(Carlos Inquilino)
¿Hacia dónde va el mundo?
Hablar del mundo es engañoso,
habría que escarbar, profundizar,
desmalezar y separar:
¿Somos una unidad?
¿Cuántos somos? ¿De qué hablamos,
qué designa la palabra mundo sin
metáfora?
¿Hablamos del planeta?
¿De quienes lo habitamos?
¿Del mundo sensible?
¿De una percepción subjetiva de cada
uno sobre una totalidad que compartimos
como organismos y sujetos?
Las totalizaciones son siempre peligrosas,
acumulamos suficiente experiencia.
¿Hablamos del mundo civilizado, humanizado
y en continuo movimiento antropocéntrico
hacia…?
¿Hablamos de la lengua, del lenguaje: nuestra
casa según averiguara Heideger?
¿O hablamos de recursos naturales?
En fin, no es para inquietarse. Tal vez no habría
que ser tan rigurosos: En poco tiempo, nadie
hablará más del mundo en este mundo.
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