(Luis Espejo)
Un hombre gris
suele pasar desapercibido,
hay muchos. No resaltan sus
cualidades en el paisaje humano,
mayormente gris.
Hay grises, pero esta diversidad
suele pasar desapercibida para
la mayoría:
Cuando se piensa en gris, lo que
vemos es un gris genérico; este
gris, tan dudoso como todas las
palabras.
El hombre gris
suele pasar desapercibido,
incluso para sí mismo:
Es difícil que alguien se reconozca
gris; el gris no vende ni tiene buena
prensa.
Yo era un hombre gris, pero no
lo valoraba, no lo sabía: No se
valora lo que no se conoce.
Yo era un hombre gris, sin ningún
conflicto: combinaba bien los grises
que vestía (el gris combina con todo),
comía grisines, leía a Grisóstomo y a
Julián Centella.
Yo era un hombre gris, después lo
supe: se puede ser feliz y gris
sin contradicción.
Hay muchos animales grises;
está el cuis, el zorro gris y la mayor
parte de las ratas (nuestro ancestro
mamífero: son muchas más que nosotros,
aunque con menos materia gris)
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