(Rogelio Rogel)
El movimiento crece por sus propios
medios, el fin puede esperar.
Avanza a voluntad, prospera.
Las voluntades se dividen, como las
necesidades, sin contrariar ni ofrecer
resistencia al movimiento:
Unos creen que crecen,
otros que avanzan en una dirección
y otros se afirman en la palabra evolución.
Prosperan los discursos adoptables.
Quisiéramos creer que todos acertamos,
que expansión y concentración comparten
el mismo sentido, que no es otro que éste,
emitido por el movimiento.
El movimiento producirá su propio fin:
Hay leyes que escapan a la dinámica
de los cuerpos y a la generación de
contenidos que explican la duración
del movimiento sostenido.
Sostenemos que sí, damos crédito.
Estamos en el mismo barco
y estamos dispuestos a aceptar
nuevas acepciones que se ajusten
al movimiento de la realidad.
La realidad siempre crece,
su movimiento nunca se detuvo
a verificar los daños obtenidos.
Creemos en la confrontación sana
de los diversos metabolismos que
circulan.
El propio movimiento seleccionará
los miembros que necesite.
La expansión justificará lo que sea
necesario, incluso su propio fin.
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