(Tomás Lovano)
La verdadera grandeza se encuentra
en la humildad y en la gratitud.
¿Estás practicando la humildad y la
gratitud en tu vida, a lo grande?
Es bueno tomarse un tiempo para
reflexionar, sincerarse con la propia
conciencia:
¿Qué es lo que quiero para sentirme
satisfecho?
¿Qué estoy haciendo para lograrlo?
¿Qué errores no forzados pude haber
evitado?
¿Estoy siendo agradecido con las
enseñanzas de los fracasos obtenidos?
¿Hasta dónde soy capaz de incrementar
mi humildad?
El conocimiento de uno mismo
es el punto de partida:
Si tus aspiraciones son humildes, podrás
lograr alguna, pero nunca conocerás la
verdadera grandeza: esa que los otros
reconocen cuando hablan de humildad
(aunque no la practiquen)
Para alcanzar la grandeza hay que pensar
en grande y tener grandes aspiraciones,
es poco probable que la humildad te lleve
ahí.
¿Te fue grata esta lectura?
Si no, no importa; soy bastante humilde
para aceptarlo: No conozco a nadie que
me supere.
(Aunque no descarto que haya otros
como yo; hay que mantener la humildad)
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