(Nicasio Uranio)
La lucha concluyó, compañero:
Ganaron ellos, no hay mucho para hacer.
Ellos ponen sus condiciones y hay poco
que negociar.
Nosotros lo habíamos previsto, por eso
siempre tuvimos reparos con la lucha de
clases, aunque nunca dejamos de apoyar
las luchas populares en todas sus formas,
y hasta conducirlas.
El pueblo nunca se equivoca, y sabía que
esa lucha no era la suya y podía terminar
mal.
Esas ideologías foráneas y obsoletas,
ajenas al sentimiento popular y a los valores
autóctonos, confundieron a muchos de los
nuestros convirtiéndolos en funcionales.
Y el campo popular se fue contaminando
con eventos transgénicos e ideologías ajenas
al sentir nacional y popular.
Ahora todo se desmadró.
La patria ya no existe, compañero, ni siquiera
como argumento para pensar en alguna
unidad negociable:
No nos sirve ni como recurso retórico,
ahora la patria son ellos:
La patria es el
otro, compañero.
Debemos aceptarlo como buenos
patriotas, compañero compatriota.
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