(Onésimo Evans)
Ningún círculo es perfecto
(pero es bello concebir
que circulamos en armonía
cósmica, que las ideas circulan
libremente y todo es parte
de un circuito superior que
tiene a la perfección
como fin último, mientras confiamos
en palabras que circulan, redondeando
nuevas ideas, más o menos bellas
o felices, y observamos leyes,
cuadraturas, órbitas y obras humanas
que circulan con mayor o menor
fortuna)
En un círculo vicioso
nada es azaroso.
El movimiento uniforme
y el sentido único
garantizan el éxito:
un viaje seguro,
no es preciso cobrar conciencia
ni pagar peaje.
(este pasaje puede ser reproducido,
es de libre circulación)
II
El éxito de la repetición
redunda en la proliferación
de bellas imágenes y nociones
de apariencia novedosa, que
tributan a modelos circulares:
Círculo cerrado, radio de acción,
altas esferas, redes neuronales que
conectan círculos circunvecinos
con metáforas simétricas
que se reconocen entre sí,
redondas y perfectas:
Economía circular,
no hay desperdicio, todo se recicla
en el círculo vicioso.
Ningún círculo es perfecto,
pero todas las disciplinas que circulan
le asignan un lugar central, un valor
axial en la evolución del conocimiento.
Entre las figuras geométricas conocidas,
es, sin duda, la más perfecta y útil:
Permite extraer una información
casi infinita (el movimiento circular
nos ayuda a concebir la noción de
infinito)
El tiempo circular, los ciclos que suceden,
especies que perecen y perimen
en el marco del perímetro evolutivo.
Todo circula, no hay vida sin circulación.
III
Salgo a circular,
doy un rodeo.
Giro,
miro a la redonda:
ningún merodeador alrededor
rondando, excepto yo,
observador imaginario
en el centro del poema circular
que se reinicia, en virtud
de sus materiales reciclables.
Salgo a calibrar
y vuelvo, corroboro:
Lo importante es circular,
el sentido es indistinto,
todo vuelve:
el círculo cerrado es un pleonasmo.
Ningún círculo es perfecto,