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domingo, 30 de junio de 2024

Sabiduría ancestral

 

(Serafín Cuesta)

 

No hagas nada que no pueda

deshacerse. Hay un margen de error

que no nos abandona.


Quien se pretenda responsable,

debería pensar bastante

antes de actuar, en un sentido

u otro.


Y considerar la posibilidad

de anularlo, al menos parcialmente.


Ante la duda, es preferible abstenerse,

concentrar toda la energía

en la inacción, y esperar que decline

el impulso dudoso.


Si no se consigue la concentración

necesaria o no fuera lo suficientemente

intensa para resistir la comisión de

la acción, es conveniente inclinarse

por una acición parcial, incompleta:


Las parcialidades suelen ser arbitrarias,

pero es más fácil deshacer una parte

que el todo.


Siempre hay un margen de error

que nos inclina a ser parciales

en nuestros actos, apreciaciones

y pronunciamientos:


La neutralidad, es un estado extraño

para la conciencia, tanto como el

estado de reposo.


Seamos responsables, reflexionemos

a conciencia antes de hacer algo

sin retorno:


No siempre se puede volver a cero,

y el cero ya lo tenemos:

es tan nuestro como neutro.


No hagas nada por obligación

o compromiso, sino por amor.


Hay un margen de error, pero no hay

tracción ni impulso más confiable

que el amor.


Recuerda que el amor es compromiso.

No te traiciones.


sábado, 29 de junio de 2024

El sueño más deseado

 

(José Luis Greco)

 

Volvió una noche, lo esperaba,

ya lo había hecho en otro

sueño.


Era él, Fito, mi gato

que partió hace más de un año

al cielo de los gatos.


Yo le hablaba, lo acariciaba, lo

abrazaba y él se dejaba hacer,

con la serenidad de los altos

dioses del planeta solitario

que sólo ellos conocen.


Lo que se ama no muere.

Cuando yo muera, no sé

si alguien más lo seguirá soñando.


Tal vez nos encontremos

en la eternidad del éter,

ese otro sueño.


Donde quiera que esté, él sabe

que fue amado. Acaso no hacía

falta, pero se lo dije al despedirlo:

Con sus últimas fuerzas, me

contestó.


Los gatos viven menos que nosotros,

después hay que extrañarlos.

Se puede adoptar otro, pero no

reemplazarlo.


Es natural sobrevivir a un gato,

aunque la vida no vuelve a ser

la misma.


No sabemos qué es la vida, mientras

seguimos haciendo lo de siempre:

Apurando el tiempo entre un sueño

y otro.


viernes, 28 de junio de 2024

¿Qué sabemos del prójimo?

 

(Dudamel Rambler)

 

Un prójimo es también un semejante

que puede compartir aspiraciones,

necesidades y hasta nuestras mismas

dudas.


Por mi parte, no suelo compartir mis

dudas. Algunas son fruto de años de

experiencia y he invertido mucho en

su elaboración.


Hay cosas que es mejor no compartir.


También sabemos que el prójimo

puede encubrir a un enemigo, y hasta

tanto podamos descartarlo no se puede

confiar mucho.


El prójimo también lo sabe, por lo que

es natural que dude de nosotros:

Compartimos la misma duda,

lo que resulta razonable.


Si no fuera así, y el otro lejos de vacilar

parece dispensarnos una confianza que

percibimos excesiva, es para sospechar

de ese prójimo.


Yo dudaría. Quién sabe qué intereses

oculta esa conducta extraña:


Lo más seguro es dudar.


Fundamentos científicos sostienen la evolución del mundo

 

(Horacio Ruminal)

 

El mundo no para

de agregar valor.


Seguimos avanzando

a una velocidad cambiante,

la transformación no

se detiene:


Todo lo que conocemos

puede adquirir otro valor.

Todo lo que existe

son recursos para agregar

valor.


Es natural que el crecimiento

produzca crisis secuenciales:


En la actualidad, el endeudamiento

global alcanza cifras desconocidas

hasta ahora.


La producción de conocimiento

no se detiene: Hay que entender

que la evolución y el crecimiento

tienen un costo:


Siempre fue así, y siempre funcionó.


Debemos valorar todo lo obtenido

tanto como lo alcanzado:


El mundo sigue agregando valor,

se preveen nuevos aumentos y todo

indica que la tendencia continuará

creciendo.


Hay variables que todavía no logran

ser controladas, pero hay confianza

en el futuro de la inversión.


En los círculos áulicos que deciden

el diseño del futuro, hay un optimismo

moderado ante el aumento en la frecuencia

de las crisis.


Pero se descuenta que todos los conflictos

y las crisis de un sistema, sólo pueden

resolverse dentro del mismo.


Las crisis siempre fueron pasajeras

y son una buena oportunidad para

agregar valor.


El mundo no se detiene, su destino

evolutivo avanza en un sentido,

y nada podrá impedir que concrete

sus aspiraciones superiores,


agregando todo el valor que necesite.


jueves, 27 de junio de 2024

Formas de producir conocimiento

 

(Teodoro Losper)

 

No mates lo que no conoces.

No destruyas por ignorancia,

no te justifica la inconsciencia.


No profanes la ignorancia ajena

valiéndote del prójimo que no

te reconoce, ni conoces.


No te apegues a lo que ignoras

por propia voluntad.


No malgastes el optimismo

recibido, que heredaste de la

bacteria primordial.


¿Crees que no hay voluntad más

importante que la tuya?


Sólo Dios podría creer eso, pero está

lleno de dudas si es que está.


No te acojas al beneficio de la duda:

Todos los beneficios conocidos

por acá, tienen procedencia dudosa.


Eres libre de coleccionar lo que quieras,

pero no de aspirar a otra cosa.


¿Te enorgullece tu colección de víctimas?


¿O, por el contrario, te sientes

una víctima exitosa?


No mates lo que no conoces.

Haberlo hecho con éxito, no significa

que tengas que volverlo a hacer:


Hay suficientes formas de practicar

el cultivo de la repetición.


¿Te han hecho creer que destruir

es una forma de conocer?


Puede que lo sea, pero no es la única.

Y no tenemos tiempo de conocerlo

todo.


Para matar el tiempo, no se necesitan

cómplices.


miércoles, 26 de junio de 2024

Sabiduría de las aves (II)

 

(Amílcar Ámbanos)

 

¿Cuánto sabe un ave de aves?

No se sabe, nadie sabe

lo que un ave sabe.


Tal vez ni el ave,

y hasta ni sepa el nombre

de su especie o cepa.


No sabemos si sabe

que es un ave,

quién sabe…


Pero sabe volar, y vuela

aunque no sepa nada.


No sabe, lo más grave:

ignora la gravedad de aventurarse

desconociendo la gravedad de todo

lo que no sabe.


Volar sabe, vuela con naturalidad

como quien sabe lo que hace,

aunque no sepa otra cosa,


Vuela con liviandad, despreocupada

del peso de todo cuanto no sabe

de la gravedad y de su cuerpo.


Audaz se eleva,

libre, tal vez, del pesado lastre

de saberes y conocimiento inútil.


Osana en las alturas,

sube hasta donde sabe que no sabe,

acaso sin saber que sube

y que todo lo que sube

tiene que bajar menos el costo

de la vida.


El ave nada sabe de la vida,

mal podría saber que tiene

un costo, como todo lo que

sabemos.


El ave gana y pierde altura

en forma azarosa, sin un patrón

establecido, como si no tuviera

un fin determinado.


Tal vez lo tenga y no lo sabe,

no tiene por qué saberlo

si no sabe casi nada.


Pero vuela con soltura

y pasa entre las nubes pasajeras.


Todos somos pasajeros,

conviene andar liviano.


El ave erra en las alturas

en vuelo triunfal.



martes, 25 de junio de 2024

Encarnación soñada

 

(Serafín Cuesta)

 

Intentaré reproducir un sueño inédito:


Me veía en el cuerpo de un reptil alado, 

soberbio, impar, implume, anómalo entre 

los animales clasificados disponibles.


De un tamaño prodigioso, podía reptar,

volar, nadar, arrastrarme y cabalgar entre

otras cosas, con un respeto unánime

de todo cuanto se mueve en este valle.


¿Cómo no gozar esa experiencia única?


Sentía que el mundo me pertenecía,

podía elegir lo que me apeteciera

y tomarlo sin más trámite.


No tenía nada que temer, y todos me

temían: Mis fauces y mis garras

persuadían e intimidaban hasta al mejor

dotado de los predadores naturales.


Todos sabían, o percibían que podían

convertirse en mi presa, si yo lo decidía.

Ninguno gozaba de este poder disuasivo

ni algo semejante.


Hasta mi aliento temian…


Gozaba conociendo que todos reconocían

mi superioridad incontestable, y aceptaban

su condición subalterna.


Muchos trataban de ocultarse a mi vista,

por instinto, aunque sabían que no me

costaría mucho detectarlos y capturarlos:


Toda forma semoviente, autóctona o dudosa

estaba a mi disposición. No existía nada

vivo cuya vida no dependiera de mi

decisión:


Hasta las más antojadizas se cumplían

sin atenuantes, ni condiciones.


Pero mi goce se extendía más allá del poder

vinculado a funciones metabólicas: Podía

gozar de sentimientos poco comunes, como

la magnanimidad, algo propio y exclusivo

de la grandeza de aquellos que no tienen

nada ante qué inclinarse:


Me daba placer perdonar algunas vidas

miserables; entre tantos condenados

uno puede despertar un brote de empatía

o compasión hacia los más débiles.


Disfrutaba esa situación, me hacía el

desentendido mostrándome indiferente,

como si estuviera reflexionando en cosas

más profundas.


De pronto levantaba vuelo hacia otra parte.


Siempre hay otra parte en los sueños.

El paisaje onírico es casi infinito:


Podía moverme a mi antojo y elegir

lo que quisiera ¿Qué más podía pedir?


Un dragón no pide nunca nada,

no sabe pedir, ni necesita hacerlo.


Sólo goza, a eso vino

y para eso vive aunque no sea

de este mundo.


lunes, 24 de junio de 2024

La pava

 

(Periferio Gómara)

 

Pongo la pava,

como todo el mundo.

Para empezar, lo primero

es poner la pava, y empezar

a esperar.


Para empezar a esperar

primero hay que poner la pava

como todo el mundo.


Salvando las distancias

geográficas, la diferencia

horaria y el destino con que

se calienta, la pava, o

su equivalente está presente

en toda la geografía humana.


Sea para té, mate, café,

o alguna tisana más exótica:

Hay tantas infusiones

como ilusiones para entibiar

la vida.


Los orientales la llaman caldera,

y hay muchas otras formas de

nombrar la pava.


Ni siquiera tiene que ser una pava

propiamente dicha, basta con que

cumpla su función.


La dicha está en poder ponerla

y esperar. Empezar a esperar

como todo el mundo, aquí y en

las antípodas.


A sabiendas que un día

será la última pava que pongamos.

Es probable que otros sigan

disfrutando de ella, aunque nosotros

no podamos ya calentar nada:


Una buena pava puede sobrevivir

a cualquier tenedor: Por caso, ésta

es heredada y su estado es mejor

que el mío.


Una pava confiable es una buena

inversión: el costo se amortiza

con el tiempo. Hay quien prefiere

las baratas, para ahorrar, y luego

anda cambiando de pava como de

amante.


Yo tengo el hábito de usar siempre

la misma y no la cambiaría por otra:

ya nos conocemos las mañas.


Todas las mañanas pongo la pava:

Ella me está esperando.

 

Ya la puse, ahora espero

como todo el mundo.


¿No podés ser más feliz? Olvidate

 

(Tomás Lovano)

 

¿Sabías que podés lograr cosas positivas

y desarrollar todo tu potencial, si aprendés

a adaptarte a lo que no te hace feliz?


Está comprobado que la felicidad

no es todo, ni mucho menos.


¿Vos creés que la mayoría de las personas

son felices?


No te engañes. En realidad, muchas ni la

conocen. Para ser más precisos, ni se sabe

bien qué significa:


Sólo sabemos que es algo azaroso,

un estado inestable y de duración incierta.


No se compadece mucho con la realidad

que vivimos casi todos, mal que nos pese.


Pero hay sobrados ejemplos de que no es

algo relevante, y su falta es perfectamente

superable.


Mirá a Borges:   Ya no seré feliz / tal vez

no importa / hay tantas otras cosas en el

mundo…


Ahí tenés un ejemplo de sabiduría:

Él, un erudito y un genio para algunos,

se adaptó; supo resignarse de un modo

inteligente y sin dejar de producir.


No le fue mal, es reconocido en todas

partes. ¿O no lo conocés?


Sí, la adaptación funciona. Es más, todo

lo que somos, que no es poco, se lo debemos

a ella: Sólo nosotros somos capaces de

adaptarnos a cualquier cosa, con todo éxito.


Hubiera jurado

 

(Nicasio Uranio)

 

No malgastes tu disgusto.

Si has de jurar, procura

no sea en vano.


No malgastes tu disgusto.

Recuerda: Sólo juramos

los humanos.


No esperes que te crean:

Nadie cree en la justicia,

sólo la mentamos.


No importa lo que pruebes,

no esperes que te crean

ni aspires a la aprobación

ajena, acaso más dudosa

que la propia.


No malgastes tu disgusto

ni malogres tu aversión:

De nada humano, existe

una mejor versión.


Si has de jurar, procura

no sea en vano:

Jura por algo absurdo y justo,

es lo más sano.


No malgastes tu disgusto,

ni abundes en mejores argumentos:

No creas en los hombres de palabra,

ni en palabra de hombre, ni en su fe

ni en estas palabras.


La fe, tal vez haga milagros,

pero nunca ha mejorado el mundo,

ni la vida del animal humano.


No malgastes tu disgusto,

jura por algo absurdo y justo

con una salvedad: si hubiera algo

que salvar, sería la contradicción:


En este mundo abyecto, absurdo,

en avanzado estado, en que lo justo

es absurdo, sólo el absurdo es justo.


No malogres tu disgusto.



domingo, 23 de junio de 2024

Encontrá la estrella en el poema

 

(Florencio Cusenier)

 

Vi una estrella de mar

desnuda sobre la arena

en una noche estrellada.


Las estrellas brillaban

y la estrella cintilaba,

desplegando su desnudez

bajo la luz de las estrellas.


¿Hay una sobrecarga, un exceso

de estrellas para un solo poema?


¿Cuántas estrellas se necesitan

para componer una noche estrellada?


¿Muchas más de las que pueden

caber en el poema sin caer en el

exceso?


¿Caen todo el tiempo las estrellas,

aunque no las veamos?


¿Es un exceso ver caer más de una

a la vez?


¿Caen por su propio peso, por una

combustión excesiva o sólo para dejar

su lugar a otras?


¿O es que caen de puro excesivas?


Son muchas ¿Caemos en la cuenta

de todo lo que no sabemos ni podemos

contar?


¿Caen de verdad, o es una ilusión y sólo

se disuelven en el espacio infinito?


¿Existe el infinito, o es otro de nuestros

excesos verbales?


Volviendo a las estrellas

¿Son todas verdaderas o hay muchas que

no son lo que parecen, como nosotros?


¿Cuántas estrellas verdaderas y auténticas

tolera un poema de estrellas, antes de

estrellarse contra sí mismo produciendo

un impacto ambiental tan desafortunado

como inútil?


II

Si la que cayó fuera verdadera

podría pedir un deseo. Pero entre tantas

estrellas uno nunca sabe.


Tal vez haya habido arena en esa estrella,

y alguna estrella de mar como ésta, se

puede aventurar:


No se sabe mucho de estrellas, ni los astrólogos

ni los astrónomos tienen muchas respuestas.


Lo cierto es que aquí abundan, es natural

en un poema de estrellas, aunque la sobrecarga

se podría haber evitado reemplazando a la primera

y verdadera estrella de mar, por asteróideo

o asteroidea (no des fácil identificar su género)


¿Sabías que es carnívora como vos?


No importa, lo mejor es devolverla al mar

en lugar de quedarse mirándola como un

imbécil: No viven más de cinco minutos

fuera del agua.


Pero evitá tocarla con las manos, podría producir

una picadura bastante molesta.


Mejor ni la molestes, mirá las otras que brillan

en el cielo, y sean verdaderas o no, son muchas

y no pican.


O bien, buscá un buen poema de estrellas

o uno excesivo como éste y ponete a leer

hasta que pase todo.





sábado, 22 de junio de 2024

La vocación no es juego

 

(William Arsenio Pereyra)

 

El cerrajero fracasó,

no pudo con esa cerradura

endemoniada, no le encontró

la vuelta.


La única alternativa

era romperla y cambiarla,

pero el cerrajero es contrario a la violencia:


Todo cambio es una forma de violencia,

y no estaba dispuesto a cambiar,

ni a negociar sus valores:


Siempre había sido fiel a su noble

vocación y a sus principios.


Nadie podía poner en duda

sus capacidades cerrajeras, era un hombre

abierto y sencillo, honesto y de una sola

pieza.


Pero acaso era la pieza equivocada

y no pudo con esa cerradura endemoniada.

No le encontró le vuelta y no pudo abrir

la puerta para ir a jugar.


Ahora está encerrado en su pieza

sin voluntad de salir y retomar su trabajo.

Está jugando solo, dicen.


Dicen que hay una cantidad de juegos

solitarios para disfrutar en familia.


viernes, 21 de junio de 2024

Alabanza del tejido conectivo

 

(Armando Labarrera)

 

Las necesidades se articulan entre sí

sosteniendo el entramado de órganos

y funciones en el tiempo, como un

sistema autónomo.


La articulación de todas las partes

comprometidas en este complejo

proceso, que denominamos vida,

es tarea de los conectores:


Son bastante diversos, y son al cuerpo

como los artículos, conjunciones y

preposiciones a la lengua, vinculando

verbos y sustantivos proveyendo de

sentido al discurso, tanto al necesario

como a los otros.


¿Podemos afirmar que estos humildes

elementos son los más necesarios para

el cuerpo discursivo, tanto como para

el orgánico?


Sí, podemos afirmar perfectamente ésto

y cualquier otra cosa: Gracias a los

conectores y artículos determinantes.


Comproba tu conexión. 


El juramento hipócrita

 

(Nicasio Uranio)

 

Si has de jurar,

que no sea por tu nombre:

Es tan absurdo como

cualquier otro nombre propio.


No jures en vano.

Jurar por la luz que te alumbra

es vano y es absurdo:


No es de tu propiedad, ninguna

luz te pertenece.


No hay juramento que valga

sin arriesgar algo, algo propio.

Si no tienes nada propio

deberías abstenerte de jurar:


Tu juramento carece de valor,

lo siento. No se puede jurar

por algo ajeno: Es absurdo.


Ni hablar de jurar por Dios:

Él no te pertenece, es lo opuesto,

aunque lo creas y lo ames:


Si lo amas, debes saber que el amor

no implica posesión. No es propiedad,

aunque lo sientas tuyo: El verdadero amor

es ajeno al sentimiento de propiedad.


Y no es menos absurdo que la imagen

de una cruz, o cualquier otra.


No deberías jurar por imágenes, no

tienen más valor que otros objetos

absurdos que pueblan esta realidad.


¿Has jurado una bandera?


No importa tu respuesta: Yo sí,

y te aseguro que es absurdo, tanto

como jurar por un color o un nombre

propio.


Puedes identificarte con cualquier

bandera, hay bastantes; pero ninguna

te pertenece en forma fehaciente.


En rigor, tal vez lo único propio que

posees sea tu alma, algo tan intangible

y dudoso que acaso ni el diablo estuviera

dispuesto a ofrecer algo por ella.


Podrías jurar por tu heladera, tu auto,

tu tarjeta de crédito, según el saldo

o por el móvil que es una prolongación

de tu cuerpo.


Para otras opciones, necesitarías al menos

un garante responsable. Sé responsable:


No jures en vano. Si has de jurar,

que sea por algo más absurdo que todo

lo nombrado, que todo lo nombrable.


De los otros animales conocidos,

ninguno jamás jura. Son responsables:

saben que es absurdo.



 




miércoles, 19 de junio de 2024

La sabiduría de las aves

 

(Amílcar Ámbanos)

 

Sé pulcro con lo que ames,

aconsejaba el ánade

a su huevo impúber.


No seas presa de deseos obscuros.

No nades en aguas estancadas,

o infectadas por deseos impuros

o dudosos.


Que nada contamine tu camino.

Elige siempre la virtud y el bien,


o en su defecto, el vicio sano

que es bien tolerado por el

Ojo Divino.


No preguntes cuántos son

los ojos que te aprueban

o te envidian. La vida está

plagada de impurezas, y es

difícil evitarlas cuando ya no

se es un huevo.


Eres nuevo en este mundo,

pero luego serás libre, sin la

cáscara del huevo protegiéndote.


Debes ser cauteloso, la libertad

mal entendida es un peligro.


La otra también, pero no podemos

dejar de amarla y desearla, con todos

los riesgos que el amor incluye.


Sé pulcro con lo que ames,

aconsejaba al huevo el ave

incubándolo en su propia lengua.


Hay mucho por descubrir

en la Naturaleza. No olvides que

las aves descienden de los grandes

saurios.


Todos descendemos, por lo tanto

tiene que ser bueno, además de

inevitable.


Es mejor ser claro, prolijo y pulcro

como un huevo al descender.


¿Nunca hablaste con uno

de los tuyos?


Poema para leer en silencio

 

(Esther Miño)

 

El silencio es una fuente

de oportunidades:


Acaso una fuente inagotable,

no podemos saberlo sin medirlo:

Como dijera Benveniste,

lo que no se puede medir no existe,



Sólo los músicos han logrado

segmentarlo y dividirlo

casi hasta el infinito.

 

(Infinito es un término excesivo,

estas palabras nos intimidan, tanto

como el exceso de silencio)


Una fuente silenciosa

es una bella imagen

y vale más que mil palabras.


La palabra silencio

sirve para designar la ausencia

de sonido y también para

romper el silencio, en busca

de otras oportunidades.


No somos una especie silenciosa,

aunque sí oportunista.


Pero es oportuno recordar

que el silencio ya existía, antes

de que apareciera la primera

oportunidad.


Hagamos unos nanosegundos

de silencio por todos nuestros

ancestros oportunistas, caídos

en servicio.


martes, 18 de junio de 2024

Preguntas que prometen

 

(Dudamel Rambler)

 

Quien siembra dudas

cosecha incertidumbre

hasta en las propias filas

enemigas.


¿Cuántos enemigos más

necesitamos?


No frecuentes la duda irresponsable,

no repitas respuestas sospechosas

de exceder preguntas como esa,

que es mejor no repetir.


Una respuesta imprecisa

da lugar a mares de preguntas

subalternas que no suman.


¿Te sumarías al enemigo, si fuera

útil a tu causa?


No respondas con una frase hecha

aunque esté bien armada, mejor no.


No respondas a la provocación

externa que suele ocultarse en

preguntas ingenuas como esa,

o esta otra.


Sobre todo, no respondas con preguntas:

Nadie espera tal cosa, salvo que sea una

pregunta evasiva como aquella, que

todavía se oye.


(Son las que mejor resisten el paso

de la Historia)


lunes, 17 de junio de 2024

Amor y compromiso histórico

 

(Helena Mora)

 

Ama lo que haces,

no importa lo que hagas.

Todo lo que hacemos

es parte de una historia:


la propia, que es la única

que importa.


¿Qué importa el juicio ajeno

o la valoración del otro?


Salvo el ser amado, ahí es distinto.

Pero si te ama como tú lo haces,

amará lo que hagas, no importa

lo que sea:


No importa tanto lo que seas,

sino lo que haces.


Ama lo que haces

y serás lo que amases.


No te juzgues por lo que hayas

hecho y amado: Ningún juicio

es justo, y nada menos objetivo

que el juicio propio.


Más apropiado es que ames

lo que haces y hayas hecho:

Todos los errores son parte

de tu historia.


Amor es compromiso, tu historia

es única como la de todos, y hay

que asumir el compromiso histórico.


Ama lo que hagas, no hace falta

más que eso; la historia hará el resto.

No hace falta saber de dónde vienes,

lo importante es adónde vas.


Ama lo que haces, aunque no sea

lo deseado: Toda nuestra historia

deja mucho que desear.


Todo está guardado en la memoria:

Ahí se armó tu historia, que es única

y es la única que necesitas.


No hay nada que justificar;

el amor nunca fue justo, como tampoco

la historia.


Ama lo que haces y lo harás mejor:

El amor es una forma de conocimiento,

entre otras cosas que desconocemos.


Ama tu trabajo como a tu prójimo

sin exceder los límites históricos.


Ama la historia que amasaste: es tuya,

irrepetible y unica, como todas.


Ama tu historia con sus aciertos y fracasos,

ama cada uno de esos pasos. No vaciles

al amar, no vaciles en amarla, aunque sea

puro spam.


El pez deseoso, empecinado

 

(Carlos Inquilino)

 

Quisiera ser un pez

para inclinar la cerviz

en tu nevera.


Como un cuervo silvestre

que se encorva, al servicio

de una curiosidad desenviciada.


Quisiera ser un peje, un paje

servicial y funcional

a tu paisaje, entrar en tu nevera


como el cuervo recurrente

y ser parte de tus víveres, ajeno

al movimiento de cardúmenes

sonoros y sus vísceras.


Quisiera eviscerarte, hasta encontrar

la glándula amatoria, debajo de la

vejiga natatoria con que nadas

cuando nadas.


Quisiera ser un pez, uno gordo,

apetecible y comestible como vos,

como nosotros:


Un pez desaforado, mal hablado,

desbocado y lenguaraz:


Un pez, o peje, o paje

que te mira de costado al inclinarte

y servirte:


Como un lenguado grave,

ínclito y ubérrimo.


domingo, 16 de junio de 2024

Cantos a la esperanza ajena

 

(Amílcar Ámbanos)

 

Ahora nada esperes:

Me lo dijo Pérez,

experto en esperar en vano

sin desesperar.


La experiencia es un peine,

podría haber sido un pez

nadando solo en una pesadilla

del pasado, pero no:


Un peine que te regalan

cuando te quedás pelado.


Lo dijo Bonavena, un guapo

boxeador que ganó y perdió

sin perder el pelo ni las mañas.


La vida de los guapos es así,

puede terminar en cualquier parte

del camino.


El mundo no tiene las ambiciones

que necesita:

La experiencia acumulada no le

sirve para nada.


Me lo dijo Pérez, experto en esperar

en vano sin desesperar.


La experiencia es un peine desdentado

como yo, me dijo, sin valor de uso ni

valor de cambio.



sábado, 15 de junio de 2024

Memorias de un día productivo

 

(Cósimo Stancatto)

 

Hoy fue un día productivo,

puedo afirmar sin merma

de la objetividad más pura

disponible.


Este enunciado es libre

de todos los excesos propios

de la percepción subjetiva.


Fue un día productivo.

Por mi parte, no me jacto:

No produje nada verificable,

lo registro y lo acepto con

naturalidad.


Eso no va en desmedro

de un día tan productivo como éste:


El buen observador, si es objetivo,

no puede permanecer indiferente

a todo lo que ocurre a su alrededor.


Yo percibo el movimiento de toda

la producción humana en curso, y

más que eso:


El día, aunque no fuera hábil

e incluso sin el concurso de la acción

humana es, en sí mismo, un hecho

productivo:


Produce su propio envejecimiento

y hasta su muerte sigue produciéndolo.

Nosotros sólo reproducimos.


Los perezosos prefieren creer que el

tiempo es ilusión, y así justifican su

ocio.


Son incapaces de compartir el goce

de un día productivo, les resulta casi

indiferente: creen que los días son

todos iguales y existen tanto como

la ilusión.


No sé si la ilusión proviene del ocio

excesivo, o es lo inverso.


Mi pensamiento no se mueve ni un

ápice; es refractario a toda ilusión

ajena: Sólo así se accede al pensamiento

propio.


Creo que el error radica en creer

que el ocio debe ser justificado,

lo que impide el goce saludable de 

sus propiedades naturales, tanto

como el de contemplar y compartir

el goce de un día productivo.



viernes, 14 de junio de 2024

Andando

 

(Tomás Lovano)

 

Hay que andar,

el movimiento se demuestra andando.

Hay que demostrar que se anda.


Es mejor andar a tientas

que no andar ni intentar, 

no des más vueltas:

No andes con vueltas.


Hay que andar,

hasta dar con un lugar propicio

o apropiado para anidar.


Después de haber andado y anidado

ya no hay nada que demostrar:


Se puede descansar y aspirar

al descanso eterno, si fuera merecido.


Antes que nada hay que andar

para poder recordar lo que se anduvo

cuando nada ande y nadie espere

en el andén de uno, ni recordemos 

qué es lo que queríamos demostrar. 


Cultivar es humano

 

(Nicasio Uranio)

 

Cultivo este agracejo

y agradezco sus bayas

que son rojas.


No te vayas de este mundo

sin haber cultivado algo:

un cardo, una ortiga, una

ilusión o un agracejo.


No frunzas tu entrecejo,

la condición de maleza

no nos excluye, ni nos impide

cultivar algunas cosas.


Hay malezas nativas

de distinta categoría:


Nocivas, benéficas, dudosas

y otras que nos son perfectamente

indiferentes aunque sean comestibles

como nosotros.


¿Con cuál te identificás más?


En los estados unidos

el agracejo está prohibido:

maleza nociva e invasora.


Pero acá toleramos bien

invasión, colonización y

podemos cultivar cualquier cosa.


jueves, 13 de junio de 2024

El futuro de la fe

 

(Aparicio Custom)

 

Hay bastante confianza en el futuro.

Se estima que en el futuro

se elevarán los índices y aumentarán

las tasas de confianza.


Hay confianza en el crecimiento

sostenido, tanto como en el desarrollo

indefinido de los indicadores.


A medida que se desarrolle el crecimiento

de la confianza se incrementarán

las inversiones elevando las tasas de interés

y la confianza en el porvenir del círculo

virtuoso devengará intereses.


El futuro, sabemos, dependerá de los niveles

de confianza que se alcancen a obtener:


Es una cuestión de fe, pero hay signos auspiciosos

y bastante confianza en mantener el crecimiento

sostenido de la fe, que todo lo sostiene,

sin discriminar demasiado.


Hay bastantes señales positivas como para

seguir confiando y alimentar la fe.


En el futuro conoceremos sus frutos:

Estamos convencidos que sin fe

no hay ningún futuro.


miércoles, 12 de junio de 2024

El derecho propio

 

(Armando Labarrera)

 

Tus hijos no son tus hijos

ni son tuyos sus sufijos

aunque tengan tus ojos.


La propiedad es otra cosa:

Una cosa es el derecho

y muy otra la propiedad.


De esa relación carnal

y opinable nace el derecho

propio a la reproducción

de cuerpos y sufijos.


Ambos podrían se ajenos

a cualquier hijo de vecino

que no goce.


Para gozar de la propiedad,

mejor que invertir en hijos

es hacer un plazo fijo:


Apostar al rendimiento a futuro

con lo ahorrado al no mantener

hijos ociosos (demoran bastante

en abandonar el ocio nativo)


Pero sin propiedad, el ahorro no

tendría sentido y nuestros hijos

nada que heredar, más que alguna

deficiencia genética.


Lo único seguro, es que antes de

descubrir el goce de la propiedad

y sus derechos, no se gozaba casi

nada y el valor del verbo gozar

era absurdo.


martes, 11 de junio de 2024

Ante la duda no compartas

 

(Aquino Lamas)

 

Siempre habrá alguien que dude de ti,

no lo dudes:


No compartas las dudas de otros.

¿Acaso no tienes suficientes?


Siempre habrá alguien que dude de ti,

tal vez con fundamentos más sólidos

que los tuyos. Puede estar en lo cierto:


Todos tenemos derecho a dudar de todo

y de todos, es natural que dudemos.


Siempre habrá alguien que siga dudando

de ti, cuando ya no dudas: No te pongas

en el lugar del otro; no compartas material

dudoso sin necesidad:


Mejor dudar, antes de compartir.

No hay mucho que compartir, y

menos con semejantes dudosos.


 
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