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martes, 30 de mayo de 2023

Profesión de fe

 

(Estanislao Del Signo)

 

Mi dentista era un hombre de fe.

Hay profesiones que no pueden explicarse

sin la pasión.


Cuando la vocación se presenta

hay que escucharla, obedecerla y abrazarla

(Siempre es auspicioso tener algo que abrazar)


El problema de la vocación, surge cuando no

está sola: hay que elegir entre dos, o más, y

aún más se complica cuando todas son dudosas.


En la elección intervienen varios factores,

desde lo económico hasta la influencia del

entorno: Son muchos como para que la

decisión final no sea azarosa.


Pero una vez completada la elección, todo

es cuestión de fe, esfuerzo y voluntad.

La verdadera pasión, siempre encuentra un

lugar para desarrollarse y consumarse.


Mi dentista era un hombre de fe, y tenía

vocación de catequista. Fuera de la profesión

manejaba otros negocios, y gozaba de una

buena posición.


Un peruano sereno, amable y bien predispuesto

a la conversación, que estaba orgulloso de su

origen humilde y el progreso obtenido.


Pero la otra vocación afloraba: Un dentista con

alma catequista, que en largas sesiones, entre

torno e inyecciones me fue catequizando.


Me hablaba de ángeles, arcángeles, querubines,

serafines y toda una constelación de seres etéreos

e intangibles que constituían una fauna subalterna

del quehacer divino que yo ignoraba.


Me contó de su angel de la guarda, cuya aparición

lo había salvado o favorecido varias veces, y del

que hasta conocía su nombre verdadero: Hay un

nombre verdadero para todo.


Así, mientras yo padecía el trabajo de sus manos

expertas, el hablaba e iba torneando la voluntad

de mi conciencia pagana e inoculando mis dudas

con su fe, poblada de criaturas misteriosas.


Me relataba milagros y sueños prodigiosos, con

revelaciones y apariciones propias de una pasión

bien cultivada y una imaginación floreciente,

o fllorecida.


Después, ya entrado en años, fue delegando

en sus hijos la profesión, el negocio o arte

de recomponer o reemplazar muelas y dientes

por otras piezas más o menos funcionales.


Profesión, negocio o arte, pero no la fe.

Ya no fue lo mismo con su descendencia;

ni la pasión, ni los aranceles.


Me trajo un pullover de alpaca de un viaje a

Perú, luego de haberle corregido y editado los

borradores de un largo texto autobiográfico que

pensaba obsequiar a todos sus hermanos.

 

No lo volví a ver, no sé si aún vive; no puedo

dar fe. El pullover de alpaca ya casi no lo uso,

pero lo conservo, como se conservan los objetos

de la fe, y la fe: aún gastado abriga más que

otros.


De mi dentadura original, conservo poco y

nada: perdí esas piezas pero gané esta fe.

Mi prótesis sonríe, y paré de sufrir

con los dentistas catequistas.


Soy un hombre de fe: creo en mi prótesis,

fue una buena inversión.


La fe es una buena prótesis.





lunes, 29 de mayo de 2023

Opciones ante la crisis de valores

 

(Rogelio Rogel)

 

Estamos atravesando una crisis

de valores, que podría ser terminal

y superarnos.


Si colapsaran los valores esenciales

volveríamos a cero:


Nada conocería ningún valor

y no habría valores disponibles

en qué reconocernos.


Reinarían el caos y el descontrol, no

se puede vivir sin referencias; algo hay

que valorar: acabaríamos adoptando

cualquier valor dudoso.


Como futuro, no es nada auspicioso.

Los más cautos insisten en reciclar la

crisis, para mantenerla en valores

sustentables, sin que se profundice.


Sin embargo, desde otra perspectiva

hay quien sostiene que no es todo tan

negativo y rescatan, al menos dos

condiciones positivas de volver a cero:


Uno: A partir del grado cero, todo suma.


Dos: El cero ya lo tenemos, no hace falta

producir ni importar.


Disponemos de esos cientos de ceros que

le fuimos extrayendo a la moneda patria

y soberana, a lo largo de la Historia,

para poder reperfilar la inflación y hacerla

sustentable.


domingo, 28 de mayo de 2023

El fracaso de la excepción

 

(Gualterio Whiteman)

 

En la búsqueda de éxito no hay

lugar para los tibios y los débiles.


En los mayores desafíos, se revela

tu fuerza interior.


Si quieres sobresalir, debes estar

preparado para afrontar los desafíos

de la alta competencia, rechazar la

mediocridad general y enfrentar las

críticas de los envidiosos, que pueblan

el camino hacia el triunfo.


¿Estás preparado para ser una excepción?


¿O ya te decepcionaste?


viernes, 26 de mayo de 2023

El sol y el amor propio

 

(Amílcar Ámbanos)

 

Sos un Sol,

me dije y lo agendé


(siempre es bueno trabajar

un poco la autoestima)


Pero estás solo, terció la voz

de la conciencia crítica


(no hay que rechazarla, la crítica

nos hace crecer. Hay que aceptarla

con humildad: La humildad es un

signo de grandeza)


Vos no atraés ni a las moscas, y

estás solo por incompetente.

Me dijo con empatía: Después podés

autopercibirte como quieras.


En eso se cortó la luz.

No la necesitábamos, un ser de luz

emite todo lo que necesita.


Un sol sabe estar solo,

no necesita la solidaridad de otros

soles solos y solas para irradiar su

luz.


La luz no compite, es emisión pura.


La voz crítica cesó ante mi respuesta

luminosa. La agregué a mi Agenda

debajo del Sol que era Yo.


Y sin esperar a que volviera la luz,

salí a tomar un baño de sol

más que merecido.


La competencia interna

 

(Tomás Mercante)

 

La competencia no está fuera,

está dentro de ti.


Si no eres capaz de librar esta

competencia y superarte, siempre

fracasarás al competir con el otro.


La competencia está dentro tuyo,

la división es constitutiva del sujeto:

es mejor asumirlo.


Para obtener la unidad, hay que ser

capaz de competir contra ese otro

que está en ti y usa tu misma sonrisa.


No te rías de él, sólo confrontando y

superándolo estarás en aptitud para

competir con éxito ante otros.


No es una decisión fácil, a sabiendas

que el que pierde queda eliminado.


Pero el que no arriesga no gana:

El éxito siempre tiene un costo.

¿O no querés ser un ganador?



jueves, 25 de mayo de 2023

El valor de la crisis

 

(Nicasio Uranio)

 

Atravesamos una profunda crisis

de valores. Ya hemos conocido

otras, tal vez peores, recordamos

los mayores.


Con esfuerzo y vocación de unidad

siempre supimos emerger.


Las diferencias que nos dividen

se han profundizado: algo normal

en tiempos de crisis.


Los expertos aseveran que se avecina

un tiempo de transición, como prólogo

a otra crisis más severa.


Son hipótesis, las especulaciones suelen

florecer en tiempos de crisis.


Lo cierto, es que nadie quiere volver al

pasado (muchos no lo conocieron, pero

aspiran a otra cosa)


Rigen otros valores, aunque están en crisis:

las crisis tienen su valor, también.


Sabemos que lo que viene es siempre incierto

pero no queremos volver al pasado; eso ya lo

pasamos y pudo haber sido mejor.


Hay que mirar para adelante, aunque lo único

seguro es que antes había más futuro.


Obscurece: está claro

 

(Germán Singerman)

 

Estaba claro que iba a oscurecer,

siempre ocurrió y seguirá ocurriendo

sin despertar dudas ni sospechas.


Y seguirá siendo cuando ya no lo veamos

desde nuestro plano oscuro.


No hay conflicto ni contradicción

que no resuelva en una repetición

involuntaria.


Así funcionan todos los sistemas conocidos,

aunque no los conocemos a todos todavía:


Es cuestión de tiempo; entre la tensión y

el reposo, yace toda posible experiencia

humana.


Un campo fértil para todas las inversiones

que nos ocupan, tal vez insuficientes, pero

aspiramos a más.


Ahora oscurece, que no es poco y era

previsible. La capacidad de conocer lo

previsible, gracias a una conciencia bien

desarrollada, nos conforta y tranquiliza:


Estaba claro que no estábamos satisfechos

con ningún presente, pero nos sabíamos libres

de aspirar, dentro de lo previsible -que no es

poco- e invertir a conciencia nuestra vida,

antes del ocaso definitivo.


No había mucho más que saber, para ser

funcional a estas condiciones y gozar la

aventura de la vida -ese cociente residual

imprevisible-


Estaba claro que iba a oscurecer, siempre

ocurrió: la vida es un claroscuro, con sus

vaivenes y matices.


Todo declina, hasta la voluntad más indeclinable.


Oscurece: No hay conflicto ni contradicción

que no resuelva en esta repetición involuntaria.


¿Involuntaria?


No hay certeza, pero así funcionan todos los

sistemas conocidos, o así lo habrá querido

Dios, que es pura luz.


miércoles, 24 de mayo de 2023

El verdadero vicio

 

(Dudamel Rambler)

 

Este verso se repite más arriba.

Este verso se repite más arriba.


Uno de estos versos contiene

un enunciado verdadero.


¿Podrías identificarlo?


Sí, es difícil porque son idénticos,

aunque no son iguales:


A veces, la diferencia entre lo falso

y lo verdadero, es casi imperceptible.


Y la dificultad aumenta cuando la

verdad aparece en segundo término.


Conclusión 1: Las verdades son dinámicas,

están sujetas a condiciones temporales y

espaciales. Esta verdad, podría no serlo

más tarde o en otra parte.


Conclusión 2: Lo que se repite, nunca es

igual a lo que se quiso repetir.



II

Este verso se repite como el vicio.

Este verso se repite: Hay versos

viciados y no viciados (todos fuimos

novicios en el arte del verso y el vicio)


El verso resiste la tentación del vicio:

Ésto no es vicio:

Ésto no es vicio: se repite,


es sólo una repetición,

una repetición que promete

(las repeticiones prometen)


No toda repetición es vicio.

-respiro-

ésto no es vicio; es una explicación

sobre el sentido de la repetición;

la repetición es necesaria

a la explicación, para acceder

al sentido y al vicio.


(El exceso de sentido es un vicio

retórico conocido como significosis)



III

La repetición no explica el vicio,

aunque explica casi todas las conductas

humanas y formas de producción.


El vicio es una forma de repetición,

no lo inverso: Un verso puede repetirse

como recurso poético, sin ser vicio:


La repetición cumple una función estética:

Hay una estética de la repetición.


Todo servicio es repetición, incluso éste:

No hay ninguno nuevo, todos los servicios

provienen del pasado y sus distintas respuestas

a la necesidad de repetir y ser repetido.


La repetición es más vieja que la injusticia,

y ambas se mantienen en el tiempo

sin contradicción y sin contratiempos:


Podemos repetir con confianza, mientras

cultivamos nuestros propìos hábitos

en secuencias que se repiten.


Con el tiempo, la práctica se automatiza

y el hábito evoluciona en vicio.


El vicio sólo necesita tiempo, como la

repetición; aunque no son lo mismo:


ésta, es sólo un recurso de aquel.


Este verso se repite más abajo.

Este verso se repite más abajo.


Uno de estos versos contiene

un enunciado falso.


¿Podrías identificarlo?



 



lunes, 22 de mayo de 2023

El goce de la réplica

(Aquino Lamas)


                ¿Salió del aire, la música

                o estaba antes que el tiempo

                condensara?


La reproducción es parte de la

muerte, dijiste para completar

el orgasmo consumado.


Está claro que un orgasmo cualesquiera

dado no necesita interlocutor; se llega

a El por distintos medios.


Hecha la salvedad, los órganos disfrutan

la extinción de la tensión, y gozan la nueva

normalidad restablecida en el reposo.


Cada segmento de reposo es una réplica

escalable de la muerte.


La salvedad: Sólo el orgasmo y la muerte

trascienden el tiempo en un instante que

se congela al consumirse.


Fuera de allí, el tiempo es soberano.


La tensión organiza los ciclos productivos

de la repetición, es decir la vida y sus

ácidos.


No hay edad para el orgasmo, se obtiene

por distintos medios: lo produce un juego

de tensiones y estímulos en repetición, que

gana intensidad hasta resolver en un punto.


Como el poema que concluye

y vuelve a punto muerto.

Oscurece, que no es poco

 

(Germán Singerman)

 

Otra semana emanada y remitida

sin justificación teórica, retórica o

empírica, sumada a los vestigios

acopiados por el orden cronológico.


Nos une el apego al vértigo, tanto

como el rechazo indeclinable

a las sombras del pasado, en la ilusión

enjuta de un presente efímero.


No estamos solos, siempre hay un

barullo que invade la materia propia

y se confunde: un presente no deseado

ni esperado.


Soy un ateo converso

con su tiempo marchito y una memoria

en bancarrota que se burla de su propia

derrota.


Al consumir el día sin ajusticiar

las últimas víctimas vacilan

ante el hecho consumado.


Los pasatiempos acumulados piden

una actualización de datos: Hay que

descartar una parte de lo inútil para

mantener la función (siempre puede

aparecer alguna utilidad)


No manejo mucha información.

Lo único seguro, es que antes había

más futuro.


Tiempo cumplido: ahora dependemos

de la suerte, y de lo que adicione el

árbitro.


domingo, 21 de mayo de 2023

Animales domésticos

 

(Aparicio Custom)

 

La definición de animal doméstico es

antropocéntrica: los humanos han domesticado

al perro, pero es el gato el que ha domesticado

a los humanos” Marcel Mauss



Afuera, puede que haya un lugar seguro.

La inteligencia humana ha podido avanzar,

sorteando obstáculos y desafiando todos los

peligros.


Acumula la experiencia de millones de años,

incluyendo la anterior a su condición actual,

erecta y definida, gracias a una memoria

superior.


Sabe que no puede descartar nada, antes de

haberlo conquistado o perecido en el intento.


La voluntad está intacta, como el instinto

del buen predador autosuficiente, que sabe

que sólo puede confiar en sí mismo.


La experiencia es un legado que trasmitirán

los genes a las próximas generaciones,

aunque no hay demasiadas seguridades

en cuanto al futuro.


Afuera, puede que haya algún lugar seguro.

Habrá que reconocerlo, y conquistarlo

para poder domesticarlo.



La verdadera grandeza

 

(Tomás Lovano)

 

La verdadera grandeza se encuentra

en la humildad y en la gratitud.


¿Estás practicando la humildad y la

gratitud en tu vida, a lo grande?


Es bueno tomarse un tiempo para

reflexionar, sincerarse con la propia

conciencia:


¿Qué es lo que quiero para sentirme

satisfecho?

¿Qué estoy haciendo para lograrlo?

¿Qué errores no forzados pude haber

evitado?

¿Estoy siendo agradecido con las

enseñanzas de los fracasos obtenidos?

¿Hasta dónde soy capaz de incrementar

mi humildad?


El conocimiento de uno mismo

es el punto de partida:


Si tus aspiraciones son humildes, podrás

lograr alguna, pero nunca conocerás la

verdadera grandeza: esa que los otros

reconocen cuando hablan de humildad

(aunque no la practiquen)


Para alcanzar la grandeza hay que pensar

en grande y tener grandes aspiraciones,

es poco probable que la humildad te lleve

ahí.


¿Te fue grata esta lectura?


Si no, no importa; soy bastante humilde

para aceptarlo: No conozco a nadie que

me supere.


(Aunque no descarto que haya otros

como yo; hay que mantener la humildad)


sábado, 20 de mayo de 2023

Resignación cristiana

 

(Gualterio Whiteman)

 

Podría haber sido una buena presa,

gozaba de todas las condiciones.


Pero en cambio, soy un predador:

Es lo que me tocó, así lo habrá

querido Dios.


No puedo más que resignarme;

uno propone y Él dispone:


Hay que estar disponible

y mantener la humildad, 

como buen cordero. 

 

(Todo predador oculta un cordero)



viernes, 19 de mayo de 2023

Descomposición del poema aceptable

 

(Dudamel Rambler)

 

Se acepta todo,

siempre que no interrumpa

el libre fluir de las funciones

excesivas que lo constituyen:


decía el poema cerrado sobre sí

y dispuesto a incorporarse al mundo.


Podemos cerrar los ojos

pero primero habrá que abrirlos.


El mundo está abierto a todos

los metabolismos: nos acepta

como parte de su juego,

abriéndose y cerrándose cual

un esfínter inclusivo y excluyente:


Afuera no hay nada, hay que aceptar.


El poema es un cuerpo extraño

que se adapta, como otros organismos,

para que el mundo lo incorpore a su

metabolismo superior, en un proceso

continuo y tan perfecto como el más

perfecto de los dioses conocidos.


A veces queda algún exceso; otras

lo aprovecha en forma integral

sin dejar residuos.


jueves, 18 de mayo de 2023

La especulación al poder

 

(Epifanio Webber)

 

La especulación al poder:


Cuando alguien propuso esta consigna,

causó cierta perplejidad: Parecía una burla,

un contrasentido que no podía ser tomado

en serio (aunque muchos suelen serlo).


Analistas, semiólogos y estudiosos de diversas

disciplinas vinculadas al lenguaje como recurso,

concluyeron que era un absurdo:


La especulación no necesita promoción, es la

esencia del sistema en que producimos, nos

relacionamos y vivimos. Todos nuestros

vínculos son tributarios de esas relaciones de

producción que determinan las acciones y

pasiones de nuestro mundo humano.


Luego, no puede llegar al poder porque ya

está ocupando ese lugar, y con cierto éxito.


Pero algo se podría hacer con esa frase;

algo se podía cambiar sin cambiar nada

del contenido, y darle otro sentido sin

cambiar una palabra.


El aporte de un poeta autodidacta, ya retirado

de la actividad, que entre otros anacronismos

cultivaba el respeto por los signos de puntuación,

causó cierto efecto entre las autoridades del

quehacer discursivo, abocadas al estudio y

aprobación de consignas, eslogans y otros

emprendimientos retóricos.


La idea parecía descabellada, como suelen serlo

las de los poetas, pero abría otros espacios para

el desarrollo del pensamiento, en función de los

recursos semánticos para afrontar los desafíos

del futuro:


La misma frase, sin sacarle nada, pero agregando

dos signos de interrogación que la contuvieran,

no sólo adquiría otro sentido sino que habilitaba

la producción de otros.


Un redactor publicitario, que acreditaba estudios

filosóficos, filológicos, teosóficos y semiológicos

se entusiasmó con la novedad y, después de evaluar

con su equipo de asesores y consultores, concluyó:



En estos tiempos complejos, de inestabilidad continua

que atraviesa la realidad histórica, signada por la

confusión general y la crisis de valores, es necesario

que las consignas y productos discursivos que

introduzcamos se adapten a estas condiciones

como para generar empatía y ser aceptadas por la

opinión pública (sabemos que con empatía, ella es

capaz de aceptar cualquier cosa)


El signo de interrogación, abriendo y cerrando el

mensaje, abre nuevas perspectivas a futuro,

profundizando las dudas de todo orden y generando

oportunidades para nuevas respuestas a futuro, que

oportunamente produciremos.


La apuesta a futuro debe renovarse a cada paso, es

el recurso renovable por antonomasia: el pasado

está contaminado (nadie resiste un archivo) por

pujas ideológicas, y el presente es de lucha pero tan

dudoso como lo anterior, para ser generoso.


Generar preguntas es lo más productivo y criterioso

que se puede hacer por el momento. Abrir nuevos

horizontes para la expansión del pensamiento, por

fuera del modelo binario y la respuesta taxativa.


Mostremos que tenemos algo nuevo que ofrecer, y

que no es poco: Que cada consigna política sea

una pregunta multiplicadora, que florezcan las

preguntas en todos los sentidos hasta que la propia

evolución alumbre el brote de un sentido nuevo,

superador y universal…


Mientras nosotros seguimos especulando,

como los buenos poetas, que trascienden

la naturaleza de sus propios límites

y desafían el futuro de toda incertidumbre.


¿La especulación al poder?


¿Sí, se puede? ¿Siempre se puede estar peor?


¿Vamos por más?



miércoles, 17 de mayo de 2023

Falso espejo

 

(Aquino Lamas)

 

En un espejo de agua

el agua se miraba y se

miraba sin reconocerse.


Repetía la operación con

el mismo resultado:


No estoy acá, ni soy lo que veo,

Vacilaba como reflejo y vacilaba

como sujeto, en todas las direcciones

líquidas palpables por agua.


(Todo sujeto es en parte reflejable)


No estoy en esta imagen que se

reconoce idéntica a sí misma:


No soy yo: sos vos,

fluyó la voz del agua reflejada;

ambas somos parte del mismo engaño:


Vacilamos sin saciarnos ante esta sed

que se bebe a sí misma.


Yo no bebo, dijo el agua:


No sos vos: soy yo, completó la voz.


El agua no se reproduce

aunque vacile o se estanque en una

vacilación sin término. En términos

físicos, todo espejo es un engaño.,

aunque sea líquido como vos.


-Yo no sé…


El agua no tiene por qué saber,

no tiene que saber a nada:


Todo sabor es sospechoso, la adulteración

fluye como el agua.


El agua no se descompone ni se reproduce

(aunque pueda dividirse por descomposición

de sus moléculas) No se multiplica:


La multiplicación por división es ajena

al agua auténtica: una verdad no necesita

multiplicarse ni dividirse, y el agua no es

soluble a la contradicción de otros lenguajes

que fluyen.


Hay que saber para no equivocarse.

El que sabe puede reconocer al agua

por su falta de sabor.


Saber reconocer el engaño es más difícil.

Podemos servir como espejo a otros

engaños, pero el agua no especula,

ni sabe especular, no nos engañemos.


La lucha contra el odio

 

(Nicasio Uranio)

 

La competencia no es tu enemiga,

sino el espejo que refleja

tus propias debilidades.


¿Estás dispuesto a mirarte en ese

espejo y trabajar en lo que ves?


¿Qué ves cuando te ves?


No luches contra la competencia.

Los incompetentes están destinados al

fracaso, por eso odian la competencia:


El odio, es el último refugio de los débiles;

se amparan en él para ocultar su debilidad:


Son incapaces de reconocerse inútiles,

y de asumir al enemigo interno que les

impide crecer y superarse, para ser más

competitivos y superar al otro.


Sin competencia no hay evolución

ni desarrollo. Ella nos trajo hasta acá,

le debemos casi todo:


Hay que ser muy débil o muy necio

para no reconocerlo. Mirá este espejo:


¿Qué ves cuando te ves?


martes, 16 de mayo de 2023

La muerte del patrón

 

(Rogelio Rogel)

 

La muerte del patrón

afecta a propios y extraños,

y en determinadas condiciones

puede afectar la producción.


Los patrones no son todos iguales

como los peatones o los protones

o los ritmos.


El cambio de dirección, puede alterar

las condiciones de producción y las

relaciones que se generan:


Nos acostumbramos a un patrón,

algo tan natural como un algoritmo:

Somos animales de costumbre.


La costumbre es como el ritmo:

Se incorpora sin necesidad de pensar

y se hace cuerpo en forma mecánica,

como el sentido común.


Es bien común hacer cosas sin sentido

para mantener el ritmo incorporado


(Los cuerpos no se preguntan ¿Es éste

el ritmo apropiado, el deseado?)


La propiedad tiene sus recursos para

autosustentarse, crecer y expandirse,

e imponer nuevos ritmos.



II

Pero todo se complica ante la muerte,

y en especial, ante la muerte de un

patrón rítmico.


Hay un sentido pronunciado

que nadie osa frecuentar,

vacilan los cimientos, perimen las verdades,

las osamentas rezan y los dioses se persignan:


¿Habrá llegado el día?


Nada resarce la pérdida del patrón rítmico,

único patrón irreemplazable, nuestro pastor.


La base estalla, sin responder a las consignas

y a sus mandos naturales.


El orden se disuelve en súplicas asimétricas,

desmembradas, inútiles o apócrifas.


El ritmo, ese patrón, era lo que nos mantenía

unidos detrás de un objetivo común (aunque

nunca lo conocimos)


Todo lo sostenía, contenía y hacía posible

esta armonía, algo dudosa pero útil.


Sin conducción, todo se derrumba.

¿Podremos seguir creyendo en milagros?

Dijo una voz popular (pero nadie la tomó

en serio: no había quien creyera en el verbo

popular, son verbos que vienen del pasado)


¡Hay que volver a la cultura del trabajo!

Propuso u descendiente desempoderado

que caía en la desesperación inoportuna.


Esto puede ser una oportunidad, desafió

un creyente, algo anacrónico pero bastante

motivado, que decía haber sobrevivido a

casi todo.



III

De pronto, se hizo visible la imagen de un

Mesías, tan desconocido como inesperado,

y el caos evolucionó en un silencio unánime

y no menos cómplice:


¿Quién eres tú?


Increpó un disolvente, que osaba desafiar

esa autoridad incipiente, recién constituída

y apersonada pero que infundía algún respeto

no exento de temor.


-No importan los nombres, tengo el mío

pero no tengo por qué revelarlo. Lo importante

ahora, es concentrarse, cada uno en la unidad

perdida y recuperar la fe:


Ella tiene su propio ritmo. Si nos concentramos

lo suficiente seremos penetrados por Él

y volverá la luz a brillar como de costumbre.


Sólo hay que concentrarse en forma irreductible

repitiendo esta oración, que es emanación divina:


Menos tu ritmo, todo es obscuro.


(Una vez incorporado, cambiamos el adjetivo

posesivo y gozamos del ritmo propio que nos

estaba faltando: Sin propiedad no hay goce)



lunes, 15 de mayo de 2023

Las oportunidades del silencio

 

(Teodoro Losper)

 

Se dicen cosas peligrosas.

Son pocos los que miden sus

palabras: Las emociones de signo

negativo, ganan terreno e imponen

la desmesura.


Lo emotivo resultó más útil

que lo racional: Así lo han entendido

quienes controlan y diseñan nuestra

realidad y sus crisis secuenciales.


El odio es un sentimiento eficaz

para manipular conciencias:


Las autoridades de turno

proponen distintos enemigos, todos

comunes, para que otros más reales

sigan con lo suyo.


El pueblo está solo, y ni siquiera lo sabe.


En la confusión, se dicen cosas peligrosas,

la violencia se agita como bandera. Aún

no hay culpables, puede que nunca los haya,

pero todos somos sospechosos.


A río revuelto, ganancia de los mismos que

ganaron siempre: pescadores que medran

generando enemigos sustentables.


Ellos controlan los recursos naturales, los

recursos humanos y también los retóricos.


En este clima, cualquiera dice cualquier cosa.

Ellos no, no dicen nada. Hacen decir a sus voceros

y empleados aquello que les resulta útil, redituable.


Se están diciendo cosas peligrosas.

Ante el peligro, los más sensatos preferimos no

participar y adoptar un silencio preventivo.


No siempre el silencio es salud, pero ante la

sospecha general lo más seguro y saludable

es el silencio, aunque sea un silencio cómplice.


Todos somos cómplices, si llegamos a ésto

es porque algo habremos hecho, o dejado de

hacer.


Pensalo, lo dejo a tu criterio, ahora tengo que

hacer silencio.


El albedrío nos hará libres

 

(Rogelio Rogel)

 

Nadie hace lo que quiere siempre,

y no siempre puede dejar de hacer

lo que no quiere.


Ahora vacilo, no sé si era lo que

deseaba. Pensé en encapsularme más,

en una ergástula ergonómica y obscura

en forma preventiva, hasta sanar hasta

osanar como los dioses.


Pero no me cerraban los números:

Hay tantas cosas que no cierran, me

consolé con esta oración, que agradecí

para elevarme como otras oraciones que

se elevan en vano.


No tenía mucho más que eso, pero todo

lo que tengo me lo gané; pensé, y ese

pensamiento me reconfortó:


Al menos, soy un alma sin deudas.



II

No quería eclipsarme más de lo correcto.

No oculto más que lo necesario: Todos

tenemos una parte que ocultar, por el bien

de todos.


¿Qué es el bien común, Monseñor?


-Es la palabra de dios, que sirve a las sanas

aspiraciones del rebaño y pacifica los espíritus.


No sé si fui claro, si fui flojo, si fui ciego

o parcialmente funcional: Hay cosas que no

podemos evitar, como morir y envejecer.


Hay un valor que permanece intacto

en la oscuridad, ajeno a las descomposiciones

sucesivas del mundo de la carne.


Solo no resiste la luz: Asuntos de la fe, que no

pueden revelarse ni ser revelados.


Yo podría, pero incurriría en una falta. Esta fe

todo lo puede y es invencible, pero incurrir

cansa (más que repetir una oración armada)


Los mortales armamos cosas para repetir, es la

única función que mantiene la ilusión.



III

Vivimos tiempos de zozobra y confusión, es

imperioso conservar la calma; urge no perder

la serenidad y mantenerse en pie: Siempre hubo

piedras en el camino, pero el camino resistió

y las piedras siguen estando en su lugar.


Habemos suficientes piedras para erigir templos

y apedrear a tantos ídolos apócrifos. Las piedras

no son justas ni injustas, son piedras. Sólo nosotros

podemos empedernirnos y emprender actos de

justicia.


Quien esté libre de piedras, que arroje el primer

pecado…


Perdón ¿el primero fue el pecado original?


-Es posible, hay cosas que no nos serán reveladas.

Debemos aceptar; los misterios de la fe son infinitos

y no son ajenos a la contradicción.


La vida, es pura contradicción: cuerpo y alma,

izquierda y derecha, defensa y ataque, dar y recibir,

vencer o morir y podría seguir…


Cuerpos opuestos por el sexo

en una continua busca de la unidad.

Una unidad que es pura ilusión.


Nadie hace lo que quiere siempre,

pero a veces puede no hacer lo que no quiere:


No es poco, luego podemos repetir e invertir

en nuevas repeticiones, para que la ilusión

se multiplique.


Gozamos de libre albedrío.


jueves, 11 de mayo de 2023

Who save the rain

 

(Horacio Ruminal)

 

Era un jugador interesante, para algunos

de alta gama, que supo brillar en su país,

en su selección nacional, y también en

México.


Ayoví, era un jugador todo terreno, se hacía

respetar por propios y extraños: ponía todo,

no se guardaba nada y no le faltaba técnica:

podía resolver el espacios reducidos como

sorprender con su velocidad.


Era una pieza fundamental, con cualqiuer

camiseta que vistiera. Es Ayoví y diez más,

proclamaban los fanáticos.


Lo tenía todo para que su figura trascendiera

el continente y tallara entre los grandes

de la elite de ultramar, donde se juega el

fútbol más caro del planeta.


Pero había un problema: Ayoví no jugaba

con lluvia, y en Europa suele llover casi

siempre, en forma intermitente.


La lluvia puede interpretarse como una

bendición o un castigo, según la intensidad,

su duración y las circunstancias geográficas

e históricas. Pero siempre fue percibida como

un mensaje de las altas autoridades celestiales.


Cada cultura tiene sus creencias, y él mantenía

la de sus ancestros africanos.


Sus compañeros intentaron disuadirlo; le

explicaban que la lluvia no hace nada, sólo moja

y puede afectar el pique del balón y alterar la

velocidad de juego. No mucho más que eso, y

además, siempre que llovió paró.


Pero las creencias son más fuertes que la razón

y deben ser respetadas: Yo paso, repetía Ayoví,

hasta que la lluvia pase no juego.


Algo parecido había ocurrido antes, no muy lejos,

con otro jugador de color, aunque de otra cultura

preexistente, que rechazaba la noche.


Con la noche no se juega, no cuenten conmigo

esta noche ni otras. No había forma de que entrara

en razones: Entendía que los dioses habían creado

la noche para el descanso, el amor, y para que se

solazaran las almas de los muertos. El no estaba

dispuesto a profanar esos mandatos.


Había que resignarse, el respeto por las diversidades

está por encima del juego, e incluso de los negocios.


Los compañeros de Ayoví, así como los dirigentes y

la propia afición, sabían que si llovía no podrían contar

con su figura excluyente, y sin su estrella prodigiosa

y cintilante, nada sería igual:


Elevaban plegarias, celebraban conjuros, disponían

ofrendas y prometían todo tipo de sacrificios a sus

divinidades para que el cielo escuchara y se allanara

a sus deseos, posponiendo esa lluvia amenazante y

ya pronosticada por el servicio meteorológico.


El hombre no se inmutaba: Yo no puedo hacer nada,

lo siento. Es la lluvia o yo, decía Ayoví.




miércoles, 10 de mayo de 2023

Una buena señal para los mercados

 

(Gualterio Whiteman)

 

Florece la actividad parasitaria,

una buena señal: el crecimiento

de la economía siempre genera

nuevas oportunidades.


Estos emprendimientos, son esenciales

para el desarrollo económico, tanto en

lo macro como en lo micro:


La actividad parasitaria, representa más

del 70% de la vida en el planeta, según

sabemos:  un mercado nada despreciable.


El capital financiero explica casi el 70%

de la economía global, con una clara

tendencia al crecimiento positivo.


El capital cognitivo, fruto de la acumulación

del conocimiento producido a través de

generaciones de evolución inteligente, nos

permite conocer y valorar con propiedad

esta actividad, esencial para garantizar el futuro

y completar la colonización exitosa de todo el

mundo sensible, imponiendo nuestros propios

valores y haciendo respetar nuestro destino de

grandeza.



II

Es útil redefinir algunos términos, para despejar

las dudas y acceder a la verdad objetiva:


Ser parásito se asocia a la condición de inútil.

Para resignificarlo, es necesario abstraerse de

toda la información con sesgo ideológico, que

nos parasita y coloniza desde hace ya bastante

tiempo.


Se debe prescindir de ese relato intencionado,

sólo liberándonos de él podremos honrar la

deuda epistemológica con nuestros colonizadores

históricos, los parásitos primordiales hasta los

primeros colonos, mucho más antiguos que Colón.


Nuestro colon humano, alberga millones de bacilos

que constituyen nuestra flora íntima y nos protegen

de otros organismos, tan nocivos como peligrosos.


Sin estas colonias entrañables, no sería posible este

metabolismo que llamamos vida, no habría vida

inteligente ni economía que pudiera expandirse y

propagar su evolución.


Poema para acompañar el té

(Amílcar Ámbanos)


¿Se te quemó el té?

No importa, hay árboles dispuestos

a darte hojas para hacerte otro,

y otros, sin ningún límite.


Hay árboles y plantas que maduran

y florecen para que elijas perfumes

y sabores e inviertas sus hojas en tu té.


Todo puede quemarse, la combustión

madura dentro y fuera de los cuerpos

temporales.


También la tarde es combustión,

no te lamentes: aún queda mucho

por quemarse, quema tus calorías

con amor y ama tu propia combustión:


Es un signo vital, tan natural como

lo era tu tisana antes de quemarse.


¿Era un té importado?


No importa, mientras haya combustión

no hay nada que temer ni lamentar;

seguiremos importando, exportando

e invirtiendo:


Ahora mismo, el algún lugar del planeta,

se están secando las hojas que deseás.

 
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