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viernes, 30 de septiembre de 2022

Cómo distinguir el verdadero movimiento vivo

 

(Amílcar Ámbanos)

 

No sé que ponerme,

pensó al incorporarse.


Introducción:

Introducir un orificio

al cuerpo en ejercicio

hasta ser incorporado

por completo.


El sistema responde.

El subsistema funciona.


Respuesta: la subsistencia

es una forma de existencia

contemplada por el sistema.

 



II

La semisuma de los tonos obtenidos

al asumir los términos aceptados,

debe ser idéntica al número de poros

activos, pares e impares implicados.


Sabe que sube por el hueco de la voz,

por el eco de los ruidos encimados

en sentido de sonido y en aptitud

de ser reproducidos.


Repite antes de olvidar:

los signos son perfectos

para alabar y ejecutar, para elevar

plegarias y emitir sentencias

e incluso para bendecir símbolos,

cuerpos y materia a ser incorporada.



III

El lavado de culpas puede automatizarse

e incorporarse al cuerpo discursivo del

sistema, como el verbo customizar

al cuerpo semoviente.


¿Cuántas veces se debe mover el vientre

a la semana para mantener la movilidad

social sin que el pecado se consume?


Contamos con un cuerpo y provisiones:

Cargamos suficiente agua para el viaje

de cabotaje. Los víveres nos miran

sin pasión.


La pasión es sólo un estado de la carne,

tan funcional como perecedera.


¿Cómo llegamos a la carne?


Hay distintas formas de acceso carnal

Hay distintas formas de incorporar la

carne al cuerpo del poema:


Un poema de carne no es más

perecedero que el descarnado.


La carne toda nos pertenece

-anunció el vocero de dios-

aunque sólo tomamos una parte:

Hay una parte que no entendemos.



IV

No sé que sacarme, pensó el hombre

nuevo recién incorporado a la historia

mientras registraba en su agenda

virtual y digital: sin novedad.


No sé qué sacarme, pensaba después

de haber probado casi todo lo probable

-hay una parte que no es posible probar-


y fue a sacarse sangre para un chequeo:

a cierta edad es recomendable un control

periódico de los valores de la carne.



martes, 27 de septiembre de 2022

Legítimas súplicas

 

(Dudamel Rambler)

 

Legítimos lingotes de concreto

agitando sus cláusulas en término,

objetivos claros y precisos

para pasar de un estado a otro, y

a otro: la propensión avanza,

avanza en procesión con adjetivos

claros y precisos hasta completar

el proceso.


Visitamos las ruinas

de una civilización perdida

por el vicio y los hábitos dudosos.

Hasta su lengua se perdió:

nadie la extraña.


Luego llegamos a una playa

de aguas benditas

pero sedentarias, y gozamos

la purificación de todos los

miembros presentes. 


II

Legítimos orígenes extintos:

todo se pierde en un instante,

hasta el miedo y el instinto

de conservación.


Después no queda nada,

no temas ni poemas:

ni la fe se conserva.


No hace falta conservar

la calma, el alma hará

lo suyo, intuyo.


¿era un extraño en la tierra?


La pregunta es legítima,

ella sabrá. Yo paso.


Sumando espero

 

(Tomás Lovano) 


Sumando espero:

hay mucho que esperar.


Sumando espero

completar la órbita

del cero:


Te espero en el sumando,


para seguir subiendo, asumiendo

y agregando y yuxtaponiendo

gerundios

al ritmo del minuendo.


Todo suma ¿te sumás?

¿te subís? ¿te agregás?


Si sumamos todos nuestros valores

obtenemos un crecimiento del

valor agregado y ganamos todos:


Juntos somos más.


Todo sube, trepa, repta, escala,

subo por mi escala de valores

hasta alcanzar la cima

o más: sigo sumando, subiendo,

subsumando y subsumiendo,


asiendo lo que hay que asir,

como dijo el visir

para seguir sumando y

ascendiendo.

 


(Cuando pequeño, cantaba un tango

como éste en el café del barrio y me

pagaban una coca cola)

domingo, 25 de septiembre de 2022

Oportunidades de la carne

 

(Esther Miño)

 

La producción de carne

no se detiene: aumenté

un kilo, podría ser grasa,

pero ésta es parte de la carne,

un subproducto.


Hay grasas saludables, dudosas

y tóxicas como las grasas trans

y como las personas.


Los valores nutricionales de la carne

no están en discusión, su proteína

es de alta calidad; los otros componentes

varían según el tipo de carne.


Somos libres de elegir la carne que

deseamos incorporar a nuestro

metabolismo superior, tanto como

la que deseamos incorporar a nuestras

relaciones carnales:


El modo en que nos relacionamos con

la carne determina una parte de lo que

somos, pero todos somos producto de

relaciones carnales.


Estas pueden ser diversas, pero no todas

concurren a la producción de carne.


En cuanto al consumo, hay cortes de

carne más apreciados que otros, aunque

no hay unanimidad: hay distintos gustos.


No hay certeza sobre cual es la carne

más sana y beneficiosa para animales

humanos. Cada cultura tiene sus hábitos,

valores y creencias:


Algunas se inclinan por los frutos del

mar, otras por las carnes rojas así

como existen quienes prefieren saborear

pangolines, murciélagos, cucarachas,

gusanos, etc.


Es muy amplio el espectro de las carnes

disponibles.


Luego, hay modas que nos inducen a

adoptar distintas dietas, extrañas a

nuestras tradiciones y que se pretenden

más saludables.


Hay discusiones sobre qué sería lo más

saludable: hay mucha opinión interesada,

los intereses son inseparables de nuestras

carnes (casi todos descendemos de relaciones

interesadas u opinables)


Otros abandonan la carne por cuestiones

éticas o filosóficas: estas categorías son

subproductos de la carne.


Sabemos que la vida del mortal

está signada por la contradicción,

después no se sabe.


Algunos creen que el alma sobrevive

en otra parte, otros se aferran a un

limbo y están los que piensan que

todo acaba con la carne.


También hay quienes creen en la

reencarnación: Podríamos encarnar

en algo peor.


Membresía

 

(Luis Espejo)

 

Blandiendo armas blandas

como bolos, enarbolando

volúmenes volubles cual dudosos

estandartes, se endureció mi alma

de miembro.


(Un miembro puede ser perfectamente

innecesario y gozar

de ambas condiciones por igual)


Un miembro sano y soberano

no le hace asco a nada:


el asco no se hace, es sólo un

sentimiento.


Todo sentimiento es político,

se comparta o no.


La política puede unir o dividir,

como el sentimiento: una parte

no menor de la política.



II

Hay que ir de mayor a menor

en la vida, para no contradecir

las leyes naturales.


Nunca tuve aspiraciones políticas,

salvando la contradicción.

Del pasado, sólo conservo aspiraciones

tenues y dos o tres libros que nunca

termino de leer para que me sigan

acompañando.


Uno, de Paul Valéry: Política del espíritu,

un libro viejo, de tapas duras y hojas

amarillas, comprado en alguna librería

de viejo quien sabe cuando.


Un miembro sano no le hace

asco a nada, ni a la vejez.


Todo miembro es político.


sábado, 24 de septiembre de 2022

El basurero de la historia crece

 

(Remigio Remington)

 

Hay que terminar con los anacronismos,

no nos representan: son algo impropio

de la voluntad evolutiva que nos anima

cuya esencia yace en nuestros genes

altamente diferenciados.


Gracias a ellos, pudimos erigirnos por

sobre todas las especies que no fueron

capaces de esforzarse, progresar y

adaptarse a los sucesivos desafíos que

propone este mundo, en continua evolución.


No queremos volver al pasado.

No queremos saber nada con todo aquello

que dejamos atrás para llegar aquí:


Una historia dudosa, sin mayúsculas;

una historia abyecta, pletórica de sangre

derramada en vano, donde la violencia y

la codicia siempre han logrado imponerse

e imponer sus condiciones.


No hay nada que merezca ser rescatado

de ahí, o casi nada. El revisionismo es

un esfuerzo inútil.


Lo más sensato es avanzar hacia adelante

abandonando el lastre que redunda en tal

pesada carga.


Avanzar en el cultivo de la memoria

selectiva, y olvidar ese pasado ominoso

al que no le debemos nada, o casi nada.


jueves, 22 de septiembre de 2022

Estandarte

 

(Amílcar Ámbanos)

 

El monólogo, aún incompleto,

estaba viciado de autoridad;

la emanaba por los cuatro costados

y por la cuadratura del círculo.


Sentí que se me iba de las manos,

había que tomar alguna medida

pero no me sentía autorizado:

Un autor que se precie debe conocer

sus límites.


Me arrinconé sin querer, arracimado

en una mata de rencores añejos, de

dudosa procedencia, detrás del

banderín del corner.


Me abracé a su causa,

como un ángulo agudo a su bisectriz

violada con sentimiento (suele

ser determinante en estos casos)


“Todo deseo puede desarrollar sentido,

como todo hábito evolucionar en vicio”

Recordé las palabras del filósofo

fuera de servicio.


Un estandarte es puro sentimiento,

a falta de banderas, bien vale un banderín

aunque nadie comparta el sentimiento

(hay sentimientos que no se comparten)


La condición diminutiva, no desmerece

el sentido ni el valor del cultivo emotivo:


También infinito, término pretencioso

si los hay, puede leerse como diminutivo.




Dificultades de la lectura

 

(Asensio Escalante)

 

Lee:       No

Escribe: Sí


Es más fácil escribir que leer,

aunque este enunciado pueda

dar que hablar.


Es más fácil escribir que hablar,

es fácil demostrarlo, pero

preferiría no hacerlo

¿Para qué?


Las tres funciones están íntimamente

vinculadas, son inseparables:

se necesitan entre sí.


Leer, como hablar, es aspirar

a entenderse con el otro: un comercio.


La vida es intercambio, dicen, un

comercio fluctuante y continuo hasta

las últimas consecuencias.


“Quiero morir sana” decía mi madre

antes de que su salud comenzara una

declinación irremisible. “Eso le pido

a Dios”


Es mejor no hablar de ciertas cosas,

ni siquiera con Dios.


Escribir sobre la muerte, es tan difícil

como hacerlo sobre la vida:


De una no sabemos casi nada,

de la otra tampoco.


Sólo sabemos que ambas están

íntimamente vinculadas

y son inseparables:

se necesitan entre sí.


martes, 20 de septiembre de 2022

Autonomasia

 

(Teodoro Losper)

 

Se puede escribir poemas por encargo,

por correspondencia, por un impulso

ciego, por descarte, por necesidad

(siempre es necesario descartar algo)

o por casualidad.


No importa mucho el motivo, la causa,

los fundamentos teóricos ni las causales

que concurrieron a la comisión del mismo.


Puede no haber nada de eso, y esa ausencia

ser, incluso, preferible. Los argumentos

poéticos son siempre sospechosos, nadie

sensato confía en un poema: es muy sabido

que un poema obscuro puede haber sido

perpetrado bajo el sol, y viceversa.


No hay ningún motivo para creerle

al poema. Así, tanto mejor cuando

carezca de motivo (aunque son pocos

los que lo reconocen)


Una vez completado y consumado,

el poema está listo parta ser abandonado.


No tendría que dar cuenta de por qué

es lo que es, y no otra cosa, ni de su

incapacidad de superarse que, como

era natural, precipitó su abandono.


Más allá de cómo haya dispuesto

del espacio y el tiempo ocupados,

si algo no puede hacer el poema,

es justificarse.


Este poema no tiene ningún motivo,

y no se justifica.


Sólo se reconoce a sí mismo, hasta

cierto punto: no es para creerle, es

un poema.


Y como si fuera poco, ahora

te abandona.


lunes, 19 de septiembre de 2022

Instrucciones para plantar banderas

 

(Epifanio Weber)

 

Abandoné mi curso délfico

para plantar bandera; algo

hay que plantar para las

generaciones venideras.


Planté varias, a lo largo de

la vida; en tierras cultas e

incultas.


Una bandera bien plantada

no necesita ningún mantenimiento.


Ante el desbande de los ciclos

de inspiración, transpiración y conspiración

autocontrolada contra la producción de

aspiraciones desmesuradas, era necesario

adoptar una medida; había muchas.


Había que replantearlo todo, algo excesivo

para alguien bien plantado, con firmes

convicciones pero poco tiempo.


Abandonar algo, genera un sinfín

de oportunidades para emprender

otros abandonos con proyección

de futuro:


En un futuro, habremos de abandonar todo.


Todas las banderas plantadas

cumplieron su ciclo, como es natural.


No me rendí, adopté esta otra:

polícroma y apócrifa, desplegable y plegable,

desmontable, remontable, reciclable

y completamente degradable.


Está bien plantada, ahora estoy

optimizando sus aplicaciones,

con vistas al futuro:


Una bandera que no se actualiza

no tiene futuro.


domingo, 18 de septiembre de 2022

Poema en vivos grises

 

(Luis Espejo)

 

Un hombre gris

suele pasar desapercibido,

hay muchos. No resaltan sus

cualidades en el paisaje humano,

mayormente gris.


Hay grises, pero esta diversidad

suele pasar desapercibida para

la mayoría:


Cuando se piensa en gris, lo que

vemos es un gris genérico; este

gris, tan dudoso como todas las

palabras.


El hombre gris

suele pasar desapercibido,

incluso para sí mismo:


Es difícil que alguien se reconozca

gris; el gris no vende ni tiene buena

prensa.


Yo era un hombre gris, pero no

lo valoraba, no lo sabía: No se

valora lo que no se conoce.


Yo era un hombre gris, sin ningún

conflicto: combinaba bien los grises

que vestía (el gris combina con todo),

comía grisines, leía a Grisóstomo y a

Julián Centella.


Yo era un hombre gris, después lo

supe: se puede ser feliz y gris

sin contradicción.


Hay muchos animales grises;

está el cuis, el zorro gris y la mayor

parte de las ratas  (nuestro ancestro

mamífero: son muchas más que nosotros,

aunque con menos materia gris)


viernes, 16 de septiembre de 2022

Anfibology

 

(Dudamel Rambler)

 

Te ví,

no sé si eras un vicio o

un recurso:


vacilé en defensa propia

y repetí la operación

con éxito.


Recapacité: la ambigüedad

es una fuente de recursos

para la vacilación creativa,

tanto como para la creación

vacilante.


Pensé en moverme y temblé

¿fue voluntad la mía?

Estaba capacitado, pero sin duda

era mejor descartar el movimiento

involuntario y repetitivo: ante la

duda, cualquier movimiento

resulta sospechoso.


No estaba solo: mi ángel de la guarda

seguía mis movimientos con una

voluntad digna de mejor causa.


Pensé: un ángel es ambiguo,

no tiene sexo e incluso no se vé,

sin la presencia de la fe.


Y sin embargo se mueve…



II

Te ví, no olvidaré.

Te llevé para mi pieza

-parcialmente inexpresiva-

pasé por el zaguán, me zantigüé

y recordé las palabras del maestro:


Adopta a tu presa

y suma su alma a la causa

de la fé.


-No compres, adoptá:

hay presas de sobra-


(Si todos sumáramos nuestras presas

adoptivas, podría ser un buen presagio

para el futuro de la empresa feligresa:


Juntos podemos ser imparables, inseparables,

parables, separables, etcétera.

Una empresa que hable nuestro mismo idioma

y el de nuestras presas, adoptables y adaptables:


La lengua de la fe: Sin fe, nadie emprende ni

obtiene su presa ni la del prójimo, que también

es presa ante todo; todos somos prójimos)


III

Te ví,

no sé si eras un bagre o un surubí;

un ángel no, tal vez un sábalo:

no sé, pero nadabas.


Yo no nadaba en nada ni buscaba,

podía haber concretado la duda

pero vacilé con fe,

con esta fe que fluye soberana

y sobrenada los obstáculos autóctonos.


Verte nadar me anonadó,

tus movimientos lábiles, núbiles,

nómadas e inútiles para el cultivo

de la fe.


Pensé: Juntos podemos ser imparables,

inseparables e inalcanzables para otras

unidades.


Es más: Juntos o separados

todos somos separables

y superables.



martes, 13 de septiembre de 2022

La belleza del engaño

 

(Senecio Loserman)

 

Las flores mas hermosas

suelen ocultar espinas

ponzoñosas.


Es señal de sabiduría

mantener cierta distancia

con la belleza.


Las tentaciones se repiten

a lo largo del camino

sin mucha sutileza,

como mojones, piedras.


El sabio reconoce,

el torpe tropieza;

el necio vuelve a tropezar

y lo celebra.


lunes, 12 de septiembre de 2022

La evolución de la función poética

 

(Horacio Ruminal)

      

                La poesía se ha transformado en eso

                que huye, a toda velocidad, de los            

                poetas

                               Matías José Morales

 

 

¿Estamos solos?


El poeta supo estar solo

a través de los siglos

su singladura adquirió distintas

formas, pero la soledad nunca

lo abandonó.


Esa condición, lo definía como

un ser extraño entre sus pares,

que apartado del mundo y sus

bullicios, era capaz de observar

desde lo alto, aquellas profundidades

de la vida que lucen ocultas

para la mayoría de los mortales,

y revelar aquello en sus poemas.


Más allá de esa imagen de seres

solitarios y extraños, el mundo

valoraba lo que hacían; eran

reconocidos, como los filósofos.


Y el poeta sabía que sus palabras

podían cambiar el mundo (Algunos

tuvieron que ocultarlas, u ocultarse

ante el peligro de recibir duras condenas

que incluían la pérdida de la vida: Otra

prueba, si hiciera falta, de que la poesía

nos puede cambiar la vida)

 

 

II

Pero el mundo cambió, el poeta de estos

tiempos, lejos de aquella soledad aceptada

como natural, desde una visión romántica,

hoy está rodeado de dispositivos que

multiplican estímulos a una velocidad

que no permite la menor distracción:


Hay que estar actualizado, todo cambia todo

el tiempo. No hay lugar para el ocio, el vicio

de la contemplación y mucho menos para la

reflexión profunda que demanda el poema

metafísico.


La búsqueda de la satisfacción instantánea

descarta la extensión tediosa, así como las

profundidades ontológicas:


El poeta debe aguzar su imaginación y

concentrar la producción de sentido

en objetos escuetos, breves y fugaces;

tan efímeros como la vida misma.

 

 

III

Debe evitar hablar de la función poética,

del discurso poético, del poema, del lenguaje,

del sentido de la palabra y de la palabra palabra.


Debe apelar a todos los recursos disponibles

para mantener un estado competitivo, y

ofrecer algo cuyo interés esté al la altura

del todo el material circulante, conocido

como espam desde los nuevos valores

digitales.


Pero el poeta no está solo:

Sabe que hay otros que están haciendo

lo mismo, y probablemente mejor.


No puede descansar en sus laureles

-si tuviera alguno- ni esperar la decantación

de esos versos escritos el último domingo.


Hay que actualizarse, manteniendo su conexión

con el pasado, el futuro y lo que puede esperarse

del presente: el presente es de lucha, siempre lo

fue.


El poema escrito ayer, hoy puede resultar obsoleto,

y este humilde ensayo, sin pretensión poética,

ahora mismo empieza a ser un anacronismo.

 

¿No nos moverán?


domingo, 11 de septiembre de 2022

Chicle globo para desdentados

 

(Asensio Escalante)

 

Pasaba el vendedor de globos

mientras se me caía el último

diente.


La ley de gravedad funciona,

es rigurosa: todo cae por su

propio peso.


Sólo los globos pueden elevarse

y perderse en el cielo. Nadie sabe

qué será de ellos, pero un globo

perdido al elevarse no es algo

relevante. No afecta la economía,

hay muchos.


La globalización se expande

hacia el cielo, que no tiene techo.


Los dientes tampoco van al cielo,

se desentienden de su función

orgánica y de los cuerpos, pero

mantienen su condición de materia

orgánica: Podemos compostarlos.


El desdentado integral, o estructural

puede disponer de implantes,

o en su defecto, acceder a una prótesis

acrílica, más económica.


O en su defecto, volver a la lactancia.

Todo vuelve: el vendedor ambulante

o corredor de globos, volverá a pasar.


Sólo los globos van al cielo,

no son compostables.


sábado, 10 de septiembre de 2022

Destellos

 

(Pascual Rambler)

 

Vi luz

y huí despavorido


¿venía por mi?


¿o estaba de paso por la sombra

de mi presente ilusorio?


Yo no necesitaba más iluminación

que la habitual, para mantener mis

hábitos relativamente humildes.


La verdad no luce ni refleja,

reflexioné. Podría haber brillado

en un desliz y emitir volúmenes

de luz superadora: la demanda de

seres luminosos no se apaga, crece

con las crisis.


Pero vacilé entre emitir intermitencias

u observar una continuidad dudosa, y

más segura.


Somos lo que hacemos:

No quise hacerme sombra con el

encono de mi propio reflejo abandonado.


No me animaba la voluntad del brillo

ni me encandilaba la vanidad en emisión,

esas luces que atraen a los cazadores,

buscadores y oportunistas (toda luz es

una oportunidad para reflejarse y obtener

algún brillo)


Hay nuevos nichos de luz disponibles.


Pensé en brillar y temblé, ajusté la

frecuencia de mi vacilación y me

contuve:


No serviría como faro; no tengo vocación

de unidad ni de servicio, y a duras penas

pago mi consumo de luz, gracias a dios

y sus subsidios.


Imágenes para la emulsión del fluído poético

 

(Orlando Doorland)

 

Un mar sin márgenes

avistado por un marciano errante,

indocumentado y posiblemente

apócrifo.


Un océano sin fin

afirmándose en su propia negación

para atraer todas las corrientes

hacia el centro del sufijo.


Una hache que se acuesta con

la noche como hachero con su

hacha, conformando un cuerpo

que duerme el sueño de los justos.


II

Escribo sobre lo tachado en unidad

conformando un cuerpo

achatado hacia los polos, sin saber

cuanto queda por tachar para acceder

a la unidad.


Sintaxis del agua:

Se escribe como se nada; se puede

aprender a nadar por correspondencia

pero a escribir se aprende nadando,

o no se aprende (aunque es dable

flotar y no nadar)


III

Nunca aprendí a flotar, no creía en

los verbos regulares y era incapaz

de creer más de lo aceptable (no creas

en quienes dicen no creer en nada, es

posible que ni sepan lo que creen)


No era mucha mi fe

en relación a los cuerpos y el agua:

Ser en el agua es distinto que ser en

el tiempo, en la tierra, los espacios

intersticiales y las zonas de confort.


No creía, más no me anonadaba ante

nada. Pensé en flotar y fracasé, volví

a intentar y abandoné: buscar el equilibrio

por medio de un cuerpo, cansa, agota.


Cuando dejé de pensar en flotar

vi que flotaba.


Aprendí: No hay que pensar para

salir a flote, y me dejé llevar por

las corrientes de opinión

con una profunda convicción.




viernes, 9 de septiembre de 2022

Señuelos de humo

 

(Senecio Loserman)


Ante la embestida de una glándula

específica o genérica o anómala,

el cuerpo dispone sus recursos

para recuperar el equilibrio interno

en condición de visitante.


Las condiciones son cambiantes,

recuerda el alma dormida

-su investidura imberbe

y las almohadas anteriores,

impúberes al verbo consumar

con sus tres sílabas autónomas-


Y recuerda, la llama anonadada

revisitada por el humo amigo

o enemigo, velando el cuerpo

recobrado por el hábito.


Sólo el sueño es soberano, hermano,

decía la hormona no identificada a

la salida.


Salimos a esperar la noche,

a interpelar el aire y apedrear

al polvo enamorado.


¿Volvimos mejores?


Tal vez no, las glándulas sabrán

lo que hacen con el pasado.


Pero la memoria es selectiva,

conserva lo útil

y alguna que otra cosa. Resiste

unos embates: otros no.


Declina pero fluye,

embutida entre unos rastros

que nadie más visita y sólo ella

reconoce.


Huye en sentido circular

para que el sueño salga airoso

de sus dudas naturales, específicas

o genéricas.

miércoles, 7 de septiembre de 2022

El luto de la luz

 

(Tomás Lovano)

 

Luce luto la luz,

no se aglutina como supo,

ni celebra la dispersión

de sus haces.


Una formación creciente

de cuerpos provistos

de cavidades provisorias,

se extiende hacia el poniente

dispuesta a sacrificar su alma

por un hueco de luz, un nicho.


Cualquier cociente que se cuadre

puede reflejar y remitir utilidad

residual en lo que dura esta ecuación

obscura.


Nadie espera ecuanimidad de la luz,

ni de los cuerpos semovientes. La

vida útil de un ser de luz, está acotada

y determinada por su propia combustión

interna. Cualquier aprendiz lo sabe:


nada brilla por sí mismo sin combustión,

es decir consumo.


El consumo hace posible la noción

de tiempo, necesaria para alimentar

nuestro consumo.


Hace bastante tiempo que vivimos

de una luz pretérita y remota, de cuyo

presente poco sabemos. Ella es veloz,

pero el viaje es largo: No se vislumbra

ningún motivo para alterar nuestros

niveles de consumo.


Aceptamos la intermitencia como algo

natural, a la luz de los hechos conocidos

y la historia de luces y sombras

que conocemos gracias a los seres

de luz.


Parte de racionamiento

 

(Onésimo Evans)

 

Son las once:

ceno.


No sé qué cenar,

cenaré lo que hay.


Son las once

en el antropoceno,


como en primera persona:

me cocino.


En el antropoceno

unos cenamos a las once,

muchos antes o después

y otros no cenan:


Cada cual con sus hábitos,

cada familia es un mundo.


Todos somos parte de alguna

familia, acá y en las antípodas.


Alcanza con reconocerse,

respetar los hábitos recíprocos

y ver qué hay para cenar

en la primera persona.


Son las once,

no te olvides de cenar.


lunes, 5 de septiembre de 2022

Versiones sobre el agua

 

(Tomás Lovano)

 

Las hendiduras del agua

horadan al nadador no iniciado

que no las reconoce.


Andariveles cóncavos

mejoran la trazabilidad del azar

y coadyuvan al pasaje de términos

entre dos fluídos, solidarizando en

cuerpos funcionales, provistos de

cavidades concomintantes.


Un cuerpo con oquedades suficientes

se desliza sin contratiempos en el

cuerpo líquido y es menos propenso

a distraerse en el paisaje y deshacerse

en precauciones vanas para velar el

alma.


Se percibe nativo, en relación soluble

a voluntades saludables que se hunden.

Se ofrece desasido al movimiento

y al reposo del líquido que lo contiene,

sin pensar en el aire, ni sopesar

la gravedad de su propio pensamiento

sumergido, incorporado a la función

líquida y autóctona.


Se nada en la insolvencia, no se piensa

si el agua es penetrable o lo inverso.


El agua sigue su curso

bajo todas las versiones.

Puede volver a vertirse

y pasar inadvertida por otro

nadador distinto de cero.


Pero no necesita invertir

para mantenerse a flote,

ni invertirse, reinventarse

o reconvertirse.


¿Hasta dónde, cuando se podrá nadar?

¿Hasta cuando aceptará su condición

subalterna de recurso?


¿Podrá sobrevivir el agua

al colapso de todos los recursos?


Confiamos en la industria del conocimiento:

Toda necesidad tiene una respuesta tecnológica

y llegado el caso, produciremos nuestras

propias aguas artificiales de diseño inteligente.

 

No hiendas el agua con la boca

¿Quién dijo que los cadáveres no flotan?


Los riesgos de la autosuperación descontrolada

 

(Aquino Lamas)

 

Desde estas ínfulas genuinas,

endógamas y autóctonas, me dí

a medirme en todos los sentidos

para verificar el crecimiento

exponencial de mi masa espiritual.


Contaba con la concupiscencia de

los más conspicuos, para avanzar

sin merma entre los contratiempos

naturales de los dígitos.


Medí mi vanidad sin escrúpulos

y vi que era buena: expresaba

valores aceptables. Lo que aceptas

te transforma, me arengué recordando

las palabras del filósofo.


Verifiqué mi naturaleza superior en

los fehacientes guarismos obtenidos

y renové mi fe en los números conversos

y en los primos:


Los números no mienten, no tienen esta

capacidad. Me dí mi palabra pero olvidé

mi clave en la armadura antigua, por la

edad vencida.


No me detuve: La Naturaleza superior

es también capaz de superarse a sí misma,

toda medida es relativa, pensé

sin detenerme mientras iba superando mis

expectativas.


Podría ir mas lejos,

acepté,

pero ¿para qué?


Un incompetente se detiene ante

cualquier obstáculo. No era el caso:

Yo estaba en las antípodas, sólo que

a cierta altura de la evolución alcanzada

no tiene sentido seguir elevándose:


No hay competencia posible.


Podría ir más lejos,

acepté,

pero ¿para qué?


domingo, 4 de septiembre de 2022

El viejo Bizcocho

 

(Pascual Rambler)


Me llevó consigo un viejo

que pronto mostró la hilacha:

(no era una hilacha cualquiera)


-Si te digo que no, te miento.

Si te digo que no te miento,

te miento.


Siempre miente…


-Es verdad.


No mienta, no se puede mentir siempre:

la mentira tiene patas cortas.


-Yo también. Sí, se puede.


Siguiendo su lógica, debo interpretar

lo contrario.


-La lógica no es mía, y la frase no me

pertenece.


Ahí dijo al menos una verdad.


-Toda mentira contiene algo verdadero.

Nada nos pertenece tanto como nuestras

mentiras.



sábado, 3 de septiembre de 2022

Monigotes

 

(Abel A. Borda)

 

Un ataque de risa puede provocar

la muerte: No te rías.


Se debe controlar este impulso

humano dentro de los parámetros

razonables.


Siempre hay razones para reír,

sólo los locos ríen sin motivo,

aunque tengan otros motivos

que no conocemos.


Algunos podemos reírnos

de nuestra ignorancia, una risa

saludable, mientras sea controlada.


El monigote no se ríe,

no sabe lo que representa

ni conoce los motivos que sostienen

la risa y el sacrificio. No emite signos

de culpa o resistencia a la autoridad.


Yo no me río ni me espanto

ante la presencia de otro monigote.


No sé cuanto de humano hay en

la risa: Puede que otros animales

tengan otras formas de reírse.


Los humanos necesitan que su risa

sea compartida, de lo contrario la

controlan para no ser sospechados

de locura.


Yo no me río ni me espanto,

hasta ahora no encontré motivo.


Casi todo lo humano

es ajeno a un monigote.


jueves, 1 de septiembre de 2022

Sistema analógico (versión alternativa b)

 

(Carlos Inquilino)

 

No hay dos lentejas iguales,

todo es según la lente que

nos mire.


¿Qué mirás?


Hay lentejas, lentejones, lentejuelas

y está la lenteja canadiense, que en

Canadá es más popular que cualquiera

de nosotras.


Toda lenteja se autopercibe única.

Tenemos nuestras diferencias, como

cualquier sujeto: de tamaño, género,

colores y sabores y otros atributos

que ni pienso revelar.


Los brotes de lenteja africana

son afrodisíacos, pero nadie lo sabe;

En Africa mantienen el secreto

para evitar el aumento de la reproducción

de consumidores de lentejas.


No hay dos lentejas iguales, aunque

podamos parecer idénticas.


No habemos habas, garbanzos ni

lentejas iguales: Estamos hechas

de diferencias, como cualquier sujeto,

prójimo o semejante.


Toda semejanza es engañosa

entre sujetos y guisantes.


 
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