(Horacio Ruminal)
Esperan abaratar el avatar
y mejorar las condiciones de producción
y distribución del goce.
Gozamos de fuentes renovables
y recursos genuinos para acceder
a un goce justo, equitativo y soberano.
El goce no tiene una función excluyente
pero es capital para el desarrollo sano
del cuerpo social, y los otros.
Somos parte de la Naturaleza, y sabemos
que el desarrollo es lo único sano por
naturaleza.
De la Naturaleza no sabemos tanto, pero
hay tiempo y confiamos en la producción
de conocimiento. Por ahora, alcanza con
saber que es un recurso, como todo y
todos.
II
Subsidiar la producción de avatares
es una buena inversión; una apuesta
a futuro (como casi todas)
Es justo que todo el mundo pueda disponer
su propio avatar y gozar de sus propiedades
a un costo razonable.
Las propiedades del goce son múltiples,
diversas, y no son excluyentes: todos
podemos acceder. Conocemos algunas,
pero aspiramos a más; el goce siempre
aspira a más.
El cuerpo del avatar es pródigo en funciones:
Las funciones de un cuerpo, son oportunidades
que hay que saber aprovechar y capitalizar.
Hay goce al desear, al consumar, al consumir
y al desear volver a consumir esta secuencia.
La producción de goce es esencial
para el sistema productivo y el crecimiento
sano e indefinido:
El goce no tiene fin: es un fin en sí mismo,
y es el fin de todo deseo; quien no desea,
no goza, me dice mi avatar inteligente.
III
El deseo es útil porque persigue y produce
el goce: (aunque no siempre lo logra; hay
mucho deseo inútil)
Sin goce no hay intercambio de fluídos
ni de mercancías. La vida es movimiento
e intercambio.
El metabolismo superior nos mueve
hacia otras metas, nos impulsa a superar
nuestros propios logros y los otros:
Superar al otro y gozar de nuevas oportunidades.
El goce nos hace más humanos, diferenciándonos
de otros animales que se contentan con su forma
primaria, elemental, incapaces de producir otros
goces más desarrollados, y de producir desarrollo.
El goce, es la clave del progreso evolutivo.
Es un capital subjetivo que todos disponemos
y podemos desarrollar y reproducir, con recursos
propios, genuinos y renovables; sin límites
(El goce no tiene fin)
El goce nos hace más humanos: crea lazos más
fuertes que cualquier otra función, emoción,
relación o inversión.
IV
Todos los goces humanos son banales
e inútiles, afirmaba un pensador reconocido
del siglo pasado.
Eso fue superado. El goce del capital
es un engaño para mantener los niveles
de demanda y oferta de deseo:
He ahí su utilidad, que al ser invertida
reproduce el capital y produce su propio
goce.
Ésto puede ser muy excitante, pero no
nos engañemos: El capital no tiene
cuerpo, y para gozar se necesita uno,
al menos.
Gocemos de nuestros avatares inteligentes,
antes de que su inteligencia nos supere
y empiecen a gozar con nosotros...
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