(Aparicio Custom)
Los mamíferos gozamos
de ventajas biológicas inéditas
antes de nosotros.
Nuestro ancestro es la rata,
a la que nos seguimos pareciendo
mucho: somos inquietos, ávidos,
codiciosos, colonizadores y
oportunistas.
Ambos podemos alimentarnos de
cualquier cosa y comer más de lo
necesario, hasta hartarnos.
Formamos familias y nos reproducimos
sin medida. Entendemos que todo lo
que existe, vivo o muerto nos pertenece.
Nos organizamos para obtener mejores
resultados en la conquista indefinida
que el mandato biológico nos impone:
Así funciona la evolución, y fuimos
elegidos para encabezarla: No es vano
el tamaño desproporcionado de nuestra
cabeza.
Convivimos con ratas desde siempre.
Nos servimos de otro mamífero para
mantenerlas a una distancia saludable:
El gato, que nunca fue domesticado; no
lo necesita: es una criatura inteligente
y sabe sacar partido de esta convivencia.
El gato duerme mucho, y sueña más que
cualquier mamífero. Se presume que los
mamíferos somos los únicos que soñamos.
Es posible que los mamíferos seamos la
última apuesta del Orden Natural para
cambiar el mundo en sentido evolutivo,
poblándolo de cuerpos altamente organizados.
II
Las ratas no son una especie en peligro
de extinción; son muy antiguas y han
sabido sobrevivir a todo.
Los mamíferos gozamos de ventajas
biológicas inéditas, antes de nosotros,
y una capacidad de adaptación prodigiosa
que impulsa nuestra evolución, hacia algo
cada vez más perfecto.
Es posible que la leche de rata contenga
proteínas útiles, que en algún momento
habrá que aprovechar, con la tecnología
apropiada para desinfectarla y las vacunas
que la ciencia disponga para obtener un
producto confiable.
Si alguien iba a cambiar el mundo, sin duda
teníamos que ser nosotros, tal es nuestro
destino como mamíferos superiores.
Lo estamos logrando, no es un sueño:
Nos sobran razones para celebrar este día
del orgullo mamífero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario