(Amílcar Ámbanos)
No sé que ponerme,
pensó al incorporarse.
Introducción:
Introducir un orificio
al cuerpo en ejercicio
hasta ser incorporado
por completo.
El sistema responde.
El subsistema funciona.
Respuesta: la subsistencia
es una forma de existencia
contemplada por el sistema.
II
La semisuma de los tonos obtenidos
al asumir los términos aceptados,
debe ser idéntica al número de poros
activos, pares e impares implicados.
Sabe que sube por el hueco de la voz,
por el eco de los ruidos encimados
en sentido de sonido y en aptitud
de ser reproducidos.
Repite antes de olvidar:
los signos son perfectos
para alabar y ejecutar, para elevar
plegarias y emitir sentencias
e incluso para bendecir símbolos,
cuerpos y materia a ser incorporada.
III
El lavado de culpas puede automatizarse
e incorporarse al cuerpo discursivo del
sistema, como el verbo customizar
al cuerpo semoviente.
¿Cuántas veces se debe mover el vientre
a la semana para mantener la movilidad
social sin que el pecado se consume?
Contamos con un cuerpo y provisiones:
Cargamos suficiente agua para el viaje
de cabotaje. Los víveres nos miran
sin pasión.
La pasión es sólo un estado de la carne,
tan funcional como perecedera.
¿Cómo llegamos a la carne?
Hay distintas formas de acceso carnal
Hay distintas formas de incorporar la
carne al cuerpo del poema:
Un poema de carne no es más
perecedero que el descarnado.
La carne toda nos pertenece
-anunció el vocero de dios-
aunque sólo tomamos una parte:
Hay una parte que no entendemos.
IV
No sé que sacarme, pensó el hombre
nuevo recién incorporado a la historia
mientras registraba en su agenda
virtual y digital: sin novedad.
No sé qué sacarme, pensaba después
de haber probado casi todo lo probable
-hay una parte que no es posible probar-
y fue a sacarse sangre para un chequeo:
a cierta edad es recomendable un control
periódico de los valores de la carne.