(Ricardo Mansoler)
Para ser más exacto
habría que extenderse más allá
de estos límites
o extralimitarse hacia los centros.
Para ser más exacto
habría que abandonar el poema
presente, correrse al interior,
salir del modo presencial
-siempre dudoso- hacia la
quintaesencia precisa de los modos
y formas exactos que
que pueden rastrearse en el pasado.
Al presente,
no hay adjetivo exacto.
Para ser más exacto,
habría que abandonar el Presente,
desandar dudas y deseos brumosos
y observar inmóvil el reflejo
de la propia máscara de proa.
II
Dejar reposar
el poema, en su cultivo natural
y extinto, y volver a la prosa
en busca de mayores precisiones
para ser más exacto.
Aprovechar la zozobra de las horas
y en el tiempo excedente
corregir el derrotero
con un movimiento firme, dudoso,
imperceptible.
Para ser más exacto
todo movimiento tiende al pasado,
donde reposan los cuerpos exactos
e inexactos.
Para ser más exacto
habría que esperar que pase
el temporal, aspirar al silencio
y alivianar la carga, arrojando
el lastre por la borda…
Para ser más exacto
habría que limar los bordes
y bordear los límites
que progresan a babor.
Para ser más exacto
habría que abandonar la nave
cargada de presentes
y amaromar los vientos
que vienen del pasado.
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