(Aparicio Custom)
Todos los excesos son malos,
pero la riqueza excesiva es más
llevadera que la pobreza extrema.
Los necios no lo entienden
e insisten en defender la pobreza.
Nosotros no hacemos falsas promesas,
ni prometemos cosas imposibles:
No vamos a acabar con la pobreza,
no se puede; al menos por un par
de generaciones (Para entonces, habrán
muerto; sólo hay que evitar que se
reproduzcan)
En cambio, vamos a terminar con los que
medran con la pobreza. El populismo
fracasó, y debe ser desterrado de raíz.
Y vamos a arancelar la risa, de modo
que a nadie le queden ganas de reír:
Quien quiera hacerlo, deberá pagar.
En un principio, un precio justo,
pero si reincide con la risa
será mucho más oneroso:
Todo tiene un costo.
Desalentaremos el deseo de volver
al pago, tanto como el de reír.
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