(Carlos Inquilino)
Los pulpos eran muy populares
en una época: como el puchero,
como los inmigrantes que solían
habitar los suburbios y los conventillos
(El puchero de pulpo no llegó a gozar
de la popularidad del de gallina)
Los pulpos no son muy propiensos
a emigrar, ni inmigrar, ni emerger.
Viven sumergidos en las profundidades
pero ya no son populares: hoy el pulpo
está por las nubes, es un lujo.
Lo que más aumenta son los lujos,
cada vez más cosas se
convierten el lujos.
Se ha descubierto que el pulpo posee
una inteligencia superior, lo que, en cierto
modo, justificaría su precio:
Vamos hacia una alimentación inteligente.
II
(Según especulaciones de la
ciencia, en su origen el pulpo fue
un molusco como cualquiera y no despertaba
mayor interés.
Luego evolucionó hacia esta forma anómala
al ser infectado por un virus de procedencia
desconocida, llegado en forma azarosa desde la
estratósfera:
El virus alteró sus genes, sometiéndolo a sucesivas
mutaciones hasta alcanzar su diseño actual,
no sabemos si definitivo. Como tampoco el nuestro)
III
Quedan pocos de aquellos inmigrantes, los
que hay mutaron y no se asemejan en nada
a los que conocimos, y acaso sean nuestros
ancestros.
Algunos añoran aquellas épocas,
las pelotas pulpo, el barrio, esa infancia
de cazuelas, pucheros y conventillos
en que todos nos enamorábamos
de la pulpera, que era rubia
y sus ojos celestes.
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