(Absinia Bending)
No se necesita mucho para ser
feliz.
Es más bien poco lo necesario,
incluso tan poco que a menudo
resulta despreciable.
Estar feliz es más fácil que serlo.
Es común reconocer ese estado
cuando ya no está.
Estamos compuestos de sentimientos
más bien inestables, y nos adaptamos
estos cambios, como a casi todos.
No tiene sentido buscar la felicidad
si no se la conoce. Es posible que no
esté en el futuro, aunque pueda haber
estado en el pasado.
Una palabra feliz es un engaño,
como todas: No hay palabra feliz,
pero casi todas pueden resolver en
una frase feliz.
Hay poetas dudosos, que son felices
escribiendo malos poemas.
Del mismo modo, hay poetas que nos
ofrecen un momento feliz al leer su
poema, aunque no sean felices.
Un poema puede contener cosas terribles,
u horribles y alcanzar un resultado feliz
como objeto.
Los poemas son objetos dudosos:
están hechos con palabras, cuya
esencia es el engaño.
No nos engañemos. Los poetas son
sujetos dudosos, sobre todo cuando
parecen felices.
No se necesita mucho para ser poeta,
apenas algo más que para ser feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario