(Tomás Lovano)
Después de tantos años
de bruxismo sostenido,
no tengo remordimientos.
Con los dedos de una mano,
o de la otra, podría contar
los dientes que me quedan.
No pregunto cuántos son:
El bruxismo funcionó, y gracias
a esta prótesis todavía funciona.
El remordimiento,
como el reconocimiento
no producen nada.
Es tiempo perdido, como masticar
el vacío o masticar la pérdida:
Remorder, reconocer, son funciones
de la repetición masticable.
A cierta edad, no se necesita
contar con los dedos ni contar,
mucho menos con los dientes,
que pueden ser reemplazados
ventajosamente.
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