al S.S.
modificar conductas, adoptar nuevos hábitos
y necesidades, con un criterio selectivo.
Hay que avanzar sobre seguro:

Son pocos los pueblos elegidos,
y ninguno confirmó su condición.
Pero tenemos la certeza:
Nadie sobrevivirá.



 
Licencia Creative Commons
http//ahoraqueestasausente.blogspot.com se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.