(Asensio Escalante)
¡Qué cueva que evacué!
¡Qué cueva que evacué!
¡Ay, qué cueva! ¡Ay, qué cueva!
¡Ay, qué cueva que evacué!
Una cueva oscura y hueca;
cueva hueca, hueca cueva.
Ay, qué cueva que evacué!
Mil veces pensé dejarla,
ahuecado en lo más hondo
y profundo de mi alma.
Mil veces pensé dejarla,
pero ella no me dejaba.
Hasta en sueños la evacuaba,
pero luego amanecía
ahuecado y sin consuelo
en mi cueva no evacuada.
Más no evacuaba el deseo:
Más no evacuaba el deseo
de evacuarla alguna vez
(Es triste, pero es preciso
concentrarse hasta vencer
y consumar el deseo
de evacuar y no poder)
II
Dando vueltas y más vueltas
en esa oquedad obscura,
un día cobré conciencia:
(la conciencia es un misterio)
Mi destino se ahuecaba
vacilando en esa cueva,
en esa oquedad obscura;
vacilando como un eco
vacilando en esa cueva.
Y ahí nomás lo decidí:
Lo pensé y la dejé sola,
cada uno por su lado
y al fin mi cueva evacué.
¡Ay, qué cueva! ¡Ay, qué cueva!
¡Ay, qué cueva que evacué!
III
Ahora vivo a la intemperie,
tal como siempre soñé:
Gozo la lluvia y el sol
y el viento de los caminos.
Pero en las noches de invierno
y en todas las estaciones.
El sueño no me abandona,
se repite cono un eco
en el hueco de mi almohada:
Vuelve mi alma a su cueva
y sueña con evacuarla.
¿O quedó ahí, en ese hueco
que no dejo de evocar?
¡Ay, qué cueva! ¡Ay, que cueva!
¡Ay, que cueva que evacué!
No sé si me equivoqué.
No sé si me equivoqué.
No puedo volver atrás
¿Alguien pudo? Yo no sé.
Tal vez busque nuevas cuevas,
o me abandone, sin más:
La vida se ahueca y pasa
dejando un eco disperso,
que también se va ahuecando:
Como esa cueva, esta cueca,
evacuándose en el eco
yo también me ahuecaré.
¡Ay, qué cueva! ¡Ay, qué cueva!
¡Ay, que cueva que evacué!
No hay comentarios:
Publicar un comentario