(Dudamel Rambler)
Hay que acabar con la improvisación
en todos los ámbitos del conocimiento
conocidos. Así como en el ámbito de la
función pública, privada y fisiológica.
En todos los ámbitos conocidos
hay improvisados. Se debe poner límite
a la expansión descontrolada
de la improvisación en todas
sus expresiones:
La improvisación genérica
genera más dudas que certezas:
Nadie sabe
de lo que es capaz hasta que fracasa.
Hay que tercerizar la duda
para reducir el margen especulativo
e impulsar el conocimiento genuino o
verdadero, y su circulación.
Hay tres tipos de duda circulando:
Genérica, específica y cíclica.
No confundir. Estamos cansados de los
improvisados que emiten juicios y conceptos
que no tienen fundamento teórico:
Para improvisar, hay que saber.
Nadie nace sabiendo improvisar
ni nace sabiendo: se nace sin saber
y sin querer: hay que improvisar.
Hay quienes llevan años aprendiendo
a improvisar, y aún no completan su
formación como improvisadores acabados.
Y hay quienes llevan años improvisando,
sin haber aprendido nunca. Son los llamados
improvisadores improvisados, y es fácil
detectarlos: siempre se repiten, no poseen
más recursos que los necesarios para
producir repeticiones y reproducirse.
Debemos actuar antes que sea demasiado
tarde, y procurar los medios y acciones
para reducir el área de circulación del
virus de la improvisación.
Pongamos un freno a la producción
automatizada de improvisadores,
improvisaciones e improvisados
que sólo buscan la reproducción
de su modelo replicable…
(Este texto es de libre reproducción
y libre de contaminación ideológica,
según verificadores independientes)
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