(Rolando Doorland)
Seguidores del mundo, uníos.
La vida es continuidad, todo pasa
pero la vida sigue, para nosotros
los vivos.
Sigamos las corrientes que prometen,
hasta la promesa siguiente: Seguir
es un verbo promisorio.
Seguidores del mundo virtual
o presencial, sigamos el camino que
otros marcan, para que no se corte
la cadena, las corrientes que fluyen
y prometen la continuidad deseada.
Sigamos esas pistas, compartamos
el camino de esos seguidores
exitosos que nos precedieron
(Siempre hay quienes, en algo nos
preceden, aunque no nos sigan)
Sentemos nuestros propios precedentes.
Sentémonos a navegar en esta dirección
u otras: Todos podemos tener nuestros
propios seguidores, o al menos aspirar
a que nos sigan
mientras seguimos en
carrera, avanzando y compartiendo
nuestra búsqueda virtual o presencial.
La virtualidad es un camino que no acaba:
Nuestras imágenes, palabras y registros de
otras búsquedas seguirán ahí, en el éter de
la nube cuando el cuerpo ya no nos acompañe:
Acaso algún algoritmo aún siga nuestros
rastros y nos ayude a buscar las virtudes
que faltaban.
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