(Epifanio Webber)
Nuevas señales de humo
se vislumbran
a ambos lados del horizonte.
Hacer humo es humano,
inhumar también.
Aumenta el humo.
Ahumentan las señales.
Crece el optimismo sano:
El crecimiento bien señalizado
es una buena señal para los
mercados.
La compraventa de humo
sostiene buena parte de la
economía, y mantiene el
humor de los fluídos.
Somos humo, pero aspiramos a más.
Es un buen signo
el ahumento de señales,
la renovación del humo
humano como conquista.
Los mercados confían
en el humo y sus señales:
Su esencia es la evanescencia.
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