(Asensio Escalante)
Un alma original
se sabe única en su género,
no espera paridades para
consumar su destino
superior, o inferior:
No se polariza ni se reduce
a sumar voluntades adhesivas.
No se sabe idéntica a la suma
de sus ángulos internos ni se
sabe parte de un orden superior,
o inferior.
Es ajena al doble rasero
de los seres compuestos
y a su organización tributaria
del pensamiento binario.
No se sabe mucho de las almas,
hay que saber esperar y respirar
pausado y profundo, asimilando
la combustión del tiempo.
Fuera de eso no hay nada, no hay
que alimentar falsas expectativas:
Si el alma fuera eterna, no habría
nada que temer ni padecer
¿o sí?
No se sabe mucho del origen
del alma, ni de su estado anterior
¿Había otro estado antes que éste?
¿Hay un estar que precede al ser?
¿Está sola el alma?
¿Es razonable pedir por otras almas?
¿Hay un intercambio sano entre almas
de distinto signo?
¿Hay almas buenas y malas que conviven
y comercian con nuestros mismos signos
de puntuación?
¿Estamos signados por la voluntad de
almas ajenas?
¿Cómo averiguar si un cuerpo cualesquiera
dado, es portador de alma sin lugar a duda?
¿Merecemos el alma que nos habita?
¿Es el cuerpo la cárcel del alma, o sólo
su soporte físico?
¿Qué destino espera al alma que fracasa?
¿La repetición del desatino indefinido?
¿Qué destino espera al alma que fracasa?
No conviene ir más lejos,
mejor quedarse en casa:
Hay mucha alma dudosa que circula,
almas errantes que carecen de principios,
y algo pero: de códigos.
Han olvidado sus orígenes y nadie sabe
lo que quieren.
Mejor quedarse en casa:
El alma sola bien se lame,
dijo el Lama relamiéndose.
No hay comentarios:
Publicar un comentario