(Amílcar Ámbanos)
¿Se te quemó el té?
No importa, hay árboles dispuestos
a darte hojas para hacerte otro,
y otros, sin ningún límite.
Hay árboles y plantas que maduran
y florecen para que elijas perfumes
y sabores e inviertas sus hojas en tu té.
Todo puede quemarse, la combustión
madura dentro y fuera de los cuerpos
temporales.
También la tarde es combustión,
no te lamentes: aún queda mucho
por quemarse, quema tus calorías
con amor y ama tu propia combustión:
Es un signo vital, tan natural como
lo era tu tisana antes de quemarse.
¿Era un té importado?
No importa, mientras haya combustión
no hay nada que temer ni lamentar;
seguiremos importando, exportando
e invirtiendo:
Ahora mismo, el algún lugar del planeta,
se están secando las hojas que deseás.
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