(Tomás Lovano)
El coadyuvante colapsó
en un coágulo inútil
ante el éxito del excipiente.
¿Actuó en defensa propia
o por cuenta de terceros?
¿Registraba antecedentes
al momento de fracasar?
¿El éxito de una de las partes
puede hacer que otra colapse?
¿O sólo concomita?
Es trabajoso concomitar solo,
aunque todos los verbos pueden
ser tomados como una expresión
de deseo.
Si dejamos que el deseo decida
sobre nuestro capital semántico,
la desidia apurará el éxito del
colapso definitivo, todavía
incipiente.
Y una vez perdida la señal, será
inútil recuperar el tiempo:
Nadie sabrá que hacer con el
capital cognitivo y sus excipientes.
Verifica tu conexión, revisa tus
conectores neuronales y elimina
los excesos.
Verifica las transiciones normales
entre el deseo concomitante y el
verbo intransitivo.
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