(Horacio Ruminal)
Trabajado por la falta de alicientes
vuelvo a mi trabajo precarizado,
sin más estímulos ni motivaciones.
Uno se abraza a lo que tiene,
aunque sea dudoso, precario
y poco.
Abrazarse es necesario, aún cuando
no se sea correspondido:
La vida es un camino de ida,
lo demás son circunstancias, climas,
estaciones y oportunidades que pasan.
La precariedad puede ser una condición
dominante en la vida, pero es un estado
transitorio:
Siempre es posible pasar a otro estado,
tan o más azaroso; no sabemos…
Lo único seguro es este presente,
es lo que podemos abrazar:
La vida es un camino de ida, abrazamos
el camino. No es trabajoso abrazarse,
ni abrazar un participio pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario