(Amílcar Ámbanos)
Conseguimos un poco de carroña
bendita, suficiente motivo para
festejar:
Por esta noche, nos libramos de
las necesidades de la carne
y podemos pensar en otra cosa.
Sólo nosotros somos capaces de
elevarnos sobre el plano material,
trascender los límites de la materia
y encarnar el sueño de la carne que
se eleva y nos trasciende:
No es poco.
No sabemos cuánto puede elevarse.
No preguntamos cuánto ni por qué,
hay cosas que nos exceden
y trascienden: Aceptamos nuestra
condición efímera:
Sólo gozamos en presente,
un presente que nos permite elevarnos
en forma provisoria por sobre las
necesidades de la materia y distinguir
la carroña de la carne y su precio
que se eleva, como es natural.
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