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jueves, 29 de febrero de 2024

Versiones alternativas

 

(Horacio Ruminal)

 

¿Sabías que hay otras versiones de vos?

Es posible que no lo sepas, y que ésta

que elegiste no sea la mejor.

Es posible que ni siquiera la hayas elegido

y ciertas circunstancias y condiciones

externas te llevaron aquí.


Incluso, puede que sea ésta tu versión más

floja, y no hayas tenido oportunidad de cobrar

conciencia: Nadie lo sabe; hay cosas que nadie

puede saber de sí mismo sin ayuda externa.


Lo único seguro, es que hay otras versiones

y están disponibles. Pero sólo para los que se

atreven a dar un paso: Un paso que puede

cambiar tu vida, en un sentido u otro.


Cuál es el sentido correcto, te estarás preguntando:

No lo sabemos, para conocer hay que probar.

Y para eso, hay que estar dispuesto. Es decir:

disponer de sí mismo con voluntad abierta al

cambio y confiar en el asesoramiento adecuado,

una vez obtenido.


Las buenas decisiones siempre dan frutos.

¿Estás disfrutando de tus capacidades naturales

o adquiridas en forma correcta?


No hay que precipitarse. Las mejores decisiones,

las más útiles, nunca son fruto de la improvisación

ni de impulsos emotivos o irracionales, sino que

requieren cierta elaboración.


Hay una pregunta clave, que sólo vos podés

responder: ¿Estás conforme con tu versión

actual? ¿Te sentís satisfeche?


Pensalo, no contestes ahora, tomate tu tiempo

mientras vamos a una tanda; estamos un poco

atrasados.


(No olvides que no somos unimembres, aunque

seamos únicos contenemos un abanico de versiones

ajustables y posibles: Sólo superando los bloqueos

y obstáculos que te impiden avanzar, podrías liderar

ese abanico y encontrarte con tu mejor versión.

Ella te está esperando)


Un líder nunca está conforme, no lo olvides.

Pensalo, la decisión es tuya: Somos lo que decidimos.


(Hay otras versiones de este tutorial)


miércoles, 28 de febrero de 2024

Control de calidad

 

(Aparicio Custom)

 

Controlo las palabras que necesito.

No siguen un orden cronológico, se pueden

incorporar en cualquier momento de la vida.


Es posible que conozca más, las incorpore

para controlarlas, y también es posible que

conozca más de las que necesito:


Ésto no se puede controlar; el conocimiento

tampoco: sólo una parte es voluntario; el otro

es forzoso.


Hay fuerzas que no controlamos

y son parte de otro control, del que somos

objeto los sujetos.


Sabemos que hay cosas que no hay que nombrar,

es más seguro. Hay palabras para casi todo,

no es necesario conocerlas a todas para poder

controlar nuestras emisiones.


El autocontrol hace que todo funcione en forma

correcta, evitando los excesos, y podamos emitir

hasta el cansancio con total libertad, hasta los

poemas más dudosos.


martes, 27 de febrero de 2024

Milagros de la fe

 

(Encarnación Segura)

 

Sabía que podía fracasar,

pero nunca perdí la fe.


No es un milagro, la fe,

pero puede hacerlos; doy fe:


Enterré un escarbadientes,

en el sentido correcto

y lo cuidé como a un hijo

o un esqueje.


Luego esperé, tuve paciencia,

y un buen día enraizó.


Una cuestión de fe, ella puede

echar raíces en cualquier parte

y hacer que todo brote.


Hay que tener paciencia y no perder

la fe.

Hay que tener fe y no perder

la paciencia.

Hay que tener fe en la paciencia:


No hay cultivo posible sin paciencia,

el cultivo de la paciencia siempre da

frutos, aún cuando no sean los esperados.


Oye legionario, escucha feligrés

autónomo o inscripto:


¿Hace milagros la fe?


No sé, habrá que ver, estar atento y

disponible. Los caminos de la fe

son infinitos: Cada uno es libre de

elegir y cultivar la suya.


Sin necesidad de confesar, ni compartir,

ni esperar que otros compartan, la nuestra

ni la suya o de terceros.


La fe es lo único que no puede ser

tercerizado: esta sola certeza justifica

su cultivo.


Luego, con paciencia, tal vez podamos

alcanzar la trascendencia.


Antes esperaba, ahora lo sé:

No voy a compartir el secreto de esta fe,

sólo diré que a mi me funcionó:


Planté un escarbadientes y enraizó,

está creciendo saludable y espero con

paciencia cosechar sus frutos:


No los conozco, pero puedo esperar.


Siempre hay algo que esperar.



lunes, 26 de febrero de 2024

La tarea del consultor motivacional

 

(Nicasio Uranio)

 

Otra puntada sin hilo, Iván,

así nunca avanzarás,

ni como músico ni como sujeto,

emisor o receptor:


Todo lo que hacés queda ahí,

suspendido en el aire.


-Todo lo que emitimos es aire,

en especial los músicos, o aspirantes

que elegimos instrumentos de viento.

No sé si es muy distinto en otros

sujetos.


-No sabés porque estás en el aire,

¿sabés por qué estás en el aire?

Por la falta de un hilo que una

tus puntos inconsútiles:

No hilvanás, ni sufilás, y tus pespuntes

son tan vanos como tu música, si se le

puede llamar a eso perdiéndose en el

aire.

Tal vez no sea tu verdadera vocación,

Iván; pensalo, yo probaría aspirar a

otra cosa.


Gases Nobles y plebeyos

 

(Malcolm Mercader Ergástulas)

 

¿Qué hay que saber de los gases nobles?


Nobleza obliga: Son siete, un número

modesto y fácil de memorizar:


Helio, neón, argón, kriptón, xenón y radón.

Desprovistos de olor, sabor y color,

monoatómicos y de baja reactividad,

se los denomina inertes:


Son reacios a reaccionar con otros.

He aquí la esencia de la nobleza:


No reaccionar, permanecer inerte a los

estímulos extrenos y cultivar la indiferencia

hasta sus últimas consecuencias.


¿Qué más hay que saber?


Nada, ya sabemos que nuestro cuerpo sólido

es mayormente líquido, agua, átomos de

hidrógeno y oxígeno mucho más antiguos

que el planeta.


O sea, no debemos nada a nadie, del Big Bang

para acá.


Por último, tu cuerpo semisólido, o semilíquido

también contiene gases que circulan: todo

circula acá, por lo que sabemos, desde hace

mucho y con total normalidad.


La libre circulación es sólo una buena metáfora.


Ahora los conocés. Procurá detectar los gases

nobles y vincularte a ellos con actitud positiva,

hasta volverte inerte, sentirte inerte (monoatómico

no vas a poder)


Aprendiendo a cultivar la indiferencia, podrás

autopercibirte cada vez más noble de espíritu.


Nobleza obliga:  el espíritu es una forma de la

materia, en estado gaseoso, como el éter.


domingo, 25 de febrero de 2024

Justicia poética: Una defensa del exceso

 

(Luis Espejo)

 

¿No cree que sus poemas suelen extenderse

en exceso, o se prolongan más de lo necesario?


-Sí, es posible: Todos cometemos excesos, una

buena parte son inevitables.


-Claro, pero tal vez reduciéndo la emisión

excesiva con algún control, los poemas ganarían

en calidad, y luego aceptación y reconocimiento.


-No los hago para ser reconocido, ni aceptado.

El exceso me es natural, es parte de la vida, y

podría decir constitutiva.


-Pero el poema es un objeto, sujeto a condiciones

más o menos establecidas y cláusulas de uso.


-Sí, y tiene un cuerpo tal como un organismo vivo

hecho de signos. Los signos vitales del poema son

distintos…


-Es cierto, hay elementos objetivos y subjetivos, que

deben conjugarse en armonía para dar unidad y

consistencia a ese objeto vivo.


-Así es, y hay vidas que se extienden más de lo

necesario, como sabemos. No me parece que sea

algo cuestionable.  En cuanto a la calidad de vida,

siempre fue algo azaroso.


sábado, 24 de febrero de 2024

Noches póstumas

 

(Nicasio Uranio)

 

Horas lábiles reposan

en la base del fermento

decantándose, que nutre 

las visiones trasnochadas de 

los débiles de espíritu.


Cae la noche, nunca dejó de caer.

Cae para todos, la noche,

puede caer en saco roto

sin que le importe, ni deje de serle

indiferente.


Entretanto, algún imbécil amanece

y te habla del espíritu, del goce

inmaterial y hasta puede convencerte

de eliminar la carne de tu vida.


La fantasía siempre encuentra dónde

desarrollarse, y la palabra es una fuente

de contagio.


Somos lo que no comemos.

No hay palabras para negociar, aunque

hay otras que no conocemos ni buscamos.


Son parte del mismo sistema, ese otro

metabolismo que no se come:


Nadie desciende del trabajo

de ninguno, pero todos nos reconocemos

descendientes, hasta cierto punto.


Descender es trabajoso, pero no hay

alternativa. La habilidad natural o

adquirida y la voluntad, no cuentan.


Confiamos en dejar alguna descendencia

algo más digna que nosotros:


No se necesita ningún fundamento para

confiar, y ningún motivo para descender.


El vaivén histórico

 

(Emeterio Askman)

 

Pude salir airoso

de ese vaivén histórico

que me tenía sujeto

y me había dejado acobardado

como un cordobés que conocí

en San Luis.


El aire va y viene, blasfemaba

con una inocencia preñada de

ignorancia.


Pero ahora soplan nuevos vientos,

afirmaba con un optimismo tan

irrisorio como penoso.


La vida es una oferta continua

de oportunidades para reír y

penar: Cada uno debe encontrar

sus propios recursos para eludir,

gambetear, o poner fuerte el cuerpo


y salir airoso de ese vaivén binario,

histórico y casi siempre apócrifo, y

volver triunfante al bucle primordial.


jueves, 22 de febrero de 2024

Técnicas de supervivencia

 

(Abel A. Borda)

 

Este pez, es probablemente

el último sobreviviente de su especie,

una especie única.


Este hecho, si se verifica

lo convertiría en único: es posible

que ya lo sea, y tal vez no lo sepa.


Hay pocas posibilidades de ser único

en este mundo poblado de una diversidad

de especies, más o menos semejantes

entre sí, con algunas diferencias.


Unas pocas son claramente diferenciadas,

y tienden a desaparecer. Las diferencias

tienden a desaparecer; son algo que merece

ser superado:    Antes era distinto.


Mientras tanto, hay que andar con cuidado.

Seguro que este pez no sabe que ahora es

único y por eso anda tranquilo, como si

nada.


Yo, en su lugar tomaría mis recaudos.

Al menos guardaría silencio por un tiempo, 

aunque fuera lo último que hiciera.


miércoles, 21 de febrero de 2024

la berenjena y el costo social

 

(Nicasio Uranio)

 

En todo berenjenal autóctono

y auténtico, mientras unos se

pierden y dan pena,


otros no se amedrentan,

ni descansan hasta encontrar

la berenjena buena:


No se encandilan con el brillo

de otros frutos, en apariencia

semejantes.


La semejanza es un engaño:

Es fácil permanecer ajeno

y hundirse en un berenjenal


autóctono o dudoso, y hasta

confundir la propia pena

con la de la berenjena buena.

 

Hay una pena natural, y otra aspiracional:


Hacemos la vista gorda, preferimos

aceptar la realidad del berenjenal y

decir: es todo igual, que aguzar el ojo

y el esfuerzo para hallar la berenjena

buena, aunque nos resulte ajena.


Es penoso: cuando queremos ver,

ya estamos hundidos en el berenjenal

nativo, y para bien o para mal

sólo podemos dar pena (a nuestros

semejantes y sus berenjenas, que no

todas son buenas)


Cuando te encuentres perdido

en un berenjenal, propio o ajeno,

recuerda que la berenjena no es

una especie nativa:


Fue introducida por el conquistador,

junto al caballo, el trigo y esta lengua;

y a cambio se llevó el noble metal

y algunas cosas más. 


No está tan mal, si lo pensás:

No teníamos berenjenas, pero 

éramos un berenjenal. 


No hay salida sin esfuerzo personal


martes, 20 de febrero de 2024

La buena disposición

 

(Olegario Saldívar)

 

No estaba disponible cuando desperté,

después no sé si estuve, pero no

disponía de tiempo para determinarlo,

ni para pensarlo:


Hay mucho para pensar.


Por fin pude despabilarme

y activar todos mis circuitos neuronales

habituales (los otros, hasta ahora nunca

los necesité)


Había superado el pábilo, y sentí que

podía disponer a pleno de todo el volumen

de mi capacidad ociosa.


Pero se había hecho tarde, y ya era hora

de conciliar el sueño reparador, que a veces

coincide con el sueño de los justos:


No sé si era el caso, no sé si desperté, pero

estaba perfectamente disponible, como se

debe y me puse a disposición:


El sueño es el mejor negocio para los vivos

(El que muere mientras sueña, ni se entera)


lunes, 19 de febrero de 2024

El sentido detonado

 

(Pascual Rambler)

 

La noche colapsó

entre los márgenes de error

que estaban previstos.


Como soy previsor, al escuchar

el estruendo soterrado aproveché

para ponerme a tono con todas

las detonaciones atrasadas.


Ahora estoy actualizado:

Sé que le país está detonado

porque la economía estaba detonada

y el cuerpo social, ese tejido, denotaba

todas las detonaciones que se sucedían

en su interior sin solución de continuidad.


La opinión pública entendió que había

que parar ésto de cualquier modo:

Un pueblo detonado no puede pensar mucho.


Había que parar las detonaciones

o resignarse al colapso definitivo:


Una vez colapsados, ya no hay

nada que pueda detonar.


domingo, 18 de febrero de 2024

Nueva vacuna obligatoria

 

(Encarnación Segura)

 

Ya está lista

y a la espera de su aprobación

final, la vacuna Patria.


Diseñada y desarrollada por

manos nativas, hermanas,

nacionales y soberanas.


Una conquista de nuestra ciencia

autóctona que no le debe nada a

nadie, y todos celebramos.


No es para menos: El Orden, el

progreso y la transparencia se verán

favorecidos de un modo insospechable.

 

Por fin tendremos nuestra propia vacuna

libre y soberana, y tendremos nuestra

propia medicina inoculada.


Este logro nacional, viene a marcar

un antes y un después en la defensa

de los valores patrios.


Una vez aprobada por las autoridades

y aplicada con los protocolos pertinentes,


todo aquel que no pueda presentar su

certificado de vacuna Patria, será

considerado un enemigo público

y tendrá que asumir las consecuencias.


Anotate antes que sea tarde, no te

quedes afuera, vacunate: 

Los antivacunas tienen los días contados.


La patria era el Otro, te mintieron:

Siempre fuimos nosotros.


¿de qué lado querés estar?

Hay uno solo, el modelo binario 

fracasó:  Éramos nosotros o ellos,

y ganamos nosotros,

 

Pronto estaremos vacunando: 

La Vacuna Patria ya superó todos los

controles.  Fue probada en ratas

con éxito:  funciona.

 

Para optimizar su función, es necesario  

que no quede nadie sin vacunar, por eso

se dispuso que sea obligatoria:


La vacunación masiva nos protege

y asegura los destinos de la Patria.


No dudes en vacunarte, o la Patria te lo

demandará.  La duda ya te convierte en

sospechoso.  Vacunate sin miedo.


Es única dosis:  Es ahora

y es para siempre. 


El secreto de la felicidad

 

(Absinia Bending)

 

No se necesita mucho para ser

feliz.


Es más bien poco lo necesario,

incluso tan poco que a menudo

resulta despreciable.


Estar feliz es más fácil que serlo.

Es común reconocer ese estado

cuando ya no está.


Estamos compuestos de sentimientos

más bien inestables, y nos adaptamos

estos cambios, como a casi todos.


No tiene sentido buscar la felicidad

si no se la conoce. Es posible que no

esté en el futuro, aunque pueda haber

estado en el pasado.


Una palabra feliz es un engaño,

como todas: No hay palabra feliz,

pero casi todas pueden resolver en

una frase feliz.


Hay poetas dudosos, que son felices

escribiendo malos poemas.

Del mismo modo, hay poetas que nos

ofrecen un momento feliz al leer su

poema, aunque no sean felices.


Un poema puede contener cosas terribles,

u horribles y alcanzar un resultado feliz

como objeto.


Los poemas son objetos dudosos:

están hechos con palabras, cuya

esencia es el engaño.


No nos engañemos. Los poetas son

sujetos dudosos, sobre todo cuando

parecen felices.


No se necesita mucho para ser poeta,

apenas algo más que para ser feliz.


sábado, 17 de febrero de 2024

¿Nuevos símbolos patrios?

 

(Cósimo Stancatto)

 

La adopción de la imagen del sapo

como símbolo patrio, está generando

algunas discusiones en las altas esferas.


Los defensores de la propuesta y del

batracio nativo, sostienen que es más

autóctono que cualquiera de nosotros,

nunca fue plaga ni afecta nuestro

desarrollo sustentable, y profesa un

amor a su tierra superior al nuestro.


Sus detractores, argumentan que el sapo

no vende, como la poesía: nadie en su

sano juicio compra un sapo, ni pagaría

por él.


Tiene mala prensa, se lo asocia al inframundo

y a prácticas oscuras, como la brujería, y no

cumple las condiciones para representar al

ser nacional y popular.


Ni siquiera responde a nuestros cánones de

belleza, tiene sangre fría y tampoco es un

mamífero. Las fantasías de los cuentos de

hadas, nunca pudieron ser verificadas.


Lejos de generar empatía, lo único que nos

produce el sapo, es un rechazo unánime.


Del otro lado, los patriotas que impulsan la

recategorización del anuro como símbolo

emblemático, aceptan algunos argumenos

en forma parcial, pero refutan el último, que

es también el más importante:


El rechazo unánime, es precisamente la prenda

de unidad que necesitamos. Hay pocas cosas

que nos unan, más allá del enemigo, como para

despreciar este rechazo, no menos infundado

que otros y del que la noble criatura no tiene

ninguna responsabilidad.


Lejos de ser un enemigo, el sapo nos es útil

controlando la población de mosquitos, y otros

bichos indeseables.


Es cierto que no nos da su leche, ni su carne, ni

sus huevos; no tiene lana ni nada para dar y ni

siquiera se puede montar; tampoco domesticar.


Pero al menos canta, y lo hace mejor que muchos

que cobran por hacerlo: Es mejor no hacer nombres,

pero ¿Cuántos sapos nos hemos tragado a lo

largo de la historia?


Es verdad que sapos hay en todas partes, pero

el nuestro no es menos que ninguno y es tan

nativo como soberano. La popularidad se

construye, y él puede representarnos mejor

que cualquier otro símbolo.


Sólo hay que darle la oportunidad.




viernes, 16 de febrero de 2024

La evolución de la lengua

 (Horacio Ruminal)


Una lengua de agua

besaba la hondonada,

no lejos del monte que se alza

tras la llanura.


Tendría que montar

y llegarme hasta el monte

antes que sea tarde, pero salí

sin montura y no acostumbro

a montar en pelo.


Para peor, olvidé también mi flete,

mi alazán, te estoy nombrando…


Es inútil nombrar al que no está,

si no estuviera tan lejos me oiría,

aunque no sé si vendría:


el caballo no tiene una relación

muy entrañable con su nombre,

que en realidad ni siquiera es suyo:

no lo eligió como nosotros.


Tendría que ir al monte a desmontar:

ya comenzó la temporada de desmonte.

Pero no monto sin montura, ni a mi

alazán ni a naides.


No, hoy no es mi día.

La lengua de agua no me dice nada,

ni arruga: permanece inmóvil como

sólo un cuerpo líquido puede hacerlo.


Me refleja y me tienta, mi sed le atrae

(mi sed humana reflejada en esa lengua

líquida e inmóvil)


La tentación es intensa, se me hace agua

la lengua. Pero no la bebería, todavía no:


Hoy no es mi día.

jueves, 15 de febrero de 2024

Iluminaciones

 

(Encarnación Segura)

 

Una mueca de alivio descendía

distendiendo el rictus del filósofo

autodidacta como un anacronismo

cargado de futuro.


De la fitogénesis a la fotosínstesis

había un paso que lo explicaba todo,

por lo menos.


Ahora se sentía iluminado

y agradecía esa luz ajena

que le inundaba el alma, antes

empozada.


Somos luz que encarnó, pensó.


Fitodependientes por naturaleza,

atravesamos las distintas secuencias

evolutivas de la luz, hasta hacerse

conciencia de sí misma:


Luz descarnada, reflejo degradado

del pasado de otra luz (toda nuestra

carne es el registro especulativo de

esa luz descompuesta en materia)


La evolución de la luz

resolvió en carne, por gracia del mar

verde de las plantas.


Los planetas sin verde, sin plantas

carecen de vida aunque reflejen

una luz estéril.


Las plantas sagradas ancestrales

nos recuerdan que sin fotosínstesis

no hay nada, ni conciencia de esa

nada que encarnamos.


Toda esta energía que consumimos

y nos hace consumirnos procede de

la savia de las plantas, cuyas hojas

supieron transformar la luz en vida:


Vida útil, inteligente, productiva

y otras manifestaciones de la vida

que no nos interesan.


Política ambiental

 

(Tomás Mercante)

 

La insurgencia de los peces

no ha descendido.


No disminuye pero tampoco aumenta:

Celebramos la estabilidad de las

variables.


Confiamos en el Orden Natural,

en nuestro orden interno, en las

internaciones ordenadas por facultativos

calificados y profesionales competentes.


Creemos en los entes calificadores,

en los boletines de calificaciones, en la

Orden de Mérito, en el orden cerrado,

en las fuerzas del orden y en las fuerzas

del cielo.


Confiamos en los subordinadores

y en el valor de la subordinación.


En el agua, el tránsito es fluído

y los peces se desplazan con cierta

libertad: Están autorizados a hacerlo

siempre que adopten movimientos

correctos.


Los peces no tienen mucha conciencia

de que el agua es un recurso natural

que nos pertenece, como todo lo que

está dentro y fuera de ella.


miércoles, 14 de febrero de 2024

El paréntesis par

 

(Serafín Cuesta)

 

Siempre escribí el paréntesis

de arriba hacia abajo.

Ahora empecé de abajo

y es idéntico: no igual,

pero cuesta distinguirlos

y cumple su función sin merma.


La igualdad propiamente dicha

sólo se verifica en los números,

fuera de ese espacio acotado

es una cuestión espinosa.


Spinoza creía en Dios, pero no

en el que conocemos (si es que

conocemos alguno)


No hay dos dioses iguales

por definición, así como nosotros,

a imagen semejanza tampoco

somos iguales aunque igualemos a 

los dioses.


¿Qué define la condición divina?

 

Nada como el milagro, pero no

cualquier milagro: Hay otras

entidades que los hacen, sin ser

dioses o diosas.

 

Las comparaciones son odiosas.


A la igualdad hay que encerrarla

entre paréntesis: Antes de abrir

el primer paréntesis, hubo corrido

mucha tinta, casi tanta como sangre:


Tuvo el hombre que pensar bastante

para arribar al primer paréntesis 

y a los signos de puntuación que

le sucedieron.


¿Somos lo que pensamos, o lo que

hacemos?


¿O el producto de lo que hicieron y

pensaron otros?


El dios de Spinoza era poderoso,

como suelen serlo todos, pero sin

voluntad: Potencia en acto.


Los paréntesis siempre fueron pares,

como nosotros: Ser par no significa

ser igual.


Tampoco lo contrario.

Al pensar o hacer algo

siempre hay otro algo idéntico

y distinto, que no hacemos ni

pensamos entre paréntesis.

 

(Al abrir un paréntesis, se activa

automáticamente la necesidad de

cerrarlo, no importa el contenido


siempre que no sea un paréntesis:

esto sería tan falto de sentido,como 

poner un cuerpo dentro de otro)


martes, 13 de febrero de 2024

Cómo no entenderse

 

(Onésimo Evans)

 

Ahora entendí todo, señor.

Y no sólo no vacilo,

sino que puedo hacerlo sin

contradicción y por mis propios

medios.


Si todos alcanzáramos a entender

todo, dejaríamos atrás todos los

conflictos que nos separan

y no habría nada que temer,

ni que esperar.


Se pierde mucho tiempo tratando

de entender y la mayoría de las veces

suele ser tiempo perdido.


Siempre tenemos algo que perder

por no entender: Si tan solo

entendiéramos ésto…


Ahora, por ejemplo, creo que perdí

la capacidad de vacilar. Entiendo

que es algo natural que se pierda

una parte de lo que somos.


lunes, 12 de febrero de 2024

Reveses

 

(Encarnación Segura)

 

El revés de la embestida

no alteró el curso de la Historia

en pleno retroceso.


Somos eso:


el reflejo de la espada que brilló

al caer, como la noche cae

e inunda nuestros nichos.


La violencia completada, acumulada,

puede ser renegociada para cobrar

sentido, a cuenta de las víctimas

que pueblan con éxito la historia.


El amor retrocedió, pero el deseo

no agoniza en su perímetro

de carne muerta.


Un exceso de protagonismo malhabido

viene habitando las conciencias elegidas,

que abrevan en el brillo del pasado, con

sus glorias tan dudosas como banderas


neutras, incoloras, transparentes, que

se observan declinando, desde el envés

de la embestida:


Somos eso, primero fuimos bestias,

no lo olvides.


sábado, 10 de febrero de 2024

El tamaño importa si sos pez

 

(Malcolm Mercader Ergástulas)

 

Los peces gordos no temen a Dios.

Los otros deberían temerle,

y desde luego lo harían si no estuvieran

ocupados en temer a los peces gordos.


Los peces gordos pesan más

y están demasiado ocupados en mantener

su peso y volumen para no perder

la categoría, como para temer a Dios.


Por lo demás, Dios fue generoso con ellos,

dándoles unos cuerpos respetables.


¿Por qué habría de castigarlos, si cumplen

su mandato y ocupan el lugar asignado?


Ocasionalmente, puede aparecer un pez más

gordo que los mueva a autopercibirse presa,

pero son accidentes naturales; nada que

escape al plan divino, ni que disguste a Dios.


El pez gordo va y viene bastante empoderado.

No se mueve con temor ni conoce el temblor.

Permanece ajeno a las disputas teológicas de

los otros peces, menores y más numerosos:


Son muchos, ni Dios sabe cuántos son ya que

se reproducen sin pausa para reemplazar a

las víctimas de los peces gordos.


Dios no necesita esa información para mantener

el control, tanto bajo las aguas como a nivel del

mar.


A los peces gordos y pesados no les importa

que los otros teman o no teman a Dios; les es

indiferente: Dios sabe lo que hace.


En cambio, estos peces menores y bastante

insignificantes, aunque mayores en número,

deberían agradecer la existencia de los peces

gordos y pesados:


Ella los libra de temer a Dios.




Para una sanación definitiva

 

(Emeterio Askman)

 

Aléjate de las personas

que te menosprecian

o no te valoran.


Aléjate de los aduladores,

los que nunca te contradicen

y de las personas que procuran

agradarte valorándote en exceso.


Aléjate, y no intentes agradarle

a personas que no saben valorate.


Nadie mejor que tú conoce tu

verdadero valor.


Cuánto más te alejes de las cosas

que envenenan tu alma, más sano

o sana estarás.


Aléjate de las personas con valores 

sospechosos.


Aléjate de las personas.


viernes, 9 de febrero de 2024

Profesiones que se pierden

 

(Epilobio Asking)

 

La proliferación y profusión

de profesiones disponibles, que

redunda en una creciente diversidad

de opciones en la elección de la

vocación a abrazar, tiene también

su lado oscuro, es decir efectos

indeseables:


El aumento de la oferta, ha conspirado

contra algunas profesiones que, en otros

tiempos no lejanos, gozaban de una alta

valoración, como la profesión de fe.


La división del trabajo, del conocimiento

y de todo lo conocido, como producto

del desarrollo de la diversidad, no sólo ha

generado nuevos géneros en una cifra

nunca definitiva, sino que ha sembrado

dudas, que se reproducen sobre el ejercicio

de la fe, ya sea como profesión o como

simple afición o inclinación.

 

 

II

Se cree cada vez menos; el conocimiento

avanza y se reducen los misterios, que son

el recurso natural y esencial para el cultivo

de la fe.


Y la poca fe que aún subsiste, es de calidad

inferior y ciertamente dudosa. Cada tanto,

aparece algún falso profeta o mesías, y

cosecha adhesiones entre las masas incautas,

de ignorantes y desesperados:


La gente no instruída en los beneficios de la fe

verdadera, termina aferrándose a cualquier cosa

como consecuencia del desencanto, la decepcion

y la desesperación.


Aquellas grandes religiones, que convocaban

multitudes y fueron parte activa de nuestra

historia, languidecen evocando su pasado, mientras

todo tipo de pastores, advenedizos y oportunistas

medran con los atributos de la fe y captan seguidores

diezmando aquellos rebaños formidables.

 

 

III

La profesión de fe, algo tan respetable en otros

tiempos, se ha convertido en algo anómalo y hasta

sospechoso: Hoy es objeto de estudio en ciertos

círculos académicos que investigan patrones de

conducta, en relación a los diversos cuadros

patológicos en franco crecimiento.


Las personas más sensatas o razonables, que si

bien habían perdido la fe en el Orden Sobrenatural

seguían confiando en el orden secular y en sus

representantes políticos, también resultan ahora

presas de los falsos mesías y sus prédicas engañosas,

discursos encendidos que abrevan en el odio

primordial, desbordantes de promesas delirantes,

cifras no verificables y profecías azarosas.


Cuesta creer, pero la decepción y el fracaso de la

buena fe, nos está llevando a creer en cualquier

cosa.


Las verdades son cada vez más provisorias, nada

es seguro. No podemos confiar ni en el prójimo, a

sabiendas que puede encubrir a un enemigo.


Cuesta creer hasta en los profesionales: No sabemos

que intereses hay detrás de ellos, nadie es ajeno.


En verdad, los caminos de la fe son infinitos, pero

se cree cada vez menos: Acaso se trate de un camino

sin retorno…


Lo cierto es que cada vez es más costoso

inclinarse a creer, me inclino a creer.


jueves, 8 de febrero de 2024

Criaturas primordiales

 

(Onésimo Evans)

 

Hay criaturas elementales,

como la ameba madre

de todo lo amable y sensible,

 

o el bacilo guacho de la vida,

que se dividió para reproducirse

y fue tendencia por algún tiempo

entre los vivos.


Las bacterias, que eran pocas

acompañaron en forma crítica

y se dedicaron a proliferar,

aprovechando las condiciones

propicias y la vacilación ajena.


La evolución hizo el resto, y

en los tiempos previstos apareció

su criatura superior, el sujeto

primordial que expresa toda la

experiencia acumulada por la

materia animada en los distintos

segmentos de su evolución

histórica y biológica.


He aquí el salto cualitativo:

Somos los únicos que se reproducen

por amor, un cambio de paradigma.


Sí, no hay error: Nos impulsa el amor

a la reproducción, que es una de las

formas del amor propio (el único útil,

en términos económicos: quién no se

valora a sí mismo, no suele ser valorado

por otros y carece de valor en el mercado)


II

Los seres irracionales, o inferiores

no necesitan el amor para reproducirse:

cumplen un mandato biológico, sin más.


El animal pensante, no puede actuar así

sin contradicción. Necesita el amor propio

para sentir que es algo que merece ser

reproducido, aunque la sensatez de la razón

indique lo contrario.


Pero el amor es más fuerte, y tampoco la razón

ocupa un lugar preponderante en la vida del

animal pensante y su cultura. Pensar no es

razonar: Poder pensar no significa ser razonable.


Hay distintos niveles en la elaboración

del pensamiento: Pensar es un trabajo, que

se puede evitar apropiándose de lo que pensaron

otros, posiblemente mejor de lo que lo haríamos.

Es natural evitar el trabajo, y más aún el no

remunerado, es decir inútil: A casi nadie le pagan

por pensar, salvo que querramos pensar mal.

 

III

Aunque apropiarse es también un trabajo:

Es mucho lo pensado en este puñado de siglos,

no se puede conocerlo todo.


Hablar de pensamiento propio me parece presuntuoso,

yo no lo tengo; sólo me identifica la forma en que me

apropio: esa extraña convivencia de pensamientos

ajenos, incluso encontrados.


Tal vez, el amor propio haya sido incorporado

como mandato biológico para librarnos de justificar

nuestra reproducción descontrolada.


Dudo de las almas puras, de loc cuerpos que se

purifican y de los purificadores que se ofrecen

en el mercado.


Lo único propio es este cuerpo, compuesto de

materiales encontrados que desciende del

bacilo elemental, o de la ameba ancestral

¡Oh, madre de todo lo mortal!

Y no se reproduce.




El reposo del sapo

 

(Remigio Remington)

 

Ya no me agazapo como supe,

pensó el sapo añoso, agazapado

en un pozo depresivo.


Siento que no soy el batracio deseable

que supe ser:


Ya no soy más aquel muchacho

obscuro, hasta la pigmentación

se pierde junto con la imagen, el

porte y la motricidad fina.


Yo siempre fui un sapo de su pozo,

aunque tenía mis aventuras como

todo sapo joven, dinámico y emprendedor.


Pero no me engaño, ya no puedo engañar

a nadie, ni a mí mismo: Por más que haya

avanzado en la práctica del estado de reposo, 

con toda mi sapiencia luzco senil, añoso, 

 

y todos me ven como sapo de otro pozo.


miércoles, 7 de febrero de 2024

Participación oral

 

(Aparicio Custom)

 

El mundo escupe por la boca

lo que no puede digerir.


El vértice desnudo de una boca

entrecerrada, en estado de reposo

nos mueve a vacilar:


Ninguna boca expresa lo que es.


Aunque se cierre sobre sí

y se contenga. Somos bocas:


Cavidades poderosas como pocas

que reposan una vez cumplida su

función.


Servimos a distintas bocas; el cuerpo

es una prolongación de la boca:


Ella nos emite, y nos dispara hacia

otras bocas. Probamos y aprobamos

con la boca.


Sin este órgano cóncavo e inquieto

no habría presas ni oportunidades

para ningún metabolismo sano.


Una boca sana y su sonrisa luminosa

son garantía de salud para cualquier

relación, estable o inestable con el

mundo.


¡Cantemos a la boca, oremos por nuestras

oralidades y los órganos subalternos!


¡Unamos nuestras bocas y sus babas

hermanados en un canto sororal!


II

Para la boca del poder, todos somos presas.

Pero ninguna boca es lo que expresa.


Algunas emiten órdenes, sentencias y decretos;

otras callan, y guardan sus secretos.


Los amantes comparten secreciones, fluídos

íntimos, deseos, en su juego intenso y efímero

como esta bocanada.


Toda boca es parte de un equívoco:

El mundo escupe por la boca

lo que no puede digerir.


Cantemos a las bocas de tormenta,

a nuestras próximas presas y al

pasaje de fluídos que circula

y siembra futuro, así como a los

deseos desbocados y al goce en

usufructo.


Cantemos a las bocas vacantes o vacías

y al vacío que nos emite y nos hace

emitir, cantar y repetir el canto que

aprendimos.


Por la boca muere el pez: Cantemos

dando gracias por no ser peces.


Cantemos la canción del pescador,

esa que sabemos todos.


Cantemos hasta escupir los últimos

dientes.


Y luego, elevemos una oración

con nuestras bocas desdentadas

a las prótesis del porvenir.


 
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