(Aparicio Custom)
La Naturaleza crece
a un ritmo que le es propio.
Somos parte, nos estamos adaptando,
pero podemos adoptar distintos ritmos
en función de un intercambio útil.
Aplicando esta inteligencia superior
que la Naturaleza dispuso, es dable alterar
las condiciones naturales y ajustar
las tasas de crecimiento, tanto propias
como ajenas.
La capacidad humana ha desarrollado
recursos para acelerar los ritmos y
apurar la propia producción rítmica.
La evolución nos necesita, las transformaciones
producidas por la intervención humana son
incontestables.
Somos la vanguardia evolutiva del planeta,
y tal vez de todo el Orden Sensible existente
en el universo.
Está a la vista:
Éramos tierra de nadie, ahora todo tiene dueño
y cada vez son menos.
La apropiación y la concentración de la propiedad
son recursos naturales de la evolución:
La concentración es esencial para sostener
el ritmo; el ritmo no se detiene:
crece a valores históricos.
Es natural que todo crezca, la Naturaleza crece,
en más de un sentido.
Y sabemos que sin crecimiento
no hay oportunidades.
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