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viernes, 31 de enero de 2025

Todavía no llegué nunca

 

(Nicasio O. Nicosia)

 

Hasta acá llegamos,

le decía un allegado

a otro.


Yo no acababa de llegar

como para incomodarme

más que cualquier otro,

ni dejar de sentirme ajeno.


Por principio, siempre desconfié

de los puntos de llegada, de la

necesidad de llegar a algo, acá


o en las antípodas y de los

lugares comunes como llegar a

destino:


¿Hay algún destino común?


Otros seguirán llegando y acudiendo,

respectivamente a convocatorias

innecesarias procurando llegar


a tiempo para decir hasta acá llegamos

cumpliendo en tiempo y forma, como

si hubiera un tiempo y una forma

verdaderos


jueves, 30 de enero de 2025

Ciencia e ideología, una relación que funciona

 

(Aparicio Custom)

 

La ciencia carga con varios estigmas.

Una buena parte del mundo civilizado

cree en alguna religión, y no perdona

que la ciencia contradiga los principios

de la fe.


Otros, le cuestionan su dependencia

insalvable con la ideología, expresada

enlos poderes económicos, sea bajo la

forma de capitales privados corporativos

o del propio estado:


Todo estado es un producto ideológico.


Los hombres de ciencia no pueden hacer

mucho: Para dedicar su vida al estudio y

la investigación, necesitan que alguien

los financie, y no tienen muchas opciones:


Unos y otros querrán obtener algo a cambio,

no hay inversión desinteresada. El puro amor

al conocimiento, acaso no sea tan puro.

Lo seguro, es que no atrae inversiones en sí

mismo:


Nadie invierte en amor, ni por amor.




miércoles, 29 de enero de 2025

Vigencias que movilizan

 

(Carlos Inquilino)

 

Algunos movimientos pierden

vigencia con el tiempo, los otros

también.


Algunos no se resignan a perderla

del todo y resisten un poco más,

pero es inútil.


Al producirse un movimiento,

se activa la cuenta regresiva

con el resultado conocido.


Como consuelo, aceptamos lo

inevitable y repetimos:


La vigencia siempre se perdió,

y acá estamos, como si nada,

yendo y viniendo.


Pasamos de un movimiento a

otro procurando mantener alguna

vigencia hasta que Dios y la Virgen

lo quieran.


martes, 28 de enero de 2025

El reconocimiento puede llegar tarde

 

(Hildebrando Sábilo)

 

No entiendo lo que escribo,

me confió el poeta entrado en

años.


Antes era más limpio y claro,

y hasta tenía voluntad para tomar

un tiempo y revisarme, corregirme


buscando mayor claridad, incluso

en los errores y vacilaciones propias

de la edad: aquella edad dudosa en

que la vida toda es un ensayo.


Me ensayaba sin premura, confiando

en mis propias correcciones, con esa

pasión que nos impulsa al desatino,

tan válido como cualquier destino.


La pasión se nutre del ensayo y el error

y la repetición sin contradicción: Ya

vendrán otros a contradecirnos.


A veces no entendía lo que escribía,

pero estaba claro; sólo había que

pasarlo en limpio.


Ahora no entiendo casi nada, tal vez

sea algo natural: un signo de que ya

estoy viejo para poeta.


lunes, 27 de enero de 2025

Vigencia de un poeta olvidado

 

(Tomás Mercante)

 

Menos es más,

recordé el consejo de un

poeta olvidado y lo adopté

sin más trámite:


Ahí nomás, me resté

y empecé a sumar.


La concentración y la concisión

son tan o más necesarias que la

insipiración: Con inspiración

escribe cualquiera, también decía.


También: Para escribir un poema

bueno, es preciso haber escrito

muchos malos.


Me identifiqué con entusiasmo, al

comprobar que estaba más que bien

encaminado.


Todo suma, pensé y agradecí haber

recordado al poeta olvidado: Fue

una buena decisión recordarlo.


Y seguí restándome con fe, el buen

poema no podía tardar en llegar.

La vocación estaba intacta, sólo

resta esperar.


domingo, 26 de enero de 2025

Pensamientos caducos: el pensamiento propio

 

(René Gociarte) 


El pensamiento propio

es cosa del pasado:


El librepensador de antaño,

que elucubraba ideas y teorías

desde su torre de marfil, hoy

es sólo un recuerdo pintoresco.


El pensamiento crítico caducó,

si bien no podemos negar su utilidad

en algunos tramos de la historia, una

vez cumplido su ciclo se agotó y fue

superado:


El goce de la crítica es un goce efímero,

banal e inútil, que no genera oportunidades

de crecimiento ni produce utilidad alguna.


En cuanto al pensamiento propio, era una

propiedad ociosa y carecía de valor: La

evolución de la propiedad ha adoptado

nuevas formas, y descartado al pensamiento

como recurso para su desarrollo.


Cualquier otra propiedad resulta más

interesante y atractiva para los mercados:


La propiedad de un pensamiento bien

diferenciado, no produce más que conflicto

y cuestionamientos estériles, trastorna las

mentes llevándolas a una oposición sistemática

y sin fundamentos verdaderos, socavando

nuestros valores esenciales, que son dos:


La propiedad privada de todo aquello que

posea existencia material objetiva o subjetiva,

la libertad de su ejercicio y Dios, que vela

por el cumplimiento de la función social de

la propiedad.


No necesitamos otro pensamiento propio

ni ajeno. Hegel ya lo hizo de modo insuperable

con toda propiedad:


La propiedad privada objetiviza la libertad

del individuo.



El poder de la mente

 

(Aparicio Custom)

 

Empodera tu mente:


Los pensamientos con que

la nutres hoy, se convertirán

en la fuerza que empuñarás

mañana.


Empodera tu mente con palabras

positivas, ellas te ayudarán a

empoderar tu cuerpo: Querer es

poder.


¡Empúñate!


Recuerda que el poder de la mente

se transmite a todo el cuerpo como

una infección exitosa. 


El poder está en tus manos, no te

dejes manipular por otras si no es

con sentido.


Empodera tu lenguaje interno

para realimentar la fe; ella no

te abandonará y habla tu mismo idioma.


Empúñate con fe, como buen miembro:


No estás solo, pero hay cosas que sólo

tú puedes hacer.


sábado, 25 de enero de 2025

Castas

 

(Inés Pérez)

 

Pertenezco a la casta

de los castos y las puras.


No soy tan pura, pero soy

más casta que Yocasta.


No creo en la pureza

de las castas, ni en catastros

que enmohecen.


No me enorgullece mi condición,

ni me pesa: No fue elección ni

vocación.


Antes bien, con gusto la hubiera

perdido, como se pierden tantas

cosas; la juventud también.


Sólo que no encontré la ocasión,

ni nadie con quien valiera la pena

perder algo, por poco que valiese.


Pasada cierta edad, es más difícil

perder la castidad: No pierdo la

esperanza porque nunca la tuve.


Conozco esos cuerpos, los he visto

muchas veces, por propia voluntad

o no. Sé lo que pueden hacer por

nuestro goce, y no es mucho.


No me preocupa pertenecer a la casta

de los castas, sé cómo arreglarme sola

sin necesidad de depender de nadie:


En eso me parezco a dios, aunque no

sea tan pura. No, no puedo compararme

con semejante personaje:


Yo nunca condené a nadie.


viernes, 24 de enero de 2025

El error verdadero

 

(Onésimo Evans)

 

Un error de cálculo

puede precipitar en un

paso en falso.


¿Falso o verdadero?


Depende del momento

en que se observe.


El verdadero error

no tiene vuelta a atrás,

como las órbitas que reproducen

el mismo movimiento siempre

en un sentido único.


Nosotros calculamos, disponemos

de una variedad de movimientos:


Hemos dejado atrás muchos errores

y seguimos en camino, aunque no

sea el correcto.


Los cálculos pueden fallar, pero

hay otras resoluciones y otras

formas de llegar al mismo resultado.


El error no forzado es una fuente

de conocimiento, eso lo aprendimos

de la práctica metódica y sistémica.


¿Cuántos pasos en falso nos están

permitidos?


jueves, 23 de enero de 2025

La Distracción Divina

 

(Dolores de la Cruz)

 

Dios es omnipresente, está en todas

partes y todo lo ve y oye, aunque su

presencia sabe pasar desapercibida

y a veces pareciera que está mirando

para otro lado, como si estuviera

ausente.


Pero no: Es omnipresente, omnisciente,

omnímodo y omnipotente, además de

omnívoro, como se desprende de que

fuimos hechos a imagen semejanza.


Algunos insensatos se preguntan:

¿Cómo es que siendo tan perfecto, sigue

permitiendo estas cosas?


¿Es que no las ve, o no le parece que

merezcan su atención, su intervención o

al menos un castigo justo y ejemplificador?


Ante esta formulación hay dos opciones:

Abjurar de la fe, lo que nos convierte al

instante en pecadores, o aceptar y perdonar

la Distracción Divina.


Nadie es quién para juzgar a Dios.

¿O vos nunca te distraés?


Él, que todo lo perdona, nos enseñó

que el perdón es un componente del

amor y perdonar es tan divino como

errar humano.


Así como nos enseño que no se debe

codiciar a la mujer del prójimo. Para eso,

nos dio la libertad de codiciar a todas

las mujeres que no tengan dueño.


¿No te parece suficiente? ¿No creés

que es algo justo y razonable?


Bueno, al instinto le cuesta, algunas

veces entrar en razones, como al amor.

Igual Él te perdona y hace la vista gorda:


¿Cómo vos no lo vas a perdonar,

pedazo de infeliz?


Trazabilidad del agua

 

(Remigio Remington)

 

No te ahogues en un vaso de agua,

siempre hay alguien que te da

una mano, aunque más no sea para

hundirte.


El agua no es un enemigo natural

para desconfiar, aunque no siempre

es lo que parece: Casi nunca es la

misma.


Pero no deja de ser constitutiva de

este mundo y de los cuerpos como

el nuestro que nadan y se ahogan.


Hasta una piedra contiene algún

vestigio de agua, y muchas le deben

su forma actual:


Ella esculpe, nosotros no podemos

esculpirla, aunque no es su culpa.


Tiro la mano y escondo la piedra,

escribí en una línea de agua:


Siempre hay alguien que la descubre

y grita piedra libre, con un grito

ahogado parecido a éste.


miércoles, 22 de enero de 2025

Memorias de un día casi irrepetible

 

(Tomás Lovano)

 

Aún recuerdo el día

en que perdí la memoria.

Lo recuerdo como si fuera hoy,

no recuerdo mucho más, ni

cuánto hace.


Recuerdo que era un día como

hoy, con claroscuros y altibajos

como tantos otros que ya no

recuerdo:


Un día tan dispuesto a perderse

como éste, que declina.


Recuerdo que ese día pensé: ahora

que perdí la memoria no voy a poder

escribir más; sin memoria estamos

muertos:  ellos no escriben.


Pero después lo olvidé, no estaba

tan seguro: cuando se pierde la

memoria no hay nada seguro, ni la

propia pérdida.


Creo que seguí escribiendo, para

matar el tiempo, poemas sin tiempo

y sin memoria como éste.


No sé cuántos son, no puedo memorizar

ninguno, aunque antes creo que tampoco:

No recuerdo haber memorizado nada,

aunque pude haberlo hecho y olvidarlo.


No sé, nunca fui de escribir memorable

¿Para qué? Ya hay otros que lo hicieron:

ahora no recuerdo.


El problema de olvidar todo, es que podemos

incurrir en el vicio de la repetición, sin cobrar

conciencia de ninguna de las dos cosas.


Es posible que este mismo poema

ya lo haya escrito otras veces:


Contra el olvido y el vicio nativo

no se puede hacer nada.


martes, 21 de enero de 2025

No vuelques tu odio en vano

 

(Cipriano Wilson Cifuentes)

 

 

No vuelques tu odio

a quienes cultivan el ocio.


Es cierto que el odio es más

productivo que el ocio, pero

la condición humana, si bien

la producción juega un papel central

contempla también otros matices:


La vida contemplativa nos acerca

al animal que alguna vez fuimos:


En su mayoría, ellos son ociosos

casi todo el tiempo.


Salvo las hormigas, las cucarachas

y las ratas, que son plaga y no

producen nada útil para nosotros.


El resto, con excepción de las abejas

que polinizan y producen nuestra miel,

goza de una vida ociosa, apenas

interrumpida para satisfacer necesidaes

de subsistencia.


No odies a los que dilapidan su energía

vital y móvil, movidos por el amor al

ocio.


Su amor, puede no ser correspondido,

lo mismo que tu odio: Tal vez ellos

ni sepan que los odias.


Luego, es un odio inútil: No vuelques

tu odio en forma ociosa. Vuélcalo, más

bien a tus competidores y aprovéchalo

en sentido productivo:


Ellos seguro lo merecen, y también te odian.


No desperdicies tu energía odiando sin

motivo y sin discriminar. No dilapides

tu odio, aléjate de la producción ociosa

de odio sin destino.


Controla tu emisión odiosa, y no olvides:

Dios es amor y no odia a nadie

que no lo merezca:


Aunque las comparaciones siempre son

odiosas.


lunes, 20 de enero de 2025

Se busca información

 

(Wilmar Bordenave)

 

Busco información

para confirmar mi ideología.


No es fácil: Hay mucha

información dudosa.


Mis habilidades digitales no

son las mejores, reconozco,

aunque tampoco las peores.


Me permiten acceder a buena

cantidad de sitios, plataformas

y portales:


Hay que oir todas las voces

y descartar la información sesgada,

que no es poca.


Ésto puede llevar algún tiempo;

es necesario perder algún tiempo

para evitar ser presa del engaño:


Vivimos en un mundo engañoso

en pleno desarrollo, donde lo que

más se desarrolla es el engaño:


Dicen que de un tiempo a esta parte

todo desarrollo es engañoso, no se

puede confiar en todo lo que se dice.


Es fundamental estar bien informado

para poder obtener una opinión propia

que merezca ser desarrollada como

Dios manda, si lo hubiera:


No tengo opinión formada.


Estoy buscando información:

Sólo con la información adecuada

puedo confirmar mi ideología,

 

Hay que cuidarla, acaso sea lo más propio 

que uno tiene y hay mucha ideología

dudosa.




domingo, 19 de enero de 2025

Las nuevas vocaciones

 

(Pascual Rambler)

 

 

¿Qué piensa de las nuevas vocaciones?


-No creo mucho en eso.


¿Descree de la novedad?


-No, tampoco antes creía.


¿No cree en la vocación genérica?


-No tengo vocación de creyente.


¿Tiene alguna otra, entonces?


-No tengo esa respuesta, hasta ahora.


¿Acaso no tiene inclinaciones?


-No más que otros, pero no las califico

como vocaciones. Todo el mundo se

inclina, se agacha o se arrastra, lo que

no significa que todos compartamos la

vocación de inclinarnos y agacharnos.


¿No le parece que una buena vocación

puede salvar una vida oscura, rumbosa

o desmadrada?


-No creo en la salvación, no soy creyente.


¿Nunca se sintió atraído por una activdad,

un oficio, una disciplina?


-No, toda disciplina es orden, y no tengo

vocación de servicio.


¿No comparte que cada uno está especialmente

dotado para algo, en particular?


-No, la vocación es una ilusión: Uno cree estar

dotado para tal o cual cosa y enseguida aparece

alguien que lo hace mucho mejor.


¿No comparte la necesidad de la competencia.

O no se siente competente?


-No comparto, no tengo vocación de competir.


sábado, 18 de enero de 2025

Ritmos inviolables

 

(Manuel Lupanares)

 

Sólo cuando un ritmo

alcanza su mejor versión

puede resistir el ultraje

de los malversadores.


Un ritmo bien constituído

como éste, puede admitirlo

todo menos la desobediencia.


Algunos se pierden en el tiempo

y nadie los recuerda: No es para

lamentar, mientras lamentamos

una pérdida, otra está teniendo

lugar:


Hay que tomarse un tiempo

y verificar cuánto nos queda

por perder.


Hay un ritmo propio, con el que

todo se pierde o se olvida, aunque

ajustemos las clavijas a la voz de

mando después de haber perdido

casi todos los armónicos.


Si faltan notas o sobran figuras,

el ritmo adulterado nunca se da

por enterado.


Hay quienes dominan un solo ritmo

y son felices, creen que es el único

y se dejan llevar, sin saber adónde va.


Los domina la ignorancia, y gozan

sin conocer otras versiones.


viernes, 17 de enero de 2025

¿Un jardín de hongos?

 

(Serafín Cuesta)

 

En mi jardín conviven plantas muy

diversas; no sé cuántas son: Muchas,

las traje yo, otras son espontaneas, y

algunas estaban antes que yo, como

este ficus bajo cuya sombra escribo.


Debe haber más de treinta especies,

no sé cuántas son. Algunas están

repetidas: Mi especialidad, es el

cultivo de la repetición; no creo ser

el único.


Hay plantas más valiosas, como pasa

con los animales, o con nosotros: el

animal más valioso ¿O acaso alguien

compararía el valor de una vida humana

con la de cualquier otro animal?


El valor es algo personal. Yo valoro

algunas especies que carecen de valor

comercial y nadie valora. Y bueno:


Cada uno es libre de cultivar sus propios

valores, podemos compartir.


II

Las hormigas también tienen sus preferencias.

En una noche lejana, hicieron desparecer una

azalea. Luego, prueban otras variedades y van

incorporando algunas.


Hay plantas que reproduje muhcas veces, y

las cambié de lugar, pero siempre terminaban

así.


Ahora, desde hace unos días, observo que

tomaron una begonia de jardín, que empezaba

a florecer. La traje hace más de diez años, de

los restos de una poda. En invierno declina, y

la ataca un hongo; hay que cortarla bajo, y

vuelve a crecer renovada.


Ya hicieron buena parte del trabajo:los tallos

de atrás están pelados, los otros todavía conservan

una parte de sus hojas.. Calculo que en dos días

no quedará nada.


La voracidad de la hormiga cortadora

no es algo tan simple como parece:

No se alimenta de la planta, sino de un hongo

que cultivan en la profundidad del hormiguero

que, incluso podría no estar en mi jardín.


Cuando las vemos transportar trozos de hojas,

es sólo comida para el hongo: Hay que pensar

que son muchísimas, se reproducen y todas

comen del mismo hongo.


Es mejor elongar y resignarse que pensar en

combatirlas. No quiero un jardìn venenoso.


Puede que un día, decida reconvertirme,

olvidar las plantas y entregarme al cultivo

de hongos. Podría ser apasionante.


Somos nuestras memorias

 

(Amílcar Ámbanos)

 

Ya no reucerdo nada de

lo que tenía que hacer ayer.


Acaso ya lo hice, y luego

lo olvidé: Sería mejor saber


que ya lo hice, para no tener

que volver a hacerlo.


Pero no recuerdo, sería mejor

recordarlo para descartarlo:


No se puede vivir pendiente

del pasado, eso está descartado.


Claro que no me voy a poner

a recordar ahora, con todo lo


que tengo que hacer: A ver si

lo olvido.


jueves, 16 de enero de 2025

Un jugador distinto

 

 

(Epifanio Webber) 


Se notaba que era un jugador distinto.

A veces no se notaba, porque sabía

pasar desapercibido cuando hacía falta.


Pero los que saben, los que entienden

que además de toda la mecánica de lo

colectivo, que atiende al buen criterio

de lo previsible, el juego comulga con

el arte:


Esos ojos que ven lo que otros no, saben

apreciar esa clase de virtudes que, aunque

no luzcan ni se perciban a simple vista

del aficionado genérico, son las que marcan

la verdadera diferencia.


Son pocos, muy pocos los distintos, los que

rompen el molde, esos elegidos que, en un

momento pueden cambiar todo.



II

Entre sus virtudes principales, nuestro hombre

sabía manejar los tiempos y los espacios. Su

sentido de la ubicación era impecable y

único:  siempre estaba solo.


Estaba siempre mejor ubicado que los otros

y leía el partido de otra forma, como si no

estuviese dentro de él.


Sus movimientos, tan indescifrables como

impredecibles, para propios y extraños, le

permitían mostrarse siempre como alternativa,

libre y desmarcado.


Difícil que alguien dominara el juego sin

pelota como él. Acaso fuera ése su mayor

atributo, y el que lo distinguía del resto.


Claro que, como todo elegido, solía sufrir

la incomprensión de sus pares: Le costaba

encontrar socios, compañeros que sintonizaran

su misma frecuencia, tal vez demasiado alta.


¿Es que no confiaban en él? ¿O temían verse

opacados por su figura y recelaban?



III

Lo cierto es que nunca lo asistían en tiempo

y forma, como mandan los manuales. La

pelota no le llegaba, o peor: Le llegaba tan

sucia que no podía hacer nada.


Tal vez manejaban otros códigos y, desde su

lectura acotada del partido, sus propios límites

les impedían aprovechar a su estrella.


En cuanto a sus virtudes con la pelota, no se le

conocen por el mismo motivo: No le llegaba

nunca limpia y redonda.


Pero fuera de eso, en el juego sin pelota

lo suyo era superior a todos y no había ninguno

igual, ni nadie que lo entendiera.


Las variables del juego son muchas.

Hay que entender que este juego, como todos,

no suele ser justo casi nunca: (lo que lo hace

aún más atractivo)


Hay casos así, hombres dotados de condiciones

excesivas, que no llegan a brillar como debieran,

quizás por su mala estrella.





miércoles, 15 de enero de 2025

Naturaleza de las causas

 

(Tomás Mercante)

 

Hay suficientes causas naturales

que observar, aunque no son las

únicas.


La condición humana necesita

un número de causas más o menos

comunes que la justifiquen.


Cada quien es libre de adoptar

una o más causas, naturales o

dudosas y abrazarla hasta perder

la vida:


Es más fácil perderla que encontrarla.

Luego, habrá que determinar si

obedeció a causas naturales.


La vida, pérdida y ganancia, es

un negocio natural indeslindable

que hay que tramitar hasta las

últimas consecuencias, que todos

conocemos.


Cualquier causa puede ser naturalizada

con algún éxito, hay ejemplos de sobra.


Una vez completado el trámite,

y conocidas las causas del deceso,

se podrá determinar si fue por una

buena causa, una causa justa,


o al menos una que justifique el monto

de la pérdida.


Nadie más que nosotros sabe cuánto valemos

 

(Aparicio Custom)

 

Sin el aporte del capital humano

este planeta no tendría ningún

valor.


Sería uno más, entre los tantos

que circulan sin pena ni gloria,

a la deriva y sin aspiraciones ni

voluntad de crecimiento.


¿Quién se interesaría en todo ésto’


¿A ver?


¿Quién se sentiría atraído como

para venir a invertir acá?


¿Qué sería de toda la biomasa

disponible y los recursos naturales

del planeta, sin que nadie los pusiera

en valor?


La evolución nos necesita, somos su

principal insumo: Sabemos que nada

sería igual sin nosotros y nuestras

capacidades diferentes en continuo

desarrollo.


No pierdas el tiempo pensando pavadas

sin ningún futuro: Tu tiempo vale,

el valor de tu tiempo es calculable.


martes, 14 de enero de 2025

Paciencia es la virtud del sabio

 

(Epifanio Webber)

 

Ten paciencia.

Espera a que el barro se

asiente y el agua se aclare.


Quédate quieto hasta que

decante la verdad en pensamiento

y el movimiento correcto surja

por sí solo,


y te embarre.


lunes, 13 de enero de 2025

No codicies la mascota del prójimo

 

(Nicasio Uranio)

 

Cuántas mascotas necesita

un prójimo, le pregunté a un

picahueso muy elegante,

que parecía sincero.


-No tengo una respuesta taxativa,

pero podrían ser más, para ser

sincero.


Agradecí la sinceridad, tanto como

la información, que luego abundó:


-Mascotas y prójimos son cambiantes

por naturaleza, aunque saben adaptarse

a distintas condiciones sin perder la suya:

Hay prójimos que pueden servir como

mascotas, y mascotas que resultan más

confiables que el prójimo.

No le voy a mentir: yo no pertenezco a

ninguna de esa categorías, ni tengo otro

interés común que picar semillas y

carozos.


-Sí, valoro y agradezco su desinterés

sincero.


-Ahora bien, si el prójimo adopta una

mascota más efímera que él, va a tener

que reponerla: tal vez necesite cinco o

seis, dependerá del tipo de mascota y de

la edad del prójimo al iniciarse como

adoptante.


-Su respuesta es muy sensata, no sé

cómo pagarle.


-No se haga problema, acepto todo:

Puede abonar con su QR.


 
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