(Nicasio Uranio)
La juventud de Occidente está
desorientada. Reina la confusión
y la improvisación, ante la falta
de valores y modelos replicables.
Mi desorientación personal, me llevó
a recurrir al asesoramiento profesional
en orientación vocacional:
Nunca es tarde para saber un poco más
de uno, aunque haya consumido toda
su vida útil, para encauzar esa energía
residual en la dirección correcta,
Descubrieron que tengo vocación de
líder, yo no lo sabía, ni creía en esa
vocación: Hay demasiadas vocaciones
nuevas y dudosas.
Pero saberlo me aclaró bastante
el horizonte: No sé qué liderar,
pero al menos conozco mi verdadera
vocación. Más vale tarde que nunca.
El resto es cuestión de tiempo:
Un verdadero líder nunca se rinde.
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