(Ricardo Mansoler)
Los poetas muertos, son siempre
una buena fuente para los vivos.
Como la naturaleza muerta
es fuente de vida para poetas
y profanos.
Abrevar en los poemas de los muertos
no significa profanarlos. Pueden ser
una fuente de inspiración, de aprendizaje
o el descubrimiento de algo que uno pensó
y otro escribió con mejor fortuna.
En cualquier caso, esa lectura es indispensable
para la formación de todo poeta. Yo no hubiera
escrito nada de lo que escribí, sin el legado de
esos poetas que me precedieron en la muerte,
dijo un poeta que ya no escribe.
¿Un poeta muere cuando deja de escribir?
¿O sólo deja de escribir cuando muere?
Error: Uno escribe porque está vivo, afirmaba
en un poema un poeta que ya no está entre
nosotros.
¿No está?
Yo lo sigo descubriendo, hay poemas que no
se agotan en un número de lecturas: Las leyes
naturales no afectan al poema, el poeta sigue
escribiendo, más allá de su condición material
y escribe nuevos poemas, bajo otros nombres.
Sabido es que un buen poema da lugar a otro,
contiene otros. Todo poema es un tributo a
otros, aunque su autor ocasional no lo cite y
tal vez no lo sepa.
También él dejará de escribir, y acaso
siga escribiendo bajo otros nombres.
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