(Eleuterio York)
Si una mariposa venenosa
frecuenta tu posada, pasa
y vuelve a pasar
en actitud engañosa,
si se te apersona sin temor
y te seduce con sus formas
coloridas estampadas en
movimientos volátiles y
gráciles:
Es posible que ignores
su condición venenosa
(no conocemos mucho de
mariposas y venenos)
Puedes hacer dos cosas:
Contemplarla embelesado
como un consumidor sano
y pasivo, o ultimarla sin más
trámite en forma preventiva:
No conocemos a todas las
mariposas, y la ignorancia
es siempre peligrosa.
Si decides correr el riesgo
y disfrutar su compañía
efímera y volátil, procura
evitar el contacto estrecho:
Recuerda que nada es lo que
parece, la misma mariposa,
antes de serlo fue otra cosa.
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