(Remigio Remington)
No te ahogues en un vaso de agua,
siempre hay alguien que te da
una mano, aunque más no sea para
hundirte.
El agua no es un enemigo natural
para desconfiar, aunque no siempre
es lo que parece: Casi nunca es la
misma.
Pero no deja de ser constitutiva de
este mundo y de los cuerpos como
el nuestro que nadan y se ahogan.
Hasta una piedra contiene algún
vestigio de agua, y muchas le deben
su forma actual:
Ella esculpe, nosotros no podemos
esculpirla, aunque no es su culpa.
Tiro la mano y escondo la piedra,
escribí en una línea de agua:
Siempre hay alguien que la descubre
y grita piedra libre, con un grito
ahogado parecido a éste.
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