(Aparicio Custom)
No desprecies la sensibilidad de nadie.
La sensibilidad de cada uno, es su genio.
(Baudelaire)
Nadie sensato podría no estar de acuerdo
con el poeta, salvo, tal vez, alguno sin
sensibilidad social o algún poeta de esos
que se apartan del mundo porque lo desprecian
y son ajenos a su sensibilidad.
Sensatez y sensibilidad no son lo mismo:
Aquella se vincula al sentido común, que
impera más allá de la voluntad del poeta,
sujeto o aspirante.
La otra es común a todo organismo vivo,
califique o no como sujeto. Todos somos
sensibles, pero no en la misma medida ni
ante los mismos estímulos.
La sensibilidad no es algo mensurable,
codificable ni verificable por otros.
Un poeta no es más o menos sensible
que otros poetas, sujetos o aspirantes.
Lo que lo diferencia es que trabaja con
eso, es uno de sus recursos (para usar
una palabra sensible a la expansión en
curso: cada vez se le descubren más
aplicaciones humanas)
El poeta podría no ser alguien muy sensato:
Basta con que maneje algunos códigos del
sentido común, para ser entendido; luego,
podría no compartir esos valores propios
e impuestos por el sentido común.
Ésto no implica una merma en su sensibilidad
sino una orientación particular y diferente:
Nunca se puede sentir lo mismo que un
poeta, ni que ningún otro sujeto o aspirante.
La sensibilidad puede desarrollar en cualquier
sentido y dirección.
Que otros no sean sensibles a lo mismo que
uno, no significa que no sea posible, y hasta
aceptable sentir distinto.
No podemos negar lo que no conocemos ni
sentimos, más allá del sentido común que
sirve para comunicarnos y sólo exige sumisión.
La sensibilidad, no es algo mensurable,
clasificable, codificable ni verificable:
Si tenemos códigos, no podemos ignorar
ni despreciar la sensibilidad ajena,
aunque no la apreciemos, dado que nos
es ajena: no la conocemos.
Sólo compartimos una parte menor
de la sensibilidad habiente en el orden
material, y ni siquiera somos los más
sensibles de la fauna planetaria:
Bastaría preguntar a cualquier otro
animal qué tan sensibles nos perciben.
Algo tan imposible como absurdo:
Ellos no hablan con nosotros, y si lo
hicieran no lo apreciaríamos; nadie
sensato es sensible al juicio de otro
animal.
El mundo sensible nos sigue resultando
algo tan misterioso como ajeno.
La sensibilidad, como la creación
son misterios que exceden lo racional.
No hace falta ser un genio
para hacer algo genial,
basta ser tan sensible
como cualquier sujeto sensato
pero con otro sentido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario