Translate

lunes, 11 de noviembre de 2024

Egagrópila

 

(Serafín Cuesta)

 

Regurgitar es divino

como verbo, aunque incomode

a puristas y otras especies

carroñeras subalternas.


No es excesivo pretender, que

si todo es parte del plan divino,

se incluya a los excesos.


Lo que se emite porque no pudo

digerirse, es la forma en que se

expresa el Orden Natural para

restablecer la salud del receptor.


La vida se compone de funciones

concurrentes, como un poema

amorfo que busca su forma entre

los restos de otros metabolismos.


La egagrópila es un cuerpo: una

bola de pelos o plumas y huesitos

que el comensal devuelve al mundo:


El excedente del consumo:  materia 

inútil que no pudo ser degradada y 

aprovechada como nutriente.


Un cuerpo residual, hecho de restos

de otros, que no alcanzaron la evolución

en bolo alimenticio, más no deja de ser

emanación divina.


Sabemos que entre dadores y receptores

(la voluntad no cuenta para incorporarse

a un bolo)   todo desecho emitido reviste

alguna utilidad residual:


No sobra nadie, nada sobra del todo: Las

sobras de uno son alimento de otro. Lo que

un metabolismo descarta por inútil, otro lo

aprovecha para alguna función vital u otra:


La vida es un compuesto de funciones

que se unen o aglutinan, como un poema

amorfo.


La egagrópila, ese cuerpo de complexión

dudosa que el carroñero o predador

devuelve al mundo, puede resultar útil

al metabolismo de un poema vertical,

como éste, que se nutre de materia residual


como todos los poemas y evoluciona con toda

naturalidad, en sentido descendente, como parte

del plan divino y como un bolo redondeado que

busca su forma.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Licencia Creative Commons
http//ahoraqueestasausente.blogspot.com se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.