(Amílcar Ámbanos)
¿Estaba generando las preguntas
que necesitaba? Le pregunté al
poema sin resolver.
Me respondió sin vacilar:
La función de nosotros, es no dar
ninguna respuesta. La ausencia
no es negación:
Un poema que se precie, no niega
ni promete; apenas si sugiere o
merodea zonas obscuras, con acceso
al desierto.
El resto es pura mampostería, los
poemas sabemos como prescindir
y también como exceder.
¿Hay preguntas que no pueden
formularse dentro del poema?
Negativo, se puede preguntarlo todo
sin proscripciones ni esperanzas.
Su propia esencia es un misterio
que nunca será revelado, como la
expansión del universo.
¿Puede expandirse el poema, sin
perder intensidad y atracción?
Sí, aunque es riesgoso: La expansión
descontrolada no tiene mucho futuro
en el poema ni atrae inversiones.
¿Cómo determinar si el poema es
bueno o malo?
La pregunta no es válida: somos
ajenos al sistema binario, y ningún
poema tiene por qué ser bueno o
malo pata todo el mundo.
Hay suficientes poemas aceptables
en el mundo: -aceptar-
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