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miércoles, 28 de diciembre de 2016

Sentido del deber

(Abel A. Borda)



No todos queremos ser libres,
la mayoría no: nos conformamos
con algunas libertades,
la libertad tiene un precio;
siempre hay que pagar,
para participar, para observar, para
esperar afuera. Se paga la comodidad
y se paga el desapego, se paga todo el
tiempo, se paga con el cuerpo.

Hay cuerpos que deben
todo lo que son
(si el volumen de la deuda coincide
con el cuerpo, se obtiene la expresión
perfecta del sentido del deber:
“Sólo siento lo que debo”)

Una forma de integración
a la realidad sensible: siento que debo
(el deber es un sentimiento, y la deuda
es constitutiva del sujeto, que debe
integrarse a un orden preexistente,
ocupar un lugar en un mundo ya armado,
casi siempre hostil, violento y poco acogedor.
Debe hacerse un lugar, debe luchar, debe
negociar: debe pagar)

Los derechos se conquistan, suelen ser
resultado de largas y cruentas luchas:
Hay un costo.

Hoy gozamos de ciertas libertades
y algunos derechos: nos reconocemos
sujetos de derecho y la evolución
ha establecido derechos humanos
casi universales.

Entre los derechos humanos
que reconoce el mundo civilizado,
el primero es el derecho de piso.


domingo, 25 de diciembre de 2016

Propiedad y Goce

(Abel A. Borda)



El intercambio, no sólo es algo natural
entre los cuerpos animados: es lo que
impulsa sus diversas relaciones.


Un intercambio fluído (comercio de los
cuerpos -con o sin pasaje de fluídos-, comercio
de bienes y mercancías, comercio de la palabra,
contribuyen a la movilidad social en el marco de
un desarrollo saludable)

El intercambio puede estar asociado al goce:
El goce es una propiedad de la materia animada.

En las comunidades humanas, el goce está acotado
por los límites que impone la cultura. La organización
social establece y regula las condiciones del goce.
Cada cultura prescribe y delimita los goces permitidos.

La noción de goce, mantiene una relación íntima
con la de propiedad (este enunciado goza de ciertas
propiedades)

La función social de la propiedad no se conoce,
pero el fin último de la propiedad es el goce.

Toda propiedad es un bien (aún la malhabida)
y constituye un activo, incluso en el caso de una
propiedad ociosa: hay un estado de reposo que
puede considerarse activo.

Las propiedades pueden adquirirse, obtenerse,
conquistarse, ocuparse, compartirse, ocultarse,
heredarse, dividirse, ampliarse, enajenarse y
también desconocerse, pero siempre se gozan.

La forma natural de obtener propiedades es la
apropiación -legítima o ilegítima- la herencia,
la conquista, la usurpación y la negociación.
Aunque la forma superior es la especulación.

Hay propiedades naturales y adquiridas; las más
naturales son las adquiridas.

Hay propiedad común y propiedad privada: la
más común es la propiedad privada.

La propiedad no sólo objetiviza la libertad individual,
como observara el filósofo, sino que determina las
relaciones entre sujetos: estos se relacionan por medio
del comercio, la producción y la reproducción, tres
acciones relacionadas con la propiedad.

La propiedad es un hecho histórico, producto de la
evolución natural  y el desarrollo social.
La noción, el concepto de propiedad sólo puede
ser accesible y practicable en organismos con un alto
grado de desarrollo de la conciencia individual.

(Algunos pensadores sostienen que la propiedad
representa el sentimiento más humano, aunque otros,
más cautos, desestiman tal afirmación por excesiva:
es sólo el más desarrollado,  observan)



sábado, 17 de diciembre de 2016

Sujeto y descendencia

(Abel A. Borda)


Desciendo del sentido,
dice el sujeto propio.
El sentido es una propiedad,
una de las propiedades del
sujeto: El sujeto, tiene propiedades
y funciones dondequiera que se encuentre.

Desciendo del sentido conocido,
dice el sujeto que desciende -sin este
conocimiento no hay sujeto, y sin sujeto
no hay conocimiento-

El conocimiento es condición evolutiva,
así como la evolución es condición del
conocimiento.

La producción de conocimiento no es
algo natural al sujeto, aunque todo sujeto
produce conocimiento.

El sujeto no es algo natural, es creado
por el lenguaje: una creación artificial,
arbitraria por definición -las definiciones
sólo son naturales a los sujetos-

No todo conocimiento es necesario.
Ni toda producción es necesaria.
Pero necesitamos producir conocimiento,
conocemos la necesidad de producir.

Gracias a la producción, podemos dividir:
Sujetos activos y pasivos, productivos y
ociosos.

La división es parte del conocimiento,
hay conocimiento objetivo y subjetivo,
pero en las sociedades divididas
un sujeto sólo puede integrarse
desde su propia divisibilidad,
para poder reproducir las condiciones
de producción de sujetos.

El sujeto se reproduce por división
-aunque hay quienes afirman
lo contrario--

 


sábado, 10 de diciembre de 2016

El gato, criatura superior

(Ricardo Mansoler)



Hay teorías:
El gato no es de este mundo,
dicen algunos. Fue traído por
otros visitantes en épocas remotas.

Hay teorías que sostienen que
tampoco nosotros somos de este
mundo: seríamos parte de alguna
colonización interplanetaria.

(Esto cobra cierta verosimilitud
a juzgar por la relación que entablamos
con la Naturaleza: somos como una plaga
devastadora que depreda y se reproduce
sin control)

Pero el gato, más allá de las teorías, sigue
siendo una de las mascotas más populares
entre nosotros.

El hombre domesticó al perro, al gato no
(no pudo o no quiso) aunque aceptó su
compañía.

La búsqueda de utilidad es lo que impulsa
toda acción humana. El perro, supo mostrarse
útil, ofreciendo diversas prestaciones a partir
de su aptitud para la obediencia y su vocación
de servicio. Necesita reconocer a su amo, y
complacerlo. La subordinación es su mayor
valor, lo que lo hace útil.

El único servicio que presta un gato, en cambio,
es mantener a distancia a ratas y ratones, antiguos
huéspedes que nos resultan indeseables a pesar
de su aspecto inofensivo y de ser nuestros ancestros:
los primeros mamíferos. Pero el gato no necesita
ser domesticado para cumplir su función: caza
por instinto.

Las ventajas comparativas saltan a la vista -como
los gatos-

Suelen ser silenciosos, y sus emisiones no suelen
ser agresivas, salvo en situaciones extremas como
la pelea con otro gato.

Son limpios, no hace falta educarlos, no necesitan
que se los bañe: ellos se ocupan de su higiene.

No necesitan abrigo, ni bozal, ni paseador, ni
peluquero, instructor o entrenador. Ni cucha, ni
collar.

El gato, no es sólo un eximio cazador de insectos,
roedores y otras criaturas molestas o indeseables.

Es también una inmejorable compañía para
aquellos que están solos (e incluso para quienes
no saben que lo están)






lunes, 21 de noviembre de 2016

Defensa y reivindicación de la acción dudosa

(Epifanio Webber)



Dícese que la vida es acción,
una reducción que no todos compartimos

(Aunque la reducción es una acción vital:
sin ella no hay representación, luego no
hay lenguaje, y sin lenguaje no hay sujeto)

Algunos especulan que la vida es pura reducción
-otros la reducen a la acción especulativa- 
pero esta reducción es incompleta:
no contempla la pasión, un signo vital que
puede permanecer irreductible, como tampoco
un hecho histórico que es capital en organismos
altamente diferenciados y sujetos:
la acumulación (la mayoría de nuestras acciones
son respuestas a otras, son reacciones. Y sólo
somos capaces de reacciones adecuadas gracias
a la experiencia acumulada)

Se habla de “entrar en acción” o de “pasar a la acción”
pero nunca de “pasar a la inacción”, lo que significa
que la acción no es algo natural.

Tampoco: “pasar a la pasión”, una expresión de mayor
pretensión poética pero que resuelve en contradicción:
el tiempo siempre pasa, pero la pasión resiste, aún
en el caso de la llamada pasión dudosa.



domingo, 20 de noviembre de 2016

Versiones

(Vicente Narioh)


La escritura nos sirve:
entre otras cosas, para diferenciarnos
de aquellos animales que no escriben.

La escritura nos sirve: sirvámonos.

Podemos escribir en distintas circunstancias,
bajo diversas condiciones, en una dirección
u otra, en cualquier momento de la vida
podemos escribir: Escribir es humano.
La escritura  -como los animales-  nos hace
más humanos.

La escritura nos sirve como hábito:

La práctica continua y sistemática, crea el
hábito; una vez adquirido el hábito, ya no
se deja de escribir: el hábito se hace necesidad
y escribir se vuelve algo tan natural como fumar.

(Hay quienes fuman mientras escriben y quienes
escriben mientras fuman)

La escritura es un instrumento de superación:
Más allá de la inspiración, que es fluctuante y
azarosa, el ejercicio regular y riguroso del hábito
en el tiempo, permite verificar casi siempre
alguna evolución: es difícil que alguien reconozca
que antes escribía mejor. En condiciones naturales,
la tendencia suele ser la inversa: se tiene a alguna
clase de evolución.
Por el contrario, es normal -habitual- que el sujeto
no suscriba mucho de lo que hubo escrito en el pasado:
“Hoy no escribiría ésto”. Es natural, pocas cosas
resisten el paso del tiempo, y entre los seres vivos,
ninguno.

El tiempo nos modifica, más allá de la propia percepción,
voluntad y deseo. Por eso, algunos insisten en la necesidad
de publicar sin demora, antes de arrepentirse: primero
publicar, luego escribir; tal la fórmula de un poeta muy
reconocido entre iniciados. Otros, como J. R. Jiménez,
aconsejaban lo contrario: guardar los poemas en un cajón
y esperar que el tiempo haga su trabajo.

En cualquier caso, resistir al tiempo es trabajoso: entre
tanta escritura acumulada hay poca que lo logra.
Si se piensa en eso, el trabajo de escribir no es alentador.
Mejor no pensar. Pero para escribir hay que pensar: el
pensamiento nos diferencia de otras criaturas y hace
posible la literatura, pienso, luego escribo (Hubo un
poeta que proponía la fórmula inversa: escribir, después
pensar)


sábado, 5 de noviembre de 2016

Libre elección

(Abel A. Borda)



Ya no se habla del mundo libre,
a partir del fin de la guerra fría
pasó a ser un anacronismo:
ya no hay mundo libre
ni cortina de hierro.

¿Adónde está la libertad?
Se preguntaba un músico popular
hace más de cuarenta años
haciendo uso de cierta libertad.

La libertad de expresión se impuso
como valor de uso: cada cual puede
expresar su opinión con libertad,
aún cuando no tenga opinión formada
o carezca de opinión propia -y sólo
tenga una opinión formada-

La libertad es un término muy amplio:
el sujeto libre sigue siendo una contradicción
retórica. No se puede aspirar a una libertad
absoluta: conocemos límites.

Aunque gozamos de ciertas libertades:
libertad de comercio, libertad de culto,
de vientres y del libre juego de la oferta
y la demanda ¿Hace falta más?
Tenemos el derecho a la libre asociación.

La libertad de expresión es un signo
de desarrollo: En condiciones naturales
hace posible que todo tipo de expresiones
circulen libremente entre sujetos, con diverso
grado de desarrollo y distintas capacidades
expresivas -todos tenemos capacidades
diferentes: hay diferentes modos de expresar
las capacidades, tanto como las incapacidades-

La libertad de expresión no significa libertad
de pensamiento: conocemos ciertos límites
para el ejercicio de la libertad; a veces, hay
que optar -la libertad suele conducir a una
opción, hay que elegir: adoptar la opción más
sustentable es lo correcto-

Así, entre la libertad de expresión y la libertad
de pensamiento, y ante la dificultad de establecer
una relación sin conflicto entre ambas, aceptamos
que es más útil la primera: ¿De qué nos serviría
la libertad de un pensamiento propio que no
podemos expresar con libertad?


lunes, 31 de octubre de 2016

El placer acotado

(Onésimo Evans)


Los placeres son cortos,
leo en un poema corto.

Corto. Tengo suficiente:

La voluntad declina,
la pasión se apaga o
se disipa.

A cierta altura, sólo se puede
leer poemas cortos:
es difícil que alguno pueda
justificar su longitud ¿cuántas
líneas requiere la eficacia de
un poema? ¿cuántas palabras
necesita un hombre para lograr
el poema justo?

Los placeres son cortos,
el poema debe ser acotado
tanto a la necesidad y al interés
del lector como a su capacidad
de atención y concentración:

El poema debe adoptar
una disposición y un volumen
amigables a las condiciones de
su destinatario -todo poema
necesita un destinatario, para tener
un destino más o menos poético-

El lector moderno tiene poco tiempo,
y el emisor debe ajustarse a las
condiciones objetivas: el tiempo
apremia, el lector de poemas huye
de la extensión, busca intensidad,
resoluciones inmediatas, satisfacción
instantánea. No puede demorarse,
no puede distraerse.

Versos breves  -no más de siete
sílabas-  pocas líneas,  no hay
mucho para decir que no haya sido
dicho -probablemente con mejor
fortuna-

El poema, sabe que debe competir,
no sólo con otros poemas: abundan
estímulos diversos que tientan al lector
potencial prometiendo algún placer
efímero -los placeres son cortos-

Versos cortos y pocos,
la reducción suma a la condición
poética, tanto como a la aptitud
competitiva del poema:

Los placeres son cortos,
los pesares son largos...


miércoles, 26 de octubre de 2016

Ritmo armónico

(Carlos Inquilino)



Arma tu ritmo
con tus propias armas
-hay armas nobles, innobles,
genuinas y dudosas-

Al ritmo no le importa
la calidad de las armas:
el ritmo no tiene ética,
el ritmo es movimiento,
energía cinética.

Al ritmo sólo hay que sostenerlo:
sostener un ritmo es una buena
decisión: decidir medir, obedecer
una medida dada -hay que darse
al amor-

Ama tu ritmo,
el amor y el ritmo son cuestión
de tiempo; no hay tiempo sin
medida.

Hay tiempos fuertes y débiles,
simples y compuestos: hay
contratiempos.

El ritmo se compone:
hay ritmos binarios y ternarios,
hay un ritmo biológico y un ritmo
ontológico, un ritmo cronológico
y un ritmo patológico: todos
requieren obediencia, sumisión

-No sé si tengo una misión, pero
pero tengo ritmo-

El ritmo es la base de todo:

Sin ritmo, de poco sirve la armonía.
El ritmo es anterior a la armonía
y a la palabra ritmo.

El ritmo es un lenguaje en sí mismo
que antecede a todos los lenguajes.

El ritmo tiene un origen
que se desconoce, pero
tenemos al menos dos certezas:


El ritmo no es algo que pueda
ser definido  (hubo quienes lo
intentaron, sin éxito:  no hay
una definición definitiva)

Dos:  

El ritmo no tiene

fin.








domingo, 16 de octubre de 2016

Altibajos

(Ricardo Mansoler)



Hay altibajos,
en la obra de cualquier autor,
en la experiencia de escribir
se asciende y se desciende, hay
altibajos dentro del poema:
momentos de cierta lucidez,
y puntos obscuros.

Hay poetas que se encomiendan a los dioses.
Hay poetas que invocan a las musas.
No hay poetas que convoquen a las masas.

El poeta no puede ser masivo
ni aspirar a más: es un sujeto.

Puede elevarse y observar,
desde una altura saludable
su propio abismo: lo inexpresable
es el faro que atrae a los poetas
como canto de sirenas (la atracción
del agujero negro)

El poeta puede hundirse
o elevarse, sublevarse y pronunciarse
en cualquiera de los sentidos conocidos.

Puede ser claro u obscuro,
hay clarobscuros
y grises de distinta intensidad.

El poeta -hay altibajos-
es siempre una contradicción
irreductible: es un sujeto.

No puede atribuirse otra representación
que la propia, lo que no es poco ni es sencillo:

En los tiempos que corren
cada vez cuesta más mantener
un pensamiento propio.



lunes, 10 de octubre de 2016

Experiencias

(Ricardo Mansoler)



La muerte del autor, escribía Barthes.
Todo autor está muerto, confirmaba Agamben.

Autores vivos y muertos
discurren sobre el tema con mayor
o menor autoridad: nadie puede permanecer
ajeno, nos incumbe a todos y nunca pierde
vigencia; sigue siendo algo misterioso, y
a la vez, la única certeza de la vida.

Los poetas siempre se ocuparon de la muerte,
uno de los temas centrales de la poesía,
junto al amor y la guerra.

Cinco décadas de poemas, reza el título
de una nota que acabo de leer, presentando
dos textos de un poeta: Un buen poeta,
puedo afirmar desde mi juicio subjetivo;
entre los dos poemas me gustó el segundo.

Sin embargo, más allá de la calidad poética,
no puedo dejar de detenerme en las dos
últimas palabras de la nota que lo presenta:
Muerto recientemente.

Pareciera que la muerte reciente del autor
sumara un atractivo extra, exterior
a los poemas.

La primicia de la muerte como un valor
agregado: no será lo mismo para el lector
la experiencia de la lectura con un autor
muerto hace diez, veinte o cien años,
que la de alguien que acaba de morir, que
hasta hace días era uno de los nuestros
(o uno de nosotros)

Muerto recientemente: Hay autores que sólo
son reconocidos o valorados después de
muertos; otros no: ni antes ni después.
Pero hay algo morboso en esa atracción
que yace en la proximidad de la muerte
"La tumba es todavía /  un sexo de mujer
que atrae al hombre" concluía un poema
de... (No importa el autor, está muerto) 

Cuando murió Borges, aumentó la venta
de sus libros. Lo mismo había ocurrido
antes con Cortázar. ¿Algo alteró en ellos
la experiencia de la muerte del autor?

La experiencia,  así se titula el segundo
de estos dos poemas   -un poema sobre
la muerte.



viernes, 23 de septiembre de 2016

El amor vence

(Pascual Rambler)



Estamos hechos de amor,
oí decir a una cantante de rock.

-Hay quienes aman el rock,
y quienes lo odian:  sentimientos
que se necesitan entre sí-

El amor une
más que la necesidad,
aunque no pueda considerarse
un signo vital:  hay metabolismo
antes y después del amor.

El amor es ciego, como la fe:
ambos sentimientos comparten
esa discapacidad.

La fe mueve montañas, pero el amor
es más fuerte. El amor vence: tiene
vencimiento.

El amor es una fórmula expansiva
que tiende a la unidad -uno se une
o quisiera unirse a lo que ama-

La unidad hace la fuerza.
Sólo los fuertes pueden prescindir
del amor: un amo no ama, no es presa
de las necesidades del amor; sabe que
amar es depender, y toda dependencia
es signo de debilidad.

La debilidad no es algo que se ame
-lo débil puede despertar compasión,
lástima, ternura, pero nunca amor-
Los débiles lo saben: para aspirar al amor
deben ocultar su condición, deben fingir
-algo trabajoso pero que con la práctica se
vuelve natural-

En realidad, todos fingimos: todos tenemos
alguna debilidad que ocultar; nadie se muestra
como es. Los mejores amantes son los mejores
simuladores; creen en lo que representan hasta
el punto de confundirse con su personaje.
Son los que mejor actúan.

Actuar es un trabajo.
El amor es trabajoso: Hay que sostenerlo,
alimentarlo, mantenerlo.

Pero el trabajo dignifica; y más aún
el trabajo insalubre -aunque la dignidad
es un valor relativo, un valor ajustable y
dudoso: como todos. Y como el amor
al trabajo-


sábado, 17 de septiembre de 2016

Otro canto a la unidad

(Epifanio Webber)



No son las once,
confío en mi reloj biológico:
es hora de confiar -a cierta altura
se debe confiar en algo, para sostener
la continuidad de todo-

Uno puede confiar en uno, hasta
cierto punto: la unidad es un estado
dudoso, una condición subjetiva y
casi siempre provisoria, si no efímera.

No poseemos conciencia de unidad
más que en ralación al cuerpo: incorporar
y emitir son las funciones propias de los
cuerpos animados que se perciben a sí mismos
como unidades autónomas. Fuera de eso,
sólo exhibimos alguna conciencia de unidad
en torno a causas banales y dudosas (Somos
mayoría los que deseamos la cortesía / somos
un movimiento heterogéneo / Somos la religión
del futuro / Somos un rebaño que sabe lo que quiere /
Somos muchos más que dios / etc.)

La propiedad de la conciencia no es algo que
nos una en un sentido superador: la conciencia
de la propiedad no sirvió para unirnos ni para
mejorarnos en un sentido evolutivo.

No se puede poseer más que una cantidad.
La propiedad es un sentimiento cuantitativo.

Yo soy aquel que ayer nomás contaba,
enumeraba, incorporaba cantidad
al canto conocido y decantado
por la experiencia histórica -la historia es
acumulación de experiencia-

El canto puede unir, en forma provisoria,
a los que cantan lo mismo -la armonía descansa
en la división del trabajo-

Hay quien goza con el canto y quienes gozan
oyendo cantar a los que cantan. El goce es un signo
vital: es saludable que alguien cante, aunque nadie
quiera oírlo, y produzca su propio goce.

Cantar es sano y es humano, aunque no sea algo
exclusivo de la especie: no inventamos el canto;
el canto es anterior a la palabra, más antiguo que
la rueda -aunque menos que el canto rodado-

El canto oxigena y produce endorfinas. Producir

es bueno: es justo que cada uno produzca al menos
lo que consume.

Producir endorfinas, oxitocina, dopamina e incluso
adrenalina son acciones productivas.

La acción productiva suele crear dependencia: El
trabajo de producir puede generar adicción, pero
se sigue considerando un pasatiempo sustentable.

Se busca generar nuevas fuentes de adicción.

martes, 13 de septiembre de 2016

El conocimiento y el amor

(Dudamel Rambler)



Se debe educar en el amor,
quien educa debe mostrarse amable,
expresar amor por lo que hace y
transmitir ese amor junto al amor
al conocimiento.

Se debe educar en el amor,
para inculcar amor:
amor a incorporar, a conocer,
a compartir.

Incorporar es un trabajo:
Se debe procurar introducir
el amor al trabajo, junto al
conocimiento de valores humanos
como la dignidad, la libertad y la
justicia.

Se debe transmitir, de un modo
natural la necesidad de incorporar
y adoptar estos valores.

Aunque sepamos que el amor, la
libertad, la justicia ni la educación
o el trabajo son algo natural.

Los valores no son algo natural:
Al nacer no tenemos ningún valor.

Lo natural no es el sujeto, que juzga
y califica según valores adquiridos:

Lo único natural es adquirir,
incorporar, obtener: tres verbos
relacionados con el placer -el
placer puede obtenerse, a diferencia
del amor, que sólo se da cuando se da-

Se debe educar en el amor,
hay que darse al amor:
hay que darse,


“Amar es dar lo que no se tiene
a alguien que no lo quiere”





lunes, 29 de agosto de 2016

Medir

(Tomás Lovano)

                        "No midas tus palabras, mide
                                          más bien la orina del conejo"
                                          Alvaro Mutis


Medir es conocer: necesitamos medir,
medirnos, conocernos;  conocer la medida de
todas las cosas para entender sus causas, captar
sentidos y poder reproducir.
No sabemos cuál fue la primera medida humana,
pero sin duda ha sido ese el momento en que
comenzamos a diferenciarnos de los otros
animales.

El futuro se mide, conocemos:
Sólo en la medida en que sepamos
tomar las medidas adecuadas, podemos
aspirar a algún futuro (nuestro futuro
depende de las medidas que adoptamos
en el presente)

La medida, es un medio para obtener
previsibilidad: medir permite repetir, y la
repetición es lo único seguro.
Sólo cuando podamos medir todo
estaremos seguros, habrá un futuro seguro.
Por el momento debemos ser mesurados.


La vida es un estado de la materia,
que se manifiesta en la verificación de
distintas funciones mensurables.
Los cuerpos animados constituyen una
forma de organización de la materia. La
vida es la expresión de esa organización
provisoria.
La unidad de un cuerpo, está dada por la
cohesión de sus componentes (o bien, la
relación entre sus células, la densidad de
sus moléculas) Todas relaciones mensurables.
Las propiedades de un cuerpo, responden
a diversas medidas: peso, volumen, masa, etc.
En los organismos altamente organizados
existe la conciencia, y aún la autoconciencia:
somos conscientes de ser seres vivos, de tener
conciencia, y de sus limitaciones: si bien la
conciencia puede expandirse, la conciencia
plena no es posible: conocemos límites.

(Aunque dentro de los límites, podemos adoptar
algunas medidas y obtener un resultado a partir
de la cantidad de medidas adoptadas)

Pero hay que ser mesurados: la medida es sólo
una referencia.

Midamos las palabras, mientras podamos.
Midamos con pasión, midamos sin mesura,
midamos nuestras emisiones y emociones
ya que sabemos que la carne se descompone
y no es posible leerlo todo: midamos nuestras
lecturas, así como nuestras voluntades y deseos.
Lo que se escribe sin medida es sólo literatura.

Midamos al azar, midamos con pasión,
midamos lo que hacemos,
midamos lo que somos, aunque resulte triste.
Midamos cuanto podamos, midamos a sabiendas:
Lo que no se puede medir no existe.



miércoles, 24 de agosto de 2016

Ritmo y evolución

(Asensio Escalante)



Los expertos vacilan,
la experiencia acumulada pareciera 
suficiente para no insistir con la 
acumulación.

Pero la realidad es otra,
somos reincidentes, solemos repetir:
hay que mantener el ritmo productivo,
sostener el ritmo: ningún ritmo es tal
si no puede sostenerse.

El sujeto está hecho de ritmos,
tanto un sujeto productivo como uno
vacilante (sostener un ritmo vacilante
no es menos trabajoso que mantener el
ritmo productivo)

Un ritmo puede producirse, replicarse,
obedecerse, sostenerse, transmitirse y
hasta alterarse. Pero no puede crecer:
el ritmo no crece, es siempre idéntico
a sí mismo y permanece ajeno a la idea
de crecimiento sostenido (su evolución
está sujeta a la práctica repetitiva y
secuencial: producción, reproducción.
El ritmo no se negocia ni evoluciona.

Los expertos vacilan,
hay voces disidentes, posiciones encontradas:
No se puede mantener el crecimiento sostenido,
ni sostener el crecimiento indefinido:

No se puede sostener un ritmo indefinido
(ni se puede definir el ritmo)
Las voces se dividen: voces discordantes,
asonantes, consonantes, convergentes,
divergentes, concurrentes, y voces embozadas,
trabajadas, enviciadas, emergentes, tributarias,
subalternas, solapadas y voces que no llegan a
destino.

Las voces se dividen: (toda voz es divisible)
Las que afinan y las que no afinan.

El destino de una voz, no siempre es la afinación
(afinar es sólo un medio para obtener afinidad)

El sentido de una voz, no es afinar ni aspirar
a alguna afinación para ofrecer afinidad a otras.

La afinación es una relación: “Sólo desafino en
relación a otros” dijo una voz popular (hay voces
populares y voces que no gozan de esta condición,
cuyo valor es cada vez más dudoso)

Es bueno oír todas las voces:
Los expertos vacilan en distintas tonalidades.

Pero la realidad es otra:
La experiencia acumulada, será negociada:
 
Todo lo que producimos es para obtener otra cosa.

Se debe sostener el ritmo productivo,
estimular y subsidiar la producción rítmica, junto
a la producción de nuevos eufemismos, nuevos
giros y nuevos neologismos:   se necesitan
más recursos ideológicos para impulsar
el desarrollo de nuevas tecnologías y
nuevas patologías.

Se necesita obtener mayor utilidad de la economía
(la esencia de la economía no es económica,
avisaba Lacán. Y la esencia del ritmo no es idéntica
al tiempo)

Pero el desierto crece, observó el filósofo
(cuánto se puede decir con tres palabras)
y sigue creciendo a un ritmo sostenido.

Los expertos vacilan,
sobre la conveniencia de mantener el ritmo,
de mantener el orden; vacilan por sus propios
medios: el ritmo no tiene ideología, y sin
ideología no hay utilidad, no hay sentido:
las palabras carecen de valor.

Los expertos vacilan
con su propio ritmo
(el ritmo es anterior a la palabra)


viernes, 12 de agosto de 2016

Ninguna contradicción


(Abel A. Borda)



Ninguna contradicción
entre la ventana y el viento.
Formas previsibles, formas provisorias.
Soy lo que creo, lo que invento
-formas provisorias para aventar la duda-
Crear, enajenar: los límites sostienen
la necesidad para mantener el orden
previsible: mantenerse dentro, a buen
resguardo de intemperies peligrosas:
Todo lo que es aufera es extraño.

Ninguna contradicción que interpele
lo que pienso: soy lo que creo, nada
contradice la dirección del pensamiento.
Formas de existir, de resistir, de entablar
la soledad que evoluciona en argumento:
Lo que es afuera es adentro.

Ninguna contradicción
entre el animal que escribe
y los bacilos que trabajan
en el seno de su intestino humano,
para el futuro de la especie
y el presente del poema.

Emitir sirve, enajenar libera,
pero el sentido viene desde afuera:
se incorpora como el hábito
y la palabra hábito.

El hábito evoluciona en instinto
-evoluciona por repetición-
y el instinto sirve a la conservación
-que es el fin de la evolución-

Emitir sirve: para generar argumentos
y producir contradicciones.

Ninguna contradicción me es ajena
-sin contradicción no hay evolución-
Desde mi ventana, veo pasar el viento
norte sin contradicción, y veo otras
ventanas abiertas o cerradas, con o sin
persianas y personas viendo el viento
pasar, como parte del paisaje natural.

Es natural que haya ventanas
y vientos y versiones encontradas
que sirven a la continuidad
del hábito evolutivo y del cuerpo
del poema.

Natural como aspirar y vacilar
ante la evolución del hábito.

Ninguna contradicción me es ajena:
evoluciono -la repetición es un
instrumento evolutivo-

Podría gritar a los cuatro vientos,
ó podría permanecer ajeno
detrás de la ventana
y bajar la persiana
sin contradicción:

sólo los enajenados viven
sin contradicción.

sábado, 6 de agosto de 2016

El verdadero valor

(Ricardo Mansoler)



El valor no es algo natural.
Los animales no tienen valores,
sólo necesidades y sentimientos.
Los animales humanos, sentimos la
necesidad de establecer valores, para
poder agregar valor.

(Algunos no se conforman con el valor
de estos verbos, y pretenden “poner en
valor”, perpetrando un artificio retórico
de dudoso valor, cuya circulación impune
testimonia que asistimos a una profunda
crisis de valores)

El valor, suele ser difícil de sostener
en el tiempo (hoy rigen otros valores
y surgen nuevos valores, pero valores
eran los de antes)

Para profundizar en el concepto de valor
habría que recurrir a la filosofía (pero la
filosofía no produce conocimiento, sino
dudas. No da respuestas, pero genera
nuevas preguntas: un valor que algunos
ponen en duda)

La producción de conocimiento, es útil
en tanto ese conocimiento sirva a la
producción de utilidad.

La utilidad no sólo otorga valor a un
producto, sino que lo hace apto para
agregar valor.

El valor se divide: subjetivo y objetivo
(esta división es subjetiva)
El valor objetivo se divide: valor de uso
y valor de cambio.

Hay distintas teorías del valor, y distintas
escalas de valores: se puede deducir que
la esencia del valor es subjetiva.

Entre los sujetos, algunos gozan de una
mayor valoración social que otros:
un hecho de la realidad (Pero la realidad
es algo subjetivo, cada cual tiene su propia
percepción y en su intimidad inallanable,
el sujeto se reconoce a sí mismo: “Sólo
yo sé lo que valgo”)

La naturaleza del valor es subjetiva.
No hay valor sin medida: El hombre
es un animal que mide, mide y aspira:
aspira a medirlo todo.
Un animal que aspira sin medida y
necesita medir fuerzas a cada paso:
Medir es útil, medir es conocer (tal el
mandato genético o divino que impulsa
al humano a relacionarse con el mundo
midiendo y conociendo, estableciendo
medidas y entablando relaciones útiles,
relaciones de utilidad)

La utilidad es un valor, un valor relativo
que se ajusta a la necesidad.
Las necesidades cambian, como la realidad.
La única verdad es la realidad, dijo el líder
popular: muchos creyeron, le creyeron y
adoptaron esa verdad, esa realidad.

Pero el filósofo nos advertía:

“Sólo los idiotas creen en la realidad
del mundo, lo real es inmundo y hay
que soportarlo”


domingo, 31 de julio de 2016

Acumulación primaria

(Tomás Lovano)



La acumulación, el acopio, son términos
vinculados a la experiencia sumatoria
-la propia experiencia se inscribe en la condición
acumulativa,  una operación necesaria, cabe
agregar-  así como a la agregación excesiva u
ociosa -el ocio y el exceso son buenos socios-

La vida, en suma, no es más que un proceso acumulativo:
acumulamos experiencia, conocimiento, dudas y deseos,
éxitos y fracasos, pérdidas y ganancias. Todo se acumula
en la memoria, gracias a lo cual tenemos conciencia de
ese proceso acumulativo. Somos conciencia, un hecho
histórico surgido de la experiencia acumulada por una
cantidad de generaciones.

Venimos a sumar: Algunos sienten que su misión es la
suma, creen en el valor de la agregación y en el valor
agregado de esa voluntad sumatoria, aleatoria.
Suelen repetir, como para que nadie dude: vengo a sumar.

En suma, todos acumulamos: el acopio, la agregación
están en la esencia de la experiencia humana; toda nuestra
cultura es el producto de la acumulación histórica.

Todos, en algún momento da la vida hemos coleccionado
algo, o al menos deseado con mayor o menor intensidad
incurrir en alguna colección  -en todo caso, coleccionamos
deseos incumplidos- 

Más difícil es completar una colección:  Por diversos motivos
las colecciones se abandonan, más tarde o más temprano,
como la vida.  Otros heredarán la colección incompleta,
pero difícilmente la continúen o le asignen el mismo valor
que nosotros:  antes bien, intentarán su propia colección.

lunes, 25 de julio de 2016

Vida interior


(Onésimo Evans)



Hoy aumentó todo
mañana no sabemos,
no hay certezas,
no se puede afirmar nada,
se puede especular: la certeza
siempre viene de la angustia,
se puede especular: mientras
hacemos estas especulaciones
aumenta el costo de la vida.

El aumento del costo de la vida
genera inseguridad, aumenta la
violencia, aumenta la exclusión,
crece la indigencia, crece la especulación
y aumentan las utilidades de los bancos:
la usura es la actividad más redituable
y sustentable.

El incremento de la inseguridad
y la violencia, son signos de crecimiento:
la expansión de la población carcelaria
genera nuevos puestos de trabajo.
La seguridad privada, la especulación
inmobiliaria, la medicina prepaga
siguen siendo buenas opciones de
inversión.

En el interior, cada vez más jóvenes
se incorporan a las fuerzas de seguridad:
una forma de asegurar el porvenir,
acceder a un destino seguro.

El estado que promueve la vocación de
servicio, redobla la apuesta a futuro:
reduce el desempleo y combate la
inseguridad.

En el interior de cada uno,
más allá de la diversa vocación
hay un servidor del orden.

 
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